jueves, 30 de noviembre de 2017



          Guyana no acepta buenos oficios

“Cuando se creía que el nubarrón de la Corte Internacional de justicia (C.I.J) había sido despejado, resulta que Guyana intentará por cualquier medio llevar la controversia que sostenemos por la Guayana Esequiba ante esa instancia”
Así lo declara el Dr. Abraham Gómez, quien le ha hecho un extraordinario seguimiento a este caso que mantiene en vilo a la opinión pública nacional, por cuanto Ban Ki-Moon, en su condición de Secretario General de la O.N.U, en su última decisión al frente de ese cargo dejó establecido que si para finales de este año 2017, Venezuela y Guyana no han avanzado considerablemente en el reclamo sobre la Guayana Esequiba, el asunto será remitido a la C.I.J.
Al respecto, expuso el Dr. Gómez “algunos amagos se hicieron desde ambas cancillerías, el mes pasado, en Nueva York, en presencia del Buen Oficiante Dag Nylander y Antonio Guterres actual Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas. Por cierto, nada en concreto. Da la impresión que de nuestra parte desean calmar, con esos pañitos de agua tibia, la insistencia y presión de voceros especializados en este tema. Y por el lado de Guyana, ellos están a punto de solicitar que se dirima este asunto en ese Tribunal Internacional.”
“no logramos comprender – añade Gómez-- por qué le habíamos venido sacando el cuerpo a la alternativa de arreglo jurídico, que contempla el Acuerdo de Ginebra y la Carta de las Naciones Unidas, para dirimir esta controversia, de modo pacífico. Y no sabemos por qué razón; si todos los elementos probatorios: socio-históricos, políticos y jurídicos nos asisten satisfactoriamente; y son documentos importantes para discernirlos en una mesa de discusión con los pares guyaneses e imparciales árbitros internacionales”
“En cada programa de televisión semanal donde asiste el presidente guyanés David Granger refuerza la creencia, ante ellos, que los venezolanos estamos reclamando las dos terceras partes de su territorio; y esto no es así: nosotros históricamente estamos reivindicando para Venezuela una séptima porción de nuestra espacio territorial que se nos arrebató vil y arteramente, a través de un írrito y nulo Laudo Arbitral, celebrado en París, en octubre de 1899”
“además – sigue exponiendo el académico Gómez – Guyana ha sido irrespetuosa del contenido del Acuerdo de Ginebra; suscrito el 17 de febrero de 1966, entre ese país, el nuestro y el Reino Unido; donde queda establecido que nadie debe arrogarse para sí la posesión de esos 159.500 kilómetros cuadrados; y menos dar concesiones a empresas transnacionales para la explotación y comercialización de los inmensos recursos de todo tipo que allí se encuentran. Reitero, Guyana no ha cesado en aprovechar el inmenso potencial energético que tiene la Guayana Esequiba, en tierra y mar. Ha hecho allí lo que le ha dado la gana, en complicidad con algunos países, que se dicen amigos o solidarios con Venezuela”
 “Vamos a estar claros, también: hemos estado reclamando para nuestra Nación venezolana la devolución de la Guayana Esequiba; algunas veces con ímpetus, otras con flaquezas y debilidades” Concluyó.


lunes, 27 de noviembre de 2017


Lenguaje inclusivo y sociedad masculinizada
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com

Nuestro idioma, no obstante sus muchas imprecisiones y aspectos mejorables, sostiene elementos normatizados por tácitos convencionalismos o por uso y aceptación tradicional. Dicho de otra manera, nos hemos venido acostumbrando a pronunciar y vocear las palabras de un modo, y aceptarlo, con plena legitimidad, como cuerpo social.
Uno de estos casos es todo cuanto se refiere  al Género Gramatical, que no tiene nada que ver con sexismo, genitalidades o ubicaciones conforme a  la "diversidad de gustos".
El Género Gramatical atiende a estructuras complejas morfo-sintácticas concordantes, cuya intención persigue darle exquisitez, economía y transparencia al texto-discurso, al orden  sintagmático que deben seguir las palabras; por lo que debemos evitar caer en la trampa semiótica de apelar a las dobles, innecesarias y redundantes consideraciones al momento de mencionar lo masculino y lo femenino.
No hacemos inclusión de lo femenino en la sociedad, ni reivindicamos a la mujer con sólo decir: muchachas y muchachas, ellas y ellos, todas y todos o poniendo arrobas (@)  en los escritos para abarcar ambos géneros de una sola vez.
En el castellano-español basta que usted señale únicamente un sustantivo con el cual abarca tanto lo masculino como lo  femenino, si tal vocablo varía sólo en las letras (a) (o).
Por ejemplo: Si dice diputados y niños (allí están contenidas también las diputadas y las niñas), pero si dice hombres debe mencionar mujeres; si menciona caballeros, también debe mencionar damas.
Muchas veces por pretender enarbolar falsos feminismos del tenor: participantes y participantas, concejales y concejalas, alférez y alfereza, oficinistas y oficinistos, camaradas y camarados, asistentes y asistentas, y por esa ruta distorsionada y ridícula se termina por ofender o poner en entredicho el verdadero valor de las mujeres en nuestra sociedad.
 Las mujeres requieren de nosotros, hoy tanto como ayer, una nueva mirada sociohistórica.
Se ha vuelto indetenible la presencia de la mujer en las más disímiles disciplinas y áreas de conocimientos.
 Las mujeres han venido asumiendo elogiosas responsabilidades, tal vez lentamente pero con fundamentación y sostenibilidad.
En bastantes partes del mundo se ha venido adelantando una especie de “excavación en la historia”, un  asunto casi de “arqueología social” con el fin de encontrar mujeres, de extraer sus palabras y sus obras. Para que ellas digan, en la contemporaneidad, lo que intentaron decir y no pudieron. Para que sus voces sean escuchadas.
Para hacer presentables sus obras, para rescatarlas de las olvidadas fosas del tiempo.
 Es un trabajo apasionante, que nos hemos propuesto.
 Lo hemos  ejercido desde todos los ámbitos posibles. Es una auténtica y palpitante genealogía solidaria, impregnada de razón y emoción.
Ciertamente,  todavía hay odiosos resabios de androcentrismo en las sociedades: enarboladas en una   cultura que cree aún que en torno a lo masculino deben determinarse todas las cosas.
 Digamos  también que al momento de escribir sobre el hermoso e interesante trabajo de las mujeres, muchos intelectuales emplean suficientes estrategias de atenuación discursiva que persiguen  minimizar el contenido de los enunciados cuando los ejes temáticos se refieran  al género femenino. 
Es verdad que cuando  una  sociedad  se encuentra masculinizada, entonces hace usos excesivos de atenuantes morfológicos o léxicos con los  diminutivos o modificadores, como instrumentos lingüísticos, que busca  darle opacidad a  las realidades de las mujeres.

Pero,  tampoco es para que sentenciemos como perversa a una construcción gramatical porque no use el falso desdoblamiento sexista.
 No le pidamos a las construcciones gramaticales que reivindiquen lo que algunas sociedades, enteramente masculinizadas, excluyen en los actos de habla, en la vida diaria y en los desenvolvimientos práxicos.-
¿Se siente  la mujer  excluida,  discriminada al no verse visualizada en cada expresión lingüística relativa a ella?
Podemos aligerar, una y otra vez, las mismas y  decididas respuestas a la anterior pregunta: los abusos en los desdoblamientos referidos al género gramatical  son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico.



sábado, 25 de noviembre de 2017



Chávez: Palabras más, palabras menos. ( II)
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

La historia socio-política de Venezuela ha visto discurrir figuras con pretensiones mesiánicas.  Personas comunes y corrientes, insurgidas a partir de circunstancias civiles o militares fortuitas, con ilusión de dejar plasmados sus nombres para la posteridad. Tal vez el expresidente Chávez manejó la idea-posibilidad de proyectarse más allá de su finitud existencial.
Me he propuesto estudiar y analizar académicamente el tejido discursivo que se fue autoconstruyendo el expresidente Chávez; a pesar de la marcada diferencia política que tuve y he tenido siempre con su filosofía política e ideología: oscuras e indescifrables aún.  Dejo expresa constancia, así además, que la distancia que guardé con su manera de ser y hacer, no constituye un obstáculo para que, objetivamente sigamos haciendo un discernimiento crítico de su narratología.
En Venezuela nuestros registros documentales   testimonian similares tramos epocales que fueron liderados a partir de una figura sobresaliente que logra suficiente arraigo en las masas, y que apela de modo reiterado a resignificaciones de parcelas de la realidad. Es decir, pensar que con llamar las cosas, en los discursos de otra manera, éstas iban a cambiar esencialmente.
Quizás sea todavía temprano para emitir un juicio de las probabilidades de sustentación en los próximos años de los recursos expresivos originarios a los que apeló el hijo de Sabaneta de Barinas; de quien sabemos ya que su entramado lingüístico iba dirigido a lograr efectismo e identidad con su proyecto
Vemos cotidianamente a su gente con idénticos movimientos de manos a los del expresidente Chávez; Los copartidarios le emulan los saludos militares cuando se presentaba en las concentraciones públicas. Escuchamos a muchos dirigentes chavistas en los discursos que pronuncian casi que con las mismas modulaciones, las entonaciones, la duración fonológica de las sílabas y demás elementos suprasegmentales.
Su tipología discursiva es copiada y   replicada, por quienes aún lo siguen, en sus sensibilidades y otras manifestaciones verbales, cargadas de excesiva imaginación.
El expresidente Chávez tenía una condición innata para hacer de la fábula el género preferido para su oralidad.
La constante reposición en los medios audiovisuales de las alocuciones de Chávez y otras intervenciones públicas la llegamos a calificar como una estrategia de nostalgia comunicacional a lo interno de su militancia; que según ellos les pueden producir alguna ganancia política, a corto y largo plazo; por cuanto dejan reverberante, en el imaginario colectivo de su gente la figura y discurso del fundador.


Cabe, lógicamente, la recomposición léxica-semántica (palabras y significados) de los rasgos característicos del discurso del expresidente Chávez; según la perspectiva que vaya adoptando su gente conforme a las vivencias y a las variaciones contextuales.

lunes, 13 de noviembre de 2017



Borges y Florido no representan a toda la oposición

“Ellos son dos dirigentes políticos, de sus respectivas organizaciones partidistas; sin embargo, de allí a pretender llevar la voz de todo un país democrático en un cónclave internacional, anunciado para mañana en República Dominicana hay una considerable distancia.”
Luego nos señala, a manera de recordatorio el Dr. Abraham Gómez “en Venezuela hubo una consulta nacional, el 16 de julio, con visos de plebiscito, en cuyas tres preguntas se condensaba lo que debió ser la ruta para reconquistar el Estado de Derechos en nuestro país, y a tales resultados no se les hizo caso”.
 “Le digo que hay momentos en que uno entra en sospecha de la opacidad de las relaciones que sostiene el gobierno (para sostenerse) con algunos dirigentes de la oposición. Por ejemplo  el actual régimen  venezolano desconoció los resultados de la consulta por considerarlos inconstitucionales; al tiempo que le giró instrucciones a la inefable   presidenta del CNE quien  pidió que no se generaran falsas expectativas y resaltó que el proceso no tenía validez jurídica; en esa misma línea ​ El Contralor General afirma que la figura del plebiscito no aparece en la Constitución, por su parte ​  el Defensor del Pueblo añadió que los resultados no son vinculantes; y allí murió la consulta, que inmensas esperanzas ofreció al país democrático venezolano.
Nos expone, el Dr. Abraham Gómez con firmeza “Ha habido mucho más claridad en los pasos y metas trazadas por la comunidad internacional: OEA, ONU, Unión Europea y grupo de Lima, entre otros, que la dirigencia bobalicona y conformista que hemos tenido hasta hoy”

El Dr. Gómez, nos manifestó coincidir con la apreciación de Dr. Diego Arria, en el sentido que hay un juego raro y perverso por debajo, y a algunas veces, por encima de la mesa, que no permite que los objetivos democráticos se cumplan.

jueves, 9 de noviembre de 2017



Chávez: Palabras más, palabras menos (I)

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.

A pesar de la marcada diferencia política que he tenido con su proyecto ideológico; así además, la distancia que guardé con su manera de ser y hacer. Sin embargo, esto no constituye un obstáculo para que, objetivamente me permita hacer, en mis modestas posibilidades, un análisis crítico del tejido discursivo con el cual el expresidente Chávez logra seducir, captar y sujetar a un considerable conglomerado de venezolanos , desde que irrumpe en la vida política-militar hasta al final de su existencia.
Casi toda su narratología pensada, elaborada y pronunciada estaba contenida de vocablos pertenecientes a los ámbitos civil y militar; que él llegaba a mezclarlos ( y manipularlos), con insistente utilidad, porque sabía la intención con que lo hacía, los objetivos trazados y las reacciones que iban a causar.
Conocía de antemano los propósitos de decirlo así, y no de otra manera.
Tal entramado lingüístico se dirigía a lograr efectismo e identidad con su proyecto.
En los primeros años, su metamensaje penetró en los estratos socioeconómicos de escasas disponibilidades dinerarias; luego se hizo permeable hacia la clase media, aunque tímidamente.
Por muy adversario que uno pueda llegar a ser de lo que él engendró teórica y prácticamente, desde el punto de vista político; reconocemos, sin mezquindades, que tenía una innata cualidad para la comunicación; eso sí, con bastante histrionismo.
Sus copartidarios y antagonistas dan crédito a una especie de imantación en la oralidad discursiva del expresidente Chávez. Mucha gente que lo seguía quedaba como hipnotizada viéndolo hablar y mover las manos.  Una combinación del lenguaje oral y gestual, admirada por no pocos. 
Desaparecido el presidente Chávez, sus adláteres, sobre todo de primer orden y quienes creen interpretarlo, se sintieron con derecho de heredar toda su simbología política, las expresiones corporales que lo distinguió.
 Su registro lexical le era muy personal: palabras, frases, enunciados, citas, anécdotas le dieron una caracterología individualizada.
 Su tipicidad discursiva es emulada y   replicada, por quienes aún lo siguen, en sus sensibilidades y otras manifestaciones verbales, cargadas de fábulas o tal vez con excesiva imaginación.
 Y Preguntamos… ¿Hasta dónde se hace válido y legítimo que algunos de los exégetas del chavismo se valgan de la específica manera que él poseía para relatar, para echar los cuentos de su infancia y los eventos vividos a lo largo de su existencia?


miércoles, 8 de noviembre de 2017

“Enfermedades de transmisión textual”

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Cada vez se hace más visible e  insoportable leer, aunque sea una sencilla frase, un breve párrafo, y tropezarse con alguna “horrorosidad”.
Genera tristeza y vergüenza escuchar a alguien, a quien suponemos formado para expresarse adecuadamente, cometer cualquier cantidad de galimatías y deslices en la pronunciación de las palabras.
Tampoco pedimos que haya un permanente ejercicio de erudición y manejo de exquisiteces gramaticales.

Ciertamente, La población no tiene por qué hablar  o escribir como determinan las Academias. Estas instituciones han sido creadas para describir hechos del habla; prescribir el uso correcto (y normatizar sin imponer); proscribir al captar las distorsiones morfosintácticas, o  cuando entra en sospecha que hay  alejamientos en los actos de habla o en la lengua, de lo que hemos  legitimado  como cuerpo social, para que dé  siempre esplendor a nuestro idioma.
Tal vez valga un sencillo ejemplo, para clarificar en este asunto: así como cuando nos disponemos a conducir un automóvil en vía pública; asumimos a consciencia que hay reglas y normas preestablecidas que debemos acatar, respetar y obedecer para que el tránsito fluya; y no seamos,  precisamente nosotros, por torpeza, impericia o atrevimiento quienes provoquemos accidentes  funestos   con   pronósticos reservados.
La lengua, es una entidad social y posee, ensimisma, sus propias normas y desenvolvimientos. La persona escoge si quiere escribir o hablar al garete. La persona decide en  su libre albedrío cómo quiere conducirse lingüísticamente. Su comportamiento debe atenerse, entonces, a las críticas consecuenciales.

Suficiente  gente, por ignorancia o quizás de mala fe, intenta calificar de cómplices  a los medios de comunicación, a la Red de redes, a los distintos  sistemas tecnológicos Multimedia por cuanto, según ellos, facilitan que los usuarios cometan errores garrafales, insoportables, al hablar o escribir.
Inadmisible, es como si calificáramos de arma mortal  al bisturí por alguna mala praxis cometida, con este instrumento, dentro o fuera del quirófano.
Luce imparable y contaminante esta ola expansiva; ya incorporada en individuos como su manera natural de decir, hacer y ser. Los textos productos de tales prácticas lingüísticas parecen signos y síntomas de una patología mucho más acendrada.
El juego de palabras con doble sentido, y  con pésima estructura redaccional, los comentarios que leemos en la Red, rayanos en vulgaridades se han vuelto una plaga.
 Quienes se hacen nombrar políticos (o con eufemismo “luchadores sociales”) recurren al vocablo soez para añadir fuerza a lo que dicen o para compensar su limitado vocabulario y su precariedad discursiva. Igualmente, en el mundo del espectáculo (en una  especialización actual llamada talk-comedy) los humoristas se valen de “palabrotas” y chistes subidos de tono para entretener al público. Cada quien escoge la vía y contenido para hacerse sentir.
Todavía resuena aquella   hermosa expresión de Heidegger “La lengua es la morada del ser”, con la cual nos ha querido señalar, desde siempre, que La categoría del Ser reside en el uso que hagamos de la lengua, hablada o escrita. Cada ser humano define su esencia, lo que es, a partir de la constelación del vocabulario que es capaz de desarrollar, de comunicar: lenguaje escrito, gestual, oral, de los cuales dependen las expresiones educativas, artísticas, científicas, económicas, filosóficas, deportivas.

La lengua aloja a nuestro Ser porque todo lo que decimos o hablamos reside en nuestros pensamientos. 

viernes, 3 de noviembre de 2017



Todos los caños habidos y por haber.
(En memoria del escritor deltano Humberto Mata)
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
Bastante comprensible es que una persona, por muy buenas intenciones y disposiciones que tenga, en toda su vida no llega a conocer o recorrer los innumerables y vastosísimos caños de nuestro Delta.
Por una razón sospechada desde siempre: los deltas nunca terminan de hacerse. Cada día aflora, con los aluviones deltaicos, una posibilidad de ser.
En el Delta, a decir verdad, el escenario natural que hoy deslumbra por su belleza, mañana se transforma en algo, quizás mucho más maravilloso. Y así va siendo y haciéndose constante y sostenidamente. Ilación de sueños interminables que nos apasionan.
Nos atrevemos a señalar que nuestro afamado escritor Humberto Mata, por lo menos físicamente, no pudo visualizar nuestra inmensa geoespacialidad.
Y nos preguntamos, si acaso tal limitación constituyó, para Humberto, un óbice determinativo, para no asir e involucrar en su narrativa la exuberancia y esplendor que describe y caracteriza este pedazo de tierra, que nos hemos dado para vivir.
Sabemos que todo este andamiaje nos confiere idiosincrasia y suficiente piso identitario; refuerza la creación de la Categoría existencial que denominamos Deltanidad: tejernos en la piel nuestras valoraciones, motivaciones, acendradas y comunes costumbres, conocimientos, emociones, sensibilidades, mitos, ritos, triunfos y desaciertos; nuestras especificidades con las respectivas vivencias y querencias, sin eludir las carencias.
En sus relatos, Humberto recurre con insistencia a prescribirnos que la cultura se asume en tanto vector generador permanente de diferenciadoras posiciones ideológicas, de síntesis axiológicas y de tensiones pulsionales.
Humberto siempre se manifestó respetuoso de la opinión contraria a la suya, en el campo que fuera.
Será por ese motivo que pesquisamos en la vertebración de sus escritos, una justificación devocional hacia el prójimo; que se hace traducible, para él, en lo siguiente: los seres humanos tenemos un destino inexorable, estamos obligados a vivir juntos.
A muchos les resulta complicado con-vivir, cuya acepción extensa vendría a significar imbricarse en/con el otro.
Con-vivir es admirable, decía Humberto.
Con-vivir comporta mucha más que llenar de personas un espacio territorial; las orillas de los caños del Delta, por ejemplo. O asentar a una considerable porción de gente en un lugar determinado para que satisfaga, conforme a las circunstancias, sus necesidades existenciales.
Admitamos que somos seres humanos con nuestros instintos y aprendizajes. Que estamos obligados a compartir, para reencontrarnos en un crisol lo que en realidad sabemos con anticipación es diverso.
Si dudas, el caleidoscopio de pluralidades sociales y naturales del que disfrutamos, y del que Humberto hizo casi un despliegue vicarial.
(Extracto de mi aporte escritural para el libro a publicarse pronto en homenaje a Humberto Mata)

jueves, 2 de noviembre de 2017



Guyana a punto de llevarnos al Tribunal Internacional de Justicia

(Tucupita) Porque quienes han tenido la responsabilidad de insistir con irrefutables pruebas que nos despojaron, vilmente de la Guayana Esequiba, han devenido en una partida de ineptos”
Con tanta contundencia lo da a conocer el Dr. Abraham Gómez, estudioso por años de esta problemática, que hemos confrontado primero con el Reino Unido y ahora con Guyana.
“digo más –continuó exponiendo Gómez—le habíamos venido sacando el cuerpo a la alternativa de arreglo jurídico, que contempla el Acuerdo de Ginebra y la Carta de las Naciones Unidas, para dirimir esta controversia, de modo pacífico. Y no sabemos por qué razón; si todos los elementos probatorios: socio-históricos, políticos y jurídicos nos asisten satisfactoriamente; y son documentos importantes para discernirlos en una mesa de discusión con los pares guyaneses e imparciales árbitros internacionales”
“En reiteradas ocasiones, y en distintos escenarios internacionales, el actual presidente guyanés, David Granger ha sostenido determinantemente que no accederán a continuar el litigio con Venezuela a través de la figura del Buen Oficiante; por cuanto, según sus palabras, eso ha constituido una perdedera de tiempo y no ha arrojado los resultados esperados para ninguna de las dos partes en controversia.  Añadiendo que el mencionado Laudo de París ya ha dado como cosa juzgada tal enfrentamiento”
“Sin embargo –añade el Dr. Abraham Gómez, cuya tesis doctoral es sobre la Guayana Esequiba – se acaba de producir una reunión entre el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, el designado nuevo Buen Oficiante Dag Nylander, el canciller guyanés Carl Greenidge con una amplia delegación de ese país, y por la parte venezolana el canciller Arreaza y unos supuestos asesores que nadie conoce”
Gómez, también expuso la especie de “bomba de tiempo” que tenemos en la ONU, por lo siguiente: “Antes de finalizar su ejercicio como Secretario General de la Organización de la Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, determinó que si para finales de este año 2017, no se ha adelantado mucho, en esta controversia, las partes se verían obligadas a dirimir la reclamación por ante el Tribunal Internacional de Justicia; y por lo visto, no ha habido la voluntad de que esto avance, como debería”

Dice el Dr. Gómez, “ esta semana, se perdió una excelente ocasión, en la ONU, para denunciar que haciendo caso omiso al contenido y alcance del Acuerdo de Ginebra, documento cincuentenario que limita cualquier actividad de empoderamiento de recursos o inversión inconsulta en la Guayana Esequiba, Guyana continúa dando pleno protección legal y apoyo a  casi treinta empresas transnacionales para que  exploren, exploten y comercialicen con los recursos petrolíferos, energéticos en general, y de cualquier otra índole, no sólo en el área terrestre sino también en  nuestra Plataforma Continental, exactamente frente a la Zona en Reclamación. Concluyó