domingo, 29 de noviembre de 2015




   -- Documento conclusivo de la reunión en Malta---

Commonwealth entrega “carta blanca” a Guyana

Tucupita, (especial).-  Luego de las deliberaciones, que por espacio de tres días 27, 28 y 29 de este mes, tuvieron los 53 países integrantes de  la Commonwealth entidad internacional que agrupa a estas excolonias británicas de todos los continentes, arribaron entre otras conclusiones a la absoluta solidaridad con Guyana, como uno de sus Estados-miembros, en cuanto a la controversia que ha venido sosteniendo con Venezuela, por la Guayana Esequiba.
Quien así lo da a conocer es el especialista en el tema del Esequibo, Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales y  miembro de la Academia venezolana de la Lengua. Expone: “era una decisión previsible, como lo habíamos sospechado. La representación de Guyana fue amplísima, encabezada por el Presidente David Granger y el Canciller Carl Greendge, además algunos ministros que tuvieron la misión de hacer contactos de persuasión y convencimiento a las otras legaciones diplomáticas que asistieron a tal evento...”
El encargado de leer el documento conclusivo en la plenaria fue precisamente el Secretario General  saliente de la Commonwealth, el indio  Kamalesh Sharma, quien “tuvo elogiosas palabras para el ministro de  Relaciones Exteriores  guyanés Greendge, al postular que el canciller pertenece al Grupo de Acción Ministerial, una especie de custodio de los valores políticos fundamentales del conglomerado que discutió en este archipiélago del mediterráneo por tres días, inclusive con la presencia de la Reina de Inglaterra”
Lo peor de todo esto, continúa exponiendo el Dr. Gómez, es que “la Commonwealth ofrece carta blanca a  Guyana, apoyo absoluto para que proceda como mejor le parezca, conforme al Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas en el reclamo  contencioso que le ha hecho Venezuela por los 159.550 km2, en el  Esequibo”

Trascendió además, que a la salida de la  reunión  del Presidente Granger con el Secretario General de la naciones Unidas Ban Ki-Moon,  que “a partir de este documento que la Commonwealth le entrega a Guyana, ha dicho Granger, Venezuela  tendrá que demostrar en instancias jurídicas internacionales que el Laudo Arbitral de  París de 1899 es  nulo e írrito, mientras que ellos, los guyaneses lo han considerado siempre válido y vinculante”, finalizó diciendo el Dr. Abraham Gómez.-

miércoles, 18 de noviembre de 2015




                       -En la próxima reunión de la Commonwealth-

        Guyana solicitará  apoyo más concreto.

Tucupita, (Especial) Una extraordinaria expectativa se ha levantado en la opinión pública guyanesa por la venidera reunión de la comunidad de las cincuenta y tres  excolonias británicas, cuya denominación exacta es Commonwealth (riqueza común).
El especialista en asuntos de la Guayana Esequiba, Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales, señala al respecto que “por primera vez, van a asistir el presidente y el canciller de  Guyana, David Granger y Carl Greenidge, respectivamente, quienes han condicionado su presencia a la incorporación en el temario: el caso de la Guayana Esequiba, que vienen confrontando con sus vecinos venezolanos; agenda que será desarrollada  los días 27, 28 y 29 de  este mes en la ciudad de  La Valeta, capital política de la República de Malta”.
En el pueblo guyanés, según  publican sus diarios “se mantiene la creencia que producto de las deliberaciones en ese encuentro internacional de países identificados por sus raíces sociohistóricas, ellos puedan obtener apoyos y disposiciones mucho más concretas, resoluciones escritas que vayan más allá de lo puramente retórico”  Por el ejemplo las dos grandes organizaciones políticas dentro del Congreso Nacional, tanto del oficialismo ( Partido Nacional del Congreso), como de la oposición  (Partido  de Progreso Popular ),   “El PNC y el PPP han entregado a la delegación que viajara para tal ocasión, un voto de confianza para que se traigan un acuerdo suscrito por los jefes de Estados y de gobiernos por unanimidad, tal vez con la perspectiva de introducir el reclamo por ante la Corte Internacional de Justicia, en el entendido, para ellos, que ésta también constituye una vía para clarificar el histórico reclamo, conforme al Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas”.
La delegación estatal de Guyana ha hecho contactos con el Secretario General de la Commonwealth, Kamalesh Sharma, de la India, para que  se vaya adelantando una aproximación del documento que ellos aspiran sea rubricado al concluir este evento.-

lunes, 9 de noviembre de 2015



¿POR QUÈ GOLPEAN   A NUESTRAS   UNIVERSIDADES?

Dr. Abraham  Gómez  R.                                         
Miembro de la Academia venezolana de la Lengua                                                  abrahamgom@gmail.com

Nuestras casas que “vencen las sombras” han sido víctimas de numerosas actos de terrorismo que, para no pocos, tales tropelías están cohonestadas y promovidas desde el gobierno. Se les quiere “pegar la mano” a nuestras Universidades “como sea”.  Pareciera que esta última consigna constituirá de ahora en adelante el deleznable emblema de los detentadores del poder: triste y vergonzosamente dentro de un sistema democrático, sustentado por la constitución y las leyes, en un estado de derechos.
El “como sea” que arguyen con displicencia los exégetas del presente régimen no miden  las consecuencias en sus desmanes y atropellos. Nada les importa que  develen una violación flagrante de nuestra constitucionalidad.
 De muchas maneras y con aborrecibles ardides han intentado arrodillar a nuestras Universidades: someterlas, hacerlas sumisas. Primero con un infeliz  proyecto de ley de universidades de redacción falsamente erudita. De ingrata recordación. Con un tejido discursivo-legal innecesariamente enrevesado que marca bastante distancia con el Paradigma de la Complejidad.
 Llegamos a pensar en tal ocasión  que aquel adefesio había sido también  producto de importación cubiche pero de pésima calidad y tal vez de costosa factura. Se hizo casi ininteligible y en consecuencia intragable para quienes enarbolamos en los espacios universitarios la Libertad en tanto máxima innegociable e indesligable de nuestro Ser.
Hubo que duplicar  esfuerzos en relecturas y comprensión. Pareciera que el propósito original de sancionar y promulgar aquella ley no era para regular la educación universitaria sino para contagiar una ideología. Pero en nuestro país aún hay suficientes trincheras de resistencia ante un pensamiento ominoso. Además, un hecho socio-histórico ampliamente significativo lo constituyen las universidades que  se han sido realizando y consolidando con tenacidad libertaria, con fuerza crítica en las adversidades, con irreverencia frente a las tiranías disimuladas.
 Nuestras universidades con sus voces densas que, aunque mantengan sus antagonismos, alcanzan los necesarios consensos en la sociedad y entre los ciudadanos. Añádase también como estrategia recursiva que las sociedades adquieren trascendencias desde el instante cuando sustentan sus crecimientos en las instituciones universitarias.
Desde siempre  la esencia de nuestras universidades venezolanas  ha estado signada por la pluralidad del pensamiento y la confrontación fértil de las ideas que nutren la academia.
Dejamos explícita y categóricamente sentado que las  normas sociales suelen ser calificadas y valoradas según los fines que persiguen, y en esta írrita y deslegitimada declaratoria de la Asamblea Nacional contra las Universidades, percibimos desde la primera letra, forzadamente, la búsqueda de un embozalamiento de las ideas, “un modo productivo socialista” en el marco de la “construcción de una sociedad socialista” lo que contraría seriamente el articulado de la Constitución Nacional, por lo de nuestra  absoluta pluralidad del pensamiento.
Las distintas maneras inteligentes de decir las cosas, los modos disímiles que tienen las universidades para justificar sus existencias  no se lo perdonan. A las satrapías el talento les causa escozor.
Percibimos en el oficialismo muchos émulos de aquel militarote español Millán Astray, que el olor de la universidad le causaba piquiña; que llegó a exclamar en una documentada ocasión “muerte a la inteligencia”.
Sospechamos que este es un asomo de los vientos tempestuosos y procelosas aguas que se avecinan para los comicios venideros.
La universidad: protestaria y crítica saldrá permanentemente victoriosa.


miércoles, 4 de noviembre de 2015


LA UNIVERSIDAD: IRREVERENTE Y CRÍTICA

Abraham GómezNo hay excusa que valga para, quienes somos hechuras y estamos comprometidos con la academia, pretender escurrir el obligado debate y la plural confrontación que abra horizontes y despliegue nuevas miradas por el futuro de la universidad. Parece un atrevimiento teñido de audacia que escrutemos a la universidad desde sus interioridades. Eso es lo hermoso. Aunque produzca vértigos. Quiénes más sino nosotros, en sentido genérico para reconocer, luego del diagnóstico más descarnado, que la Universidad ha devenido en una estructura conservadora, que poco o nada ha hecho para ir adaptando sus mecanismos, y procedimientos conforme a las exigencias de los tiempos actuales, con lo cual admitimos que las realidades externas llevan un ritmo de aceleración superior, en todo, valga decir hasta para la construcción de conocimientos. Seamos autocríticos y aceptemos que las universidades se han vuelto endogámicas. No temamos en reconocer que las instituciones universitarias sólo han tenido tímidos intentos para crecer y reproducirse únicamente hacia adentro. Añadimos, con tristeza, que casi no conseguimos escenarios serios para la confrontación. En su mayoría esos ámbitos del combate de ideas y del discernimiento de pensamientos son campos vacíos de espíritu creativo o trincheras de la politiquería y la descalificación. Las teorías o aproximaciones que persiguen dar cuenta de un fenómeno de la realidad de que se trate, en la universidad no son más que tautologías, repeticiones. Problematizaciones planteadas en contextos pasados, curados con sus propios “medicamentos sociales”. Asuntos dirimidos ya con mucha anterioridad. Acaso es mentira que nuestras universidades sufren de entrabamientos burocráticos. Que están aquejadas de una deplorable desestructuración en su organicidad y en su conexión externa. Que están demasiado ideologizadas. Que la descontextualización en que se encuentran las ha hecho perder pertinencia social, y como consecuencia pertenencia e identidad en su mundo de vida. Con este diagnóstico, que bordea el catastrofismo, y porque anhelamos a la Universidad en constante combate, sin entregas obsequiosas al poder, se asoman variadas opciones: dejar que algunos se sigan haciendo los locos. Otros tantos que pasen displicentes, indiferentes como que la cosa no fuera con ellos. Contemplar a los huidizos en estampida, esos quienes dejan el asunto para que los demás lo resuelvan, y una considerable pléyade que deseamos encararlo comprometidamente. Hacerle frente. Reimpulsar el espíritu crítico, pero resulta que cada vez que se ha intentado abrir los ojos para ver en el atolladero en que se encuentra la Universidad, a alguien se le ocurre que hay que nombrar una comisión de reforma universitaria. Esa salida la hemos antagonizado siempre, porque, pensamos que por el camino de la reforma no vamos para ninguna parte. La re-forma lleva implícita la intención de analizar únicamente las formas, los aspectos, los bordes, los esquemas, las apariencias. Y de lo que se trata, con contundencia, es llegar a la raíz del asunto, trastocar y desmontar las lógicas, desanudar las racionalidades con las cuales de han tejido los pensamiento en y desde las universidades. La “perversa invitación” de hoy es para Transformar a la universidad, para que recobre su talante protestatario-reflexivo, toda ella. Transformar es adentrarnos mucho más allá de la forma. La tarea inicial para que operen esos elementos transformacionales deben y tienen que partir de un cambio actitudinal de nosotros. Lo que ha venido aconteciendo es que en nuestras universidades se le confiere casi absoluta legitimación y validación a los saberes que se pesan, que son medibles, a los conocimientos que se someten a comprobación, verificación, contrastación con la realidad empírica. En las universidades se han marginado, tal vez execrado, al momento de construir y constituir los conocimientos, las otras muchas densidades epistémicas. Las emociones, los valores, por ejemplo.
Una iniciativa de transformación para ensanchar la cognoscibilidad en las universidades se obliga a tejer todas las dimensiones inmanentes y trascendentes de los seres humanos.-

domingo, 1 de noviembre de 2015


DE ESPALDAS A LAS FRONTERAS 
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com 

"Poblar las fronteras y garantizar su desarrollo
en los procesos de integración interna es básico
para preservar la soberanía nacional. La geohistoria
moderna nos ha proporcionado patéticas
enseñanzas acerca de las consecuencias de ausencias
 de ocupaciones efectivas de lindes fronterizos".
 Pedro Cunill Grau. Venezuela: opciones geográficas.1993


Pareciera que el espacio geográfico fronterizo no fuera nuestro. No obstante,  llegar a equivaler casi que un sesenta por ciento del territorio nacional y  estar habitado por una quinta parte de la población. Mientras que los demás países con quienes hacemos costado fronterizo adelantan audaces políticas en esa materia, nosotros seguimos exhibiendo una muy débil pared demográfica, en lamentables condiciones de aislamiento y pobreza, cuya inmediata consecuencia es un marcado desequilibrio geopolítico. Hemos estudiado, permanentemente, que los fenómenos fronterizos son  realidades jurídicas por la delimitación misma. Sí, pero se hace obligante considerar y añadir la dimensión socio-económica por la interactividad que mantienen los habitantes de esos espacios. La gente que allí convive poca o ninguna importancia le da a la línea, a la raya imaginaria que como figura geodésica del Estado intenta separarlos. En los espacios fronterizos, nos consta, hay otro modo de valorar y vivir. No basta que se diga “si un centímetro de territorio venezolano es la soberanía, un gota de sangre nuestra también lo es”. Sin embargo, históricamente, las sensibilidades y padecimientos en nuestras regiones colindantes; sus  asuntos álgidos no constituyen agenda prioritaria ni para la acción administrativa del Estado venezolano, poco menos para la opinión pública nacional. La reiteración en tal actitud de menosprecio deriva en desatención de las comunidades y el agravamiento de  conflictos sociales. Insistimos en reconocer que los nexos vecinales de carácter humano no son ni serán nunca territoriales para que impliquen diferenciaciones sociales. Nos atrevemos a señalar que la compenetración que dimana de los constantes intercambios de los habitantes de las zonas fronterizas conforman extraordinarios sistemas abiertos de aproximación y complementación de las necesidades humanas, por lo que les resulta indiferentes la ubicación geográfica que ocupen o las imposiciones jurídicas  desde el centralismo, desconocedor la mayoría de las veces de las realidades fronterizas. Coincidimos con la excepcional y siempre vigente tesis de Esteban Emilio Mosonyi “en vez de hablar tanto de sociedades atrasadas, sociedades primitivas, arcaísmos y supervivencias, mejor sería apersonarnos de esta reserva tan importante de sociedades alternativas para el futuro. Lo que sucede es que ya sabemos que el capitalismo no le interesa examinar estas sociedades sino a título de museografía o folklorismo descriptivo. Pero lo triste  y verdaderamente criticable es que tampoco los grupos progresistas, los partidos revolucionarios y las organizaciones de carácter transformador tampoco se hayan interesado”. El Estado venezolano y todo cuanto representa ha mantenido un comportamiento errático y desacertado en el tratamiento que debe dársele a los asuntos fronterizos. El uso indiferenciado de los términos límite y frontera por  parte de quienes suponemos conducen la “política fronteriza” ya nos dice el talante de improvisación e ignorancia para arreglos mayores en esta materia. También estamos conscientes que no será tarea fácil que  el lenguaje cotidiano se ciña a darle a cada categoría el uso adecuado y preciso. Nunca es demasiado tarde para  comenzar, para saber de qué hablamos cuando nos referimos al Límite como ente jurídico, abstracto de origen político, convenido y visualizado en forma lineal. Mientras que la Frontera comporta el espacio de anchura variable donde convergen seres humanos con potencial de integración, que crea un modo de vida común, con sentido dinámico y vital. El Estado venezolano debe asumir la presencia poblacional en las zonas fronterizas como un sistema de consolidación de pueblos y ciudades a lo largo del cordón fronterizo, con suficiente fuerza y patriotismo.