domingo, 30 de abril de 2017



ESTOPA EN LA GARGANTA (I)
         Dr. Abraham Gómez R.
         Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
         abrahamgom@gmail.com

Habíamos pensado que con el derrumbamiento del Muro de Berlín también se hacía posible el descalabro estrepitoso de teorías políticas anacrónicas: comunismos, socialismos de baja ralea, fascismos, totalitarismos, populismos, militarismos, personalismos, absolutismos, estatismos, y todos los ismos que condicionan las libertades humanas.
Tales ideologías, de ingrata recordación, mantuvieron la intención siempre de separar a los seres humanos, en sus sensibilidades y emociones. Fracturar a la gente porque piensan distintos; además con estrategias de indoctrinación buscan, de manera imbécil, ubicar a los ciudadanos forzosamente en posiciones dicotómicas, para desatar luego las riendas a maniqueísmos irreconciliables. Si no estás con el régimen te apartan, descalifican y aborrecen. Aplican hoy en Venezuela la rancia cartilla cubanoide.
En los tiempos que transcurren resulta impensable que alguien (o secta de ineptos facinerosos) por muy osados que sean puedan convocar (tal vez contaminar) a una multitud con sus ideas totalitarias y salir ilesos.  Saben por qué?, porque la cultura democrática del pueblo venezolano no se va a calar estas tropelías de un régimen  que se está cayendo a pedazos, y que sólo lo sostiene las puntas de bayonetas.
Constriñen las libertades en el ejercicio de la educación, de la propiedad privada, de la producción, del comercio, de decisión de movilidad, de la participación social en condición de ciudadanos independientes. Coaccionan, extorsionan y aterrorizan a los medios de comunicación para que no informen.
Todo en nuestro país pretenden sellarlo con los tintes de partido único, oficializado, a cuyo frente se construye la figura de un “jefe absoluto” con poderes ilimitados, siendo él mismo el superior jerárquico de la estructura estatal; aunque su estampa sea la de un “indigente mental”.
 Lo anterior bajo la estricta vigilancia de un cuerpo civil-militar: mezclote de paramilitares y colectivos con una lógica y discurso cuartelario, amenazante; con la finalidad de asegurar la imposición sectaria de una ideología. Cualquier manifestación en contrario pretenden acallarla con represión a mansalva.
Lo que Foucault estudió en la década del setenta como el biopoder hoy en día va haciéndose, en nuestro país más evidente.
La vida y lo viviente constituyen los retos de las luchas políticas en la Venezuela contemporánea.
Ha venido este régimen haciendo uso de los manuales de medios típicos para el control ciudadano: acortamiento de las libertades, abierta o sibilinamente, de expresión, de información, taponar con crudeza y sin escrúpulos bocas y oídos para que no digan, para que no escuchen. Obturar las conciencias.

La realidad desde siempre ha estado llena de contradicciones, plena de complejidades, escurridiza para pretender encerrarla en un sistema socio-político que impone sus propios fetichismos. En el presente tramo epocal la humanidad enarbola un pensamiento plural.

domingo, 23 de abril de 2017



QUIJOTIZACIÓN DE SANCHO O SANCHIFICACIÓN DEL QUIJOTE
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com
Desde siempre toda la producción literaria de Miguel de Cervantes ha suscitado las más prolijas investigaciones; abordadas desde distintos puntos de vista.
Su proyección y admiración universal no tienen precedentes. Por ejemplo, El Quijote ha sido traducido a casi todos los idiomas del mundo; y otro dato interesante, después de la Biblia ha sido el texto más leído de la humanidad, lo cual nos hace sentir orgullosos en nuestra condición de hispanohablantes.
Ha habido una permanente indagación en los intersticios de tan hermosos tejidos discursivos. No sólo en su obra cumbre: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Permítanme decir, que a lo largo de más cuatrocientos años los críticos han actuado como cirujanos; han hecho todo tipo de disecciones, en tales géneros escriturales, con absoluta minuciosidad.
Saben qué sorprende: que aún consigamos en esos trabajos densos aportes y conclusiones desconocidas y originales.
Me atrevo a aseverar que sólo una obra tan extraordinariamente fecunda en matices es capaz de alentar y sostener tales enjundiosos estudios, imaginaciones y novísimas reinterpretaciones sin agotar su infinito y riquísimo caudal.
Como hombre de su tiempo, Cervantes estuvo al tanto de las corrientes literarias y filosóficas de entonces, algunas de las cuales dejaron huellas en sus creaciones. Así como también se ha dicho que la dual personalidad del manchego Don Miguel se encuentra desdoblada en los dos principales personajes de la citada obra: idealización y pragmatismo. Conflicto permanente entre las fantasías del presunto caballero y la realidad encarnada en el grotesco acompañante.
Diversas corrientes del pensamiento y muchos de los elementos que caracterizan el espíritu renacentista se encuentran concitados en la obra de Cervantes. Con el ligero detalle, que el “Manco de Lepanto” escribe este elogiable y admirado relato satírico y de parodia, para desprestigiar los pedantes libros de caballería, que daban cuenta de grandes empresas de conquistas en aquella época.
Todo buen caballero, a decir de Cervantes, requiere de un fiel escudero.
Y para este relato, El Quijote: iluso, romántico, soñador, visionario, idealista logra contratar a Sancho, a quien describe, como su compañero de luchas, pero que “no tiene mucha sal en la mollera”.
Sancho, con su sentido práctico de las cosas, influido la mayoría de las veces en estas hazañas por el fatalismo; afincado en cada paso por el realismo vital.
Sin embargo, a pesar de su temple rústico y directo para exponer sus pareceres; Sancho sirve de escudero por cuanto El Quijote le ofreció como paga por su servicios hacerlo gobernador de la isla Barataria. Un compromiso ficcionado de El Quijote para que el tosco propietario de Rucio no lo abandone en su enfrentamiento con los molinos de viento.
En sus interminables cabalgatas, de todas maneras, El Quijote y Sancho, cada uno condensa sus propias creencias y prejuicios.
Cervantes construye una pareja inmortal poniendo en contraste la locura idealizadora y la realidad tangible, la cultura y la rusticidad, la ingenuidad y la picardía. Incluso el aspecto físico de ambos presenta esta doblez: la larga y seca figura de Don Quijote montado en su caballo frente a las redondeces y la gordura de Sancho montado en su pobre asno.
Al final, podríamos decir que la locura de El Quijote fue transformando a Sancho; así entonces, su proverbial pragmatismo fue mutando hacia ilusiones o ideas vagas.
Y la conseja conclusiva de El Quijote hacia su sobrina devela que regresa él al mundo de los cuerdos “te recomiendo que nunca hagas pareja con hombre lector de caballerías, porque se desquician".-

lunes, 17 de abril de 2017



Dualidad cervantina:
La quijotización de Sancho o la sanchificación del Quijote
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Desde siempre toda la producción literaria de Miguel de Cervantes ha suscitado las más prolijas investigaciones; abordadas desde distintos puntos de vista.
Su proyección y admiración universal no tienen precedentes. Por ejemplo, El Quijote ha sido traducido a casi todos los idiomas del mundo; y otro dato interesante, después de la Biblia ha sido el texto más leído de la humanidad, lo cual nos hace sentir orgullosos en nuestra condición de hispanohablantes.
Ha habido una permanente indagación en los intersticios de tan hermosos tejidos discursivos. No sólo en su obra cumbre: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Permítanme decir, que a lo largo de más cuatrocientos años los críticos han actuado como cirujanos; han hecho todo tipo de disecciones, en tales géneros escriturales, con absoluta minuciosidad.
Saben qué sorprende: que aún consigamos en esos trabajos densos aportes y conclusiones desconocidas y originales.
Me atrevo a aseverar que sólo una obra tan extraordinariamente fecunda en matices es capaz de alentar y sostener tales enjundiosos estudios, imaginaciones y novísimas reinterpretaciones sin agotar su infinito y riquísimo caudal.
Como hombre de su tiempo, Cervantes estuvo al tanto de las corrientes literarias y filosóficas de entonces, algunas de las cuales dejaron huellas en sus creaciones. Así como también se ha dicho que la dual personalidad   del manchego Don Miguel se encuentra desdoblada en los dos principales personajes de la citada obra: idealización y pragmatismo. Conflicto permanente entre las fantasías del presunto caballero y la realidad encarnada en el grotesco acompañante.
Diversas corrientes del pensamiento y muchos de los elementos que caracterizan el espíritu renacentista se encuentran concitados en la obra de Cervantes. Con el ligero detalle, que el “Manco de Lepanto” escribe este elogiable y admirado  relato satírico y de parodia, para  desprestigiar los pedantes libros de caballería, que daban cuenta de  grandes empresas de conquistas en  aquella época.
Todo buen caballero, a decir de Cervantes, requiere de un fiel escudero.
 Y para este relato, El Quijote: iluso, romántico, soñador, visionario, idealista logra contratar a Sancho, a quien describe, como su compañero de luchas, pero que “no tiene mucha sal en la mollera”.
Sancho, con su sentido práctico de las cosas, influido la mayoría de las veces en estas hazañas por el fatalismo; afincado en cada paso por el realismo vital.
Sin embargo, a pesar de su temple rústico y directo para exponer sus pareceres; Sancho sirve de escudero por cuanto El Quijote le ofreció como paga por su servicios hacerlo gobernador de la isla Barataria. Un compromiso ficcionado de El Quijote para que el tosco propietario de Rucio no lo abandone en su enfrentamiento con los molinos de viento.
En sus interminables cabalgatas, de todas maneras, El Quijote y Sancho, cada uno condensa sus propias creencias y prejuicios.
Cervantes construye una pareja inmortal poniendo en contraste la locura idealizadora y la realidad tangible, la cultura y la rusticidad, la ingenuidad y la picardía. Incluso el aspecto físico de ambos presenta esta doblez: la larga y seca figura de Don Quijote montado en su caballo frente a las redondeces y la gordura de Sancho montado en su pobre asno.
Al final, podríamos decir que la locura de El Quijote fue transformando a Sancho; así entonces, su proverbial pragmatismo fue mutando hacia ilusiones o ideas vagas.

Y la conseja conclusiva de El Quijote hacia su sobrina devela que regresa él al mundo de los cuerdos “te recomiendo que nunca hagas pareja con  hombre lector de caballerías, porque se desquician”.

martes, 11 de abril de 2017



 MEMORIA Y OLVIDO
( Dedicado a las personas con Alzheimer )
 ( *) Recopilación intertextual:
  Dr. Abraham Gómez R.

Somos memoria y olvido.
Somos afectos, ternuras entrañables.
Más allá del lenguaje,
 junto a  la comprensión están los sentimientos compartidos.
Malo es vivir sin recordar, como me está ocurriendo;
pero peor es vivir olvidado por todos.
La vida tiene mucho de despedida, de alejamiento.
Por eso cada instante hermoso, yo lo percibo, como un eterno momento.
Yo sigo pensando
que la vida permanece por ahí…
un poco escondida y a la deriva,
un poco loca y un poco niña,
pero siempre viva,
aunque con el corazón deshecho, para algunos,
y para otros la razón vacía.

No me pidan que recuerde cosas,
No traten de hacerme comprender,
 lo que para mí es un triste olvido;
Sí, lo que ya mi mente no alcanza a comprender.
 Así, vivo, intranquilo.
Prefiero que me  dejen estar con ustedes,
Deseo saber que están conmigo.

A veces, me ven triste, ¿verdad?, como lejos, casi perdido.
Todo lo que sé es que los necesito,
No pierdan la paciencia conmigo,
 me basta que me tomen de la mano,
para sentir que están aquí, para sentir un alivio..

No puedo hacer nada con lo que me ocurre,
Aunque trato de ser diferente, no lo logro, no lo consigo.
Por eso les suplico no reclamen, no lloren, no griten,
Que en mi existencia, la de ahora, que en  este mundo  donde vivo
Las cosas se miran tan distintas. Saben por qué..?

Porque hoy la vida me ha enseñado que
no siempre gana el que tiene más
o el que cree saber lo verdadero,
ni el que tiene la razón. Todo eso, importa un bledo.


Gana el que tiene amor,
quien sabe dar,
quien comprende
al que no comprende
quien no se olvida de aquel
que todo olvida.
Yo no sé a dónde van, ustedes,
ni de dónde vienen,
Sólo sé que pasan por mi  limitada mente.
 Pregunto, ¿Será que no me escuchan?
¿Será que no comprenden?

Yo sé que están ahí,
 Aunque pocos   me entienden.
Tal vez porque no me ven,
a lo mejor porque no me sienten.

Yo veo muros que ustedes no miran,
Yo siento cosas que ustedes no sienten,
¿Será que la gente no me ve?
¿Será que mis amigos
no me escuchan?

Les cuento que voy por la calle,
 y las personas están ahí y no me hablan,
Ellas están ahí y no voltean,
Parecen ignorarme;
Tal vez han dejado de creer en mí,
Quizás porque me sienten ausente.
Poco vale que yo me olvide,
Importante es que ustedes no me olviden, porque los necesito.
Lo mejor de mí ya partió
No me abandonen, quédense a mi lado.
Ámenme hasta el fin de mi vida.

    Tucupita, 11 de abril de 2017


(*) Un trabajo de intertextualidad significa una búsqueda de documentos (o parte de éstos), versos de distintos poemas y autores, aportes personales de quien hace todo este amalgamado de frases e imágenes.

viernes, 7 de abril de 2017



Más allá de la miseria
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

No nos merecemos, como País, la terrible situación por la que estamos atravesando.
Impensable hasta hace algunos años que Venezuela, con toda la riqueza que nos ha prodigado la naturaleza el presente régimen (que se parece mucho a una secta) la haya convertido en una abominación. Una nación empobrecida asaz.
No porque lo digan los indicadores macroeconómicos, que constituyen un referente para saber cómo estamos en comparación a otros lapsos y frente a otras entidades internacionales, sino porque la realidad golpea cada vez más.
Triste y vergonzoso ver a bastante gente hurgando mendrugos y desechos en la basura de residencias domésticas y casas comerciales.
Los capitostes del régimen si por casualidad ven la miseria humana, se hacen los desentendidos para no mirarla. Dos vocablos suficientemente diferenciados: ver y mirar.
 Se han venido imponiendo los mecanismos caracterizadores de los regímenes totalitarios, cuya mayor esencia viene dada por la descarada y siempre detestada pretensión de concentrar y controlar lo más mínimos designios de los seres humanos. A esto lo categorizó Foucault como el biopoder. La determinación por parte de militares, en función de poder, de hasta lo que debes comer. Racionan clases de alimentos, calidad, cantidad y tiempos de espera. A alguna protesta, o manifestación de descontento la apabullan con represión, tortura, desapariciones o juicios sumarios en tribunales militares.
Si ya soportábamos, en contra de nuestra voluntad, a militares mediocres ocupar los distintos ámbitos naturales de la sociedad civil, súmese este hecho deleznable: conculcar tu libertad de alimentación.
Los detentadores del régimen están perdiendo, por ineptos, una tal “guerra económica” que ellos mismos se han inventado, para justificar el acuartelamiento que hacen de los rubros de la dieta diaria.
Si la cosa sigue como va pronto hablaremos de cibilización (con b larga-bilabial), que denota cibus: capricho de cebar, engordar a la población (no precisamente de alimentos sino de desquiciamientos militaroides), al tiempo que practican los ensañamientos para quienes osen desmandarse del orden impuesto.
No por ingenuidad o casualidad al frente de la mayoría de los ministerios de la administración pública conseguimos militares venezolanos y cubanos, con pobrísima formación universitaria para regir tales designios.
Mayor desprecio a los sustantivos principios de la Civilidad, de la ciudadanización no puede haber.
Los militarismos, sean de izquierda o derecha, desembocan en las peores calamidades por cuanto, como acto reflejo, su fin último es eliminar a los oponentes.
Las comunidades democráticas del mundo aíslan a las mentalidades militaristas, como está sucediendo en esta hora aciaga, con el actual régimen venezolano: violador flagrante de los Derechos humanos. Por cierto, delito de Lesa Humanidad que no prescribe.
Al militarismo los antagonistas les resultan incómodos porque en sus desvaríos de tropa no hay posibilidad para valorar la cohabitación con los contrarios.
En los sistemas auténticamente democráticos la esencia es la tolerancia, sin en el mínimo rasgo cuartelario.

 Las conquistas que afloran en la Democracia se asumen para todos; por eso son hermosas, porque provienen del resultado a partir de un disenso fértil.