Ginecocidio: vocablo ya admitido para
ser estudiado en la RAE
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la
Lengua
Ha resultado una lucha tan apasionada como titánica. Nuestra tarea la
calificamos de inagotable, porque todavía falta bastante por hacer para la reivindicación
de la mujer, con base en sus propios méritos, en todas partes, en los más
disímiles escenarios.
Justificamos tales afanes, por cuanto aún hay muchísimos odiosos
resabios de una “cultura” androcentrista; cuyas lógicas y manifestaciones han
buscado siempre imponer a la mujer los modos de ser y pensar.
El Androcentrismo, es decir la pretensión de que sea el varón el eje
conductor de todas las importantes decisiones, termina limitando a la mujer a
una constreñida trama, sin mayores posibilidades para sus desenvolvimientos,
con pleno goce de sus derechos y libertades.
Sin embargo, a lo largo de los últimos decenios, con seguridad, la mujer
ha ido desanundando ese entramado de perversión.
Vivir en condiciones patriarcales y de recurrente subestimación vino
construyendo en el inconsciente de la mujer un esquema de conducta de obligada
aceptación, causándole daño severo a su autoestima.
Luce paradójico que siendo el término Historia, con una mayor
inclinación fonética hacia lo femenino (sin entrar en otras disquisiciones); las
historias de las mujeres, en la humanidad, habían permanecido ocultas, como avergonzadas
de sus antepasados, en situación constante de sometimiento.
En ese sentido, nos hemos atrevido a consignar, para su exhaustivo
análisis, una nueva acepción para el aborrecible fenómeno de sociopatología:
Ginecocidio, que consiste en el aniquilamiento de la vida de la mujer; aunque
que algunos “osados” insisten en calificar de feminicidio o femicidio; ambas
definiciones con las que nunca hemos estado de acuerdo; porque a lo interno de
estos vocablos se aloja una trampa léxico- semántica que desvaloriza a la mujer
en tanto ser humano.
Cumplo con informar que propuse hace quince días y acaba de entrar,
para evaluarse, la palabra Ginecocidio,
como nueva acepción. Ha sido admitida en la instancia correspondiente de la
Real Academia Española (RAE). Conocimos que se establecen algunas etapas que
deben cumplirse, hasta alcanzar (si fuera el caso) algunas modificaciones o
supresiones. Aclaramos que las Academias (inclusive la RAE, creada en 1713) no
imponen los elementos lingüísticos, sino que procuran mejorar los actos de
habla.
Hay un departamento que, primeramente, recibió la sugerencia de
Ginecocidio; término con el que aspiramos darle un cambio
en la manera de denominar el detestable hecho contra la mujer. Allí, elogiables
lexicólogos le hicieron, a la palabra propuesta, un examen preliminar
Este organismo nos respondió, de la siguiente manera: “La Unidad Interactiva del DRAE se complace
en comunicarle que su mensaje acaba de ser recibido. La propuesta o sugerencia
que nos envía referente a una voz o acepción del Diccionario de la lengua
española será estudiada y valorada para su posible inclusión en la vigésima
cuarta edición. Le damos las gracias por escribirnos y aprovechamos la ocasión
para hacerle llegar nuestra consideración más distinguida”
Miremos este otro elemento a considerar, que nos estimula a continuar
con esta faena apasionada: hoy en día, el arraigo y la fuerza del pensamiento y
acción de las mujeres en todas las disciplinas científicas, en filosofía, en
deportes; digamos, en cualquier desempeño laboral, por muy complejo que se
presente, son tan grandes, que ya se reconoce la extraordinaria dimensión que
ellas confieren para la cabal interpretación del mundo y de la vida.
¡Cuánta
alegría e identificación con el triunfo de las mujeres en el presente tramo
epocal...!
Las mujeres vienen formulando
densas propuestas de Filosofía Política, que están siendo discutidas, en tanto
referentes obligatorios, en las universidades, en los Parlamentos Occidentales
y demás escenarios internacionales.
Quienes nos identificamos con las nobles causas de las mujeres, desde
diversas ámbitos estamos emprendiendo inmensas cruzadas para que ellas
adquieran cabal reivindicación en la
sociedad.
Nos ocupamos, particularmente, de conseguir un vocablo que refiera, con
la mayor exactitud a los crímenes atroces que contra ellas se cometen, y que la
mayoría de las veces, algunos medios o en conversaciones corrientes, se quiere
disimular su significación, etiquetándolo de femicidio o feminicidio.
Entendamos que no liquidan al género; están matando a la mujer, al ser humano.
Más adelante, en su escrito la RAE nos advierte que: “es requisito fundamental para el
mantenimiento y la inclusión de voces que corresponden a las distintas áreas y
países de habla hispánica, que su empleo actual esté suficientemente
documentado en textos, preferentemente de los corpus de la RAE, que deben
abarcar, además, un periodo de tiempo de al menos seis o siete años, pues de
otro modo, podrían reflejar un uso pasajero. Por tanto, para la incorporación o
enmienda de una palabra o acepción al Diccionario es necesario testimoniar su
uso según hemos relatado anteriormente. Si dispone de textos suficientes con los
que podamos iniciar los trámites para posibles adiciones o enmiendas, puede
mandarlos…”
Me señalan que debe dársele al
vocablo propuesto: Ginecocidio, suficiente frecuencia de uso.
Reiteramos nuestra aseveración, permanente, en cuanto a que el acceso
pleno y en condiciones de igualdad sobre todo a la educación es un requisito
fundamental para la potenciación de la Mujer, y es un instrumento excelso para
alcanzar los objetivos de equidad, desarrollo y paz. Hoy se reconoce que la
educación es un derecho humano y un vector societal indispensable para el
progreso económico, social, político y cultural.
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