sábado, 10 de agosto de 2019




      La vuelta al Delta en 89 Julios.
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.


La cultura Warao (uarao) se ha destacado por su pacificidad. Familias enteras, una especie de nación (en términos socio-antropológicos) buscaron refugios en los intersticios y recovecos de la multitud de los ríos y caños del Delta del Orinoco.

Admitimos, como un hecho incontrovertible, que únicamente los Misioneros Capuchinos lograron   establecer misiones en su territorio, por muy inhóspitos que fueran esos lugares.

Tradicionalmente, nuestros aborígenes vivían, en estos espacios naturales de la recolección de frutas y del múltiple aprovechamiento del moriche.

La agricultura, tal vez, constituyó la primera “estrategia” comunal introducida por los evangelizadores.
Otra actividad, que les confiere suficiente arraigo en un sitio específico es la pesca, mientras que la caza siempre ha sido muy reducida.

Los Capuchinos animaron a la etnia a conformarse en núcleos poblacionales, de cierta consistencia demográfica.

Afinquémonos en lo que ha resultado, también, bastante interesante: su estructura lingüística; que poseen su particular modo de objetivar las cosas, de aprehenderlas y darles significados. No es contradictoria al castellano o español; guardan algunos elementos de entroncamientos filológicos. Ha sido, por milenios, una hermosa cultura, que se expresa, esencialmente, desde la oralidad.

Contrariamente, a la tesis peregrina, que califica a los recursos expresivos de nuestros guaraos, como una derivación dialectal, para comunicarse ese grupo humano; quienes disfrutamos los asuntos idiomáticos, de los actos de habla, reconocemos los enjundiosos trabajos,  de investigación de arqueología social de nuestro Reverendo Julio Lavandero Pérez.

El Padre Julio, toda una vida en estas tierras, nos ha enseñado, a partir de sus indagaciones gramaticales, que el Uarao y el Castellano responden y provienen de sistemas culturales diferentes; no obstante, complementarios entre sí.

El admirado padre Julio, nuestro compañero junto al reconocido escritor deltano José Balza en la Academia Venezolana de la Lengua, nació el 14 de agosto de 1930, en Casar de Periedo, en la Cantabria de entonces. Su vocación para el sacerdocio pudo haber sido estimulado por la condición de disciplinados practicantes del catolicismo de sus padres, Julio y Joaquina, quienes conformaron una prolija familia de 12 hijos.

Sin terminar la carrera sacerdotal, le faltaban, según nos relata, dos años denominados de Elocuencia Sagrada, por urgencia fundacionales vino al Delta, a cumplir su misión pastoral en el recién creado Vicariato de Tucupita.
 Hacía de todo: oficiaba misa, promotor de las fiestas patronales, marinero de las curiaras de la parroquia, enfermero, organista de la Iglesia San José, fundador de varias instituciones escolares, escritor e investigador cultural; en el Concejo Municipal de esta entidad ofreció aclamados recitales de música venezolana, como cantante lírico. Agreguemos a su tesonera labor por la Deltanidad un larguísimo etcétera.
El padre Julio, en amena conversación, nos re-crea una extensa parte de su vida, dedicada, plena y absolutamente al Delta y su gente.
Nos detalla: “Deseo que me recuerden, como un misionero que Dios envió para acá, por intermedio de sus superiores. Yo me entregué a este apostolado con obediencia. Sabes por qué. Porque los que obedecen no se equivocan, si los que mandan lo hacen obedeciendo la Ley de Dios.”

“La vocación es un proceso, que comenzó en mí desde que era niño, y que ha ido creciendo; y como proceso continúa todavía. Pues, aún estoy en ese proceso vocacional. Porque uno es una persona humana, siempre hay amenazas, peligros, tentaciones, luchas…”
“Ya dije, mi vocación viene desde niño, entregada de por vida. Nunca pensé en retirarme; y cuando yo vine al Delta, vine de por vida. He recorrido todos los caños. En todas las comunidades me conocen. He prestado mis servicios como misionero...”
“Toda mi vida me he apoyado en Dios y en mi Fe, y en algunas cosas que he aprendido. Dios es el único guía y destino que tiene uno el misionero. Dios es el compañero continuo en la vida del misionero.

Qué agradable mantener, por escasos minutos, esta exquisito diálogo, con el padre Julio.

Los reconocidos escritores siempre tienen una palabra que los identifica; que adquieren mayor uso en su particular constelación vocabular, que parecen una carta de presentación. Otros vocablos, por el contrario, quedan a un costado, jamás se pronuncian, quedan escurridos, nunca mencionados. En tal sentido   solicitamos, al padre Julio, pensar en la palabra más difícil en su vida, y la que le ha sido, relativamente, más fácil.
Nos expone, con marcada determinación: “La más difícil palabra para pronunciar es la fidelidad. Ser fiel durante toda la vida; y la más fácil, ir por la vida, como los pajaritos., como lo decía y hacía San Francisco.”

Padre, Julio, qué parte de su vida ocupa el Delta.

“En todo mi corazón”





jueves, 8 de agosto de 2019



Ginecocidio: vocablo ya admitido para ser estudiado en la RAE
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
                                                                                                 
Ha resultado una lucha tan apasionada como titánica. Nuestra tarea la calificamos de inagotable, porque todavía falta bastante por hacer para la reivindicación de la mujer, con base en sus propios méritos, en todas partes, en los más disímiles escenarios.

 Justificamos tales afanes, por cuanto aún hay muchísimos odiosos resabios de una “cultura” androcentrista; cuyas lógicas y manifestaciones han buscado siempre imponer a la mujer los modos de ser y pensar.

El Androcentrismo, es decir la pretensión de que sea el varón el eje conductor de todas las importantes decisiones, termina limitando a la mujer a una constreñida trama, sin mayores posibilidades para sus desenvolvimientos, con pleno goce de sus derechos y libertades.

Sin embargo, a lo largo de los últimos decenios, con seguridad, la mujer ha ido desanundando ese entramado de perversión.

Vivir en condiciones patriarcales y de recurrente subestimación vino construyendo en el inconsciente de la mujer un esquema de conducta de obligada aceptación, causándole daño severo a su autoestima.

Luce paradójico que siendo el término Historia, con una mayor inclinación fonética hacia lo femenino (sin entrar en otras disquisiciones); las historias de las mujeres, en la humanidad, habían permanecido ocultas, como avergonzadas de sus antepasados, en situación constante de sometimiento.

En ese sentido, nos hemos atrevido a consignar, para su exhaustivo análisis, una nueva acepción para el aborrecible fenómeno de sociopatología: Ginecocidio, que consiste en el aniquilamiento de la vida de la mujer; aunque que algunos “osados” insisten en calificar de feminicidio o femicidio; ambas definiciones con las que nunca hemos estado de acuerdo; porque a lo interno de estos vocablos se aloja una trampa léxico- semántica que desvaloriza a la mujer en tanto ser humano.

Cumplo con informar que propuse hace quince días y acaba de entrar, para evaluarse,  la palabra Ginecocidio, como nueva acepción. Ha sido admitida en la instancia correspondiente de la Real Academia Española (RAE). Conocimos que se establecen algunas etapas que deben cumplirse, hasta alcanzar (si fuera el caso) algunas modificaciones o supresiones. Aclaramos que las Academias (inclusive la RAE, creada en 1713) no imponen los elementos lingüísticos, sino que procuran mejorar los actos de habla.

Hay un departamento que, primeramente, recibió la sugerencia de Ginecocidio; término con el que aspiramos darle un   cambio en la manera de denominar el detestable hecho contra la mujer. Allí, elogiables lexicólogos le hicieron, a la palabra propuesta, un examen preliminar

Este organismo nos respondió, de la siguiente manera: “La Unidad Interactiva del DRAE se complace en comunicarle que su mensaje acaba de ser recibido. La propuesta o sugerencia que nos envía referente a una voz o acepción del Diccionario de la lengua española será estudiada y valorada para su posible inclusión en la vigésima cuarta edición. Le damos las gracias por escribirnos y aprovechamos la ocasión para hacerle llegar nuestra consideración más distinguida
Miremos este otro elemento a considerar, que nos estimula a continuar con esta faena apasionada: hoy en día, el arraigo y la fuerza del pensamiento y acción de las mujeres en todas las disciplinas científicas, en filosofía, en deportes; digamos, en cualquier desempeño laboral, por muy complejo que se presente, son tan grandes, que ya se reconoce la extraordinaria dimensión que ellas confieren para la cabal interpretación del mundo y de la vida.

 ¡Cuánta alegría e identificación con el triunfo de las mujeres en el presente tramo epocal...!

 Las mujeres vienen formulando densas propuestas de Filosofía Política, que están siendo discutidas, en tanto referentes obligatorios, en las universidades, en los Parlamentos Occidentales y demás escenarios internacionales.

Quienes nos identificamos con las nobles causas de las mujeres, desde diversas ámbitos estamos emprendiendo inmensas cruzadas para que ellas adquieran   cabal reivindicación en la sociedad.

Nos ocupamos, particularmente, de conseguir un vocablo que refiera, con la mayor exactitud a los crímenes atroces que contra ellas se cometen, y que la mayoría de las veces, algunos medios o en conversaciones corrientes, se quiere disimular su significación, etiquetándolo de femicidio o feminicidio. Entendamos que no liquidan al género; están matando a la mujer, al ser humano.

Más adelante, en su escrito la RAE nos advierte que: “es requisito fundamental para el mantenimiento y la inclusión de voces que corresponden a las distintas áreas y países de habla hispánica, que su empleo actual esté suficientemente documentado en textos, preferentemente de los corpus de la RAE, que deben abarcar, además, un periodo de tiempo de al menos seis o siete años, pues de otro modo, podrían reflejar un uso pasajero. Por tanto, para la incorporación o enmienda de una palabra o acepción al Diccionario es necesario testimoniar su uso según hemos relatado anteriormente. Si dispone de textos suficientes con los que podamos iniciar los trámites para posibles adiciones o enmiendas, puede mandarlos…”

Me señalan que debe dársele al vocablo propuesto: Ginecocidio, suficiente frecuencia de uso.

Reiteramos nuestra aseveración, permanente, en cuanto a que el acceso pleno y en condiciones de igualdad sobre todo a la educación es un requisito fundamental para la potenciación de la Mujer, y es un instrumento excelso para alcanzar los objetivos de equidad, desarrollo y paz. Hoy se reconoce que la educación es un derecho humano y un vector societal indispensable para el progreso económico, social, político y cultural.


viernes, 2 de agosto de 2019





        Y ahora se suma Qatar.
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Nuestra lucha, como Esequibistas, ha sido indetenible e incansable.  Las actividades que, por años, hemos desplegado en todas partes, para fundamentar el reclamo de Venezuela sobre la Guayana Esequiba adquieren carácter de recurrentes e inagotables.

Reconocemos el elogiable trabajo, en idéntico sentido, de la Academia Venezolana de las Ciencias Políticas y Sociales; de la Comisión Especial de Defensa del Esequibo de la Asamblea Nacional; de las diversas Fundaciones y Organismos No Gubernamentales que priorizan en sus agendas de trabajo este tema-tópico que debe concitar la opinión unificada y la solidaridad de todo el país.

Extendemos, permanentemente, nuestra palabra de estímulo para las Fundaciones: Venezuela Esequiba, Amigos del Esequibo; para el Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela; así también la ONG, Mi mapa de Venezuela; para el Movimiento Nacional al Rescate del Esequibo, el Observatorio Regional de Educación Universitaria ( OBREU-Delta Amacuro), en fin para quienes asumen, individual o institucionalmente, como asunto propio y digno esta lid reivindicadora de la séptima parte de nuestra geografía nacional, que nos fue vilmente arrebatada, mediante el ardid tramposo del Laudo Arbitral de París, del 3 de octubre de 1899; sentencia que siempre hemos  considerado nulo e írrito.

Constancias expresas hemos dejado, de manera reiterada, en los medios, en las conferencias en las universidades y otros entes, de sucesivas advertencias a las autoridades de la Cancillería venezolana; con la severa advertencia:  quedarse callados, sin hacer las denuncias oportunas y contundentes; o permitir que los gobiernos guyaneses dieran ( y sigan dando) concesiones a empresas transnacionales para la exploración, explotación y comercialización de los vastos recursos que tiene la Guayana Esequiba, en el territorio y en su proyección atlántica; todas estas omisiones conspiran contra nosotros en los reclamos que históricamente hemos hecho de esa zona. Se puede llegar a interpretar como desistimiento de nuestra causa.

Conforme al Derecho Internacional Público, se paga bastante caro si se guarda silencio (Principio de Aquiescencia) ante hechos arbitrarios, agresivos u ofensivos de un Estado frente a otro.


El País está consciente que entre los Esequibistas nos comunicamos las inquietudes al respecto. Aflora en  nosotros una común y compartida inquietud, que se manifiesta en interrogantes del tipo: por qué quienes tienen las competencias en materia de Relaciones Exteriores; particularmente en lo atinente a la Guayana Esequiba, no convocan a las mejores capacidades de compatriotas, densamente formados, para diseñar las expeditas estrategias tanto para discernir, por la vía del forum prorogatum, en la Corte Internacional de Justicia o apelando a la No Comparecencia. Para ambas determinaciones se requiere una Nación unida.

Nos llama la atención que siendo, como lo volvemos a mencionar, un asunto de Estado haya tanta opacidad y displicencia por parte de quienes manejan la Política Exterior en nuestro país.
No es poca cosa la Pretensión Procesal de Guyana; y detrás de ellos, incontables empresas transnacionales en una lúdica de intereses de múltiples aristas.

Mientras tanto, el gobierno actual de la excolonia británica continúa entregando concesiones, a diestra y siniestra, a las empresas transnacionales para que se instalen en la Zona de Reclamación o en su proyección marítima.

Esta semana, una empresa qatarí recibió la permisividad del presidente David Granger para incorporarse a las labores de explotación, ilegal y abusivamente, de nuestros recursos, contrariando el contenido del Acuerdo de Ginebra de 1966.