lunes, 28 de diciembre de 2015


Expertos afirman que el recrudecimiento del conflicto 
territorial, por parte del Ejecutivo, fue una estrategia
 electoral que falló
En un año en el que la disputa territorial entre Guyana y Venezuela por la zona del Esequibo se recrudeció, analistas coinciden en que la tensión provocada por el gobierno de Nicolás Maduro bajó significativamente después de las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Abraham Gómez, doctor en Ciencias Sociales, afirmó que el conflicto fue parte de una estrategia para crear un “falso nacionalismo” y “un ardor electoral”. “La controversia sigue estando allí. Venezuela no ha seguido con el asunto, mientras que Guyana se ha preparado jurídicamente en todo este tiempo”, agregó.
Señaló que un “silencio incomodo e injustificado” se ha ido apoderando del gobierno en torno a la controversia por el Esequibo. “Es extraño que luego de la convulsión que se levantó internacionalmente no ha habido mayores iniciativas de insistir sobre la recuperación del territorio”, enfatizó.
En apoyo a la teoría de Gómez, el ex embajador de Venezuela en Guyana Sadio Garavini dijo que el gobierno demostró que todo se trataba de un tema electoral: “Cuando se dieron cuenta de que las encuestas habían bajado y que sus tácticas parar crear un nacionalismo habían fallado, decidieron no tocar más el tema del Esequibo”.
Refirió que el Ejecutivo no se había mostrado interesado, en los últimos 15 años, en la disputa territorial hasta el momento en el que se acercaron los comicios. Añadió que el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez “nunca tuvo ningún interés al respecto”, pese a su gran poder político y económico con el que pudo haber llegado a un acuerdo con Georgetown.
Explotación transnacional
Abraham Gómez indicó que aprovechando la falta de atención de las autoridades venezolanas, la empresa Fugro Americas, contratada por Exxon Mobil, explorará a partir de enero la geofísica en el bloque Stabroek, zona atlántica del estado Delta Amacuro.
Destacó que una vez que la Exxon se instale en parte del suelo venezolano se estaría violando el artículo 3 del Acuerdo de Ginebra. “Si se reafirma la presencia de empresas territoriales en la zona exclusiva, eso imposibilita que el país pueda hacer uso de los recursos fósiles frente a la costa atlántica”, apuntó.
A pesar de los constantes señalamientos contra Exxon Mobil, encargada de explorar los yacimientos de petróleo en el Esequibo, el gobierno no ha hecho énfasis en las otras 29 empresas con concesiones aprobadas por Guyana para la explotación de recursos forestales, mineros y fósiles.
Garavini añadió que solo la empresa China National Offshore Oil Company, que también es socia de Venezuela, posee 35% de las concesiones comerciales en Guyana.
A la corte
Recientemente el canciller de Guyana, Carl Greenidge, anunció que en el primer trimestre del año llevará el caso del Esequibo a la Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas. Argumentó que están cansados de la figura del buen oficiante. “Guyana no quiere mediador sino que tomará medidas legales”, afirmó Gómez.
En noviembre, Greenidge declaró que su gobierno solo está dispuesto a aceptar un fallo de la Corte Internacional de Justicia como salida al conflicto sobre el Esequibo, pues otra resolución afectaría de manera negativa el desarrollo económico del país.
Sadio Garavini aseguró que Guyana en su afán por explotar los recursos presionará al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para terminar con la disputa.
Desde 1982 la figura del intermediador o el buen oficiante ha estado presente entre ambos países como analista, escrutador, comunicador y veedor de los avances y retrocesos del conflicto. Desde 2013, tras la muerte del último mediador, el profesor Norman Girvan, Venezuela no ha contado más con esa figura.
El resultado
A tan solo meses de cumplir 50 años como república independiente, Guyana no ha cambiado nada sobre el tema territorial, pues desde 1899 ha explotado el Esequibo, mientras que Venezuela “no ha tenido la posibilidad de aprovechar ninguno de los rubros productivos de la zona en reclamación”, expresó Gómez.
En este punto, advirtió, se debe cuestionar cuál ha sido el resultado de la disputa y quién es realmente el que le está sacando mayor provecho a la situación: “Si no se mueve la negociación por parte de Venezuela, el territorio seguirá siendo de Guyana. En todos los censos que ha hecho el gobierno de Guyana los ciudadanos quieren pertenecer a ese país. Hay una relación de identidad histórica de nacionalismo con Guyana y no con Venezuela”.
Garavini consideró que si Caracas continúa manifestando “desinterés” se corre el riesgo de “perder mucho más que la zona en reclamación”. “En estos momentos Guyana está más interesada que nosotros en el Esequibo, ya que no quiere que se afecten sus desarrollos económicos”, puntualizó.

domingo, 13 de diciembre de 2015



ESA EXQUISITA PERVERSIÓN   DEL CAPITALISMO (III)

Dr. Abraham Gómez R. 
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com  
                                  
Quienes  creen que han  asumido, en los últimos años en nuestro país,  la opción histórica de  diseñar algunas  posibilidades destinales,  a través de las cuales pueda discurrir  un mejor destino subsistencial  para  los venezolanos, se han encontrado con un inmenso dilema que les resulta insoluble: la realidad nacional en este tramo epocal está llena de    contradicciones.
 La cosa no es tan fácil, no se despacha con displicencias, como han querido los capitostes del régimen hacerlo entender, a fuerza de  engañifas.
Con motivo de la pretendida transformación estructural del sistema socio-económico venezolano, que desde hace ya veinte años  aspira erradicar las relaciones de producción y de dominación que “privilegia a un sector minoritario sobre una mayoría empobrecida” se presupuso, en su inicios, el famoso  ¿desarrollo endógeno? afincado en un modelo a partir del cual las comunidades despliegan sus propias iniciativas, donde las decisiones irrumpen desde adentro. ¿Será algo nuevo bajo el sol? Veamos: Keynes propuso también en su oportunidad, inicios del siglo XX, un modelo de desarrollo endogenista, basado en la demanda interna, específicamente en el gasto público del gobierno. Teorizó que el principio multiplicador simple de la inversión del Estado sostiene, mediante los recursos fiscales, (similar a lo que nos dicen tener en nuestro país, hoy) los aparentes crecimientos -que  necesariamente no implica desarrollo. Pero es que crecimiento tampoco percibimos. Vamos a cerrar este año con un decrecimiento de 7% del Producto Interno Bruto (PIB). Y desarrollo tampoco hay.
 Aparejado al anterior argumento, podemos exponer en una síntesis que el  Capitalismo  no ha tenido nunca intenciones de ocultar sus propósitos. Que no esconde sus intereses para controlar las distintas esferas de la vida. Que  el Capitalismo está en todas partes. Póngale la etiqueta que desee, el capitalismo siempre aflora. Revienta costuras y deja en pena a los maquilladores políticos. El capitalismo es lo que es: un modelo y modo de producción que están en libre decisión los sistemas políticos de asumirlo o dejarlo.  Lo que no permite el Capitalismo es que se juegue con tratativas raras: que se diga que el país se sostiene bajo un esquema socio-político-económico Socialista y en la realidad es Capitalismo lo que usted encuentra en todas partes, principalmente, el más deleznable tal vez, El Capitalismo de Estado.-
 Los ineptos  negociadores oficialistas cuando viajan por el mundo, asistiendo a conferencias internacionales para intentar, la compra-venta de nuestro petróleo,  manejan las fórmulas rancias del Capitalismo puro, rancio y duro.
Sin embargo ,nos corresponde hacer la advertencia, coincidiendo con el afamado economista y filósofo venezolano Emeterio Gómez, quien al respecto expone en su obra  La responsabilidad moral de la empresa capitalista, p.83         “….El capitalismo es la única opción que tiene un mundo tan competitivo y globalizado, pero, también es cierto, que ante las graves crisis económica y los problemas sociales que afectan a la gente, no es posible mantener un esquema que se centre sólo en la obtención de ganancias, sino que asuma un rol protagónico en la generación de mejores condiciones de vida….”               
Hay que ahondar en el fondo de tales asuntos. Que no nos espanten los verdaderos desenvolvimientos de la realidad de la cual ya dijimos es mucho más grande que los conceptos reduccionistas. Aceptemos que el capitalismo y todas sus derivaciones y efectos:  el  plustrabajo, la competitividad, la rentabilidad o ganancia al máximo sin contemplaciones, la acumulación no son invenciones nuevas. Desde el pensamiento liberal clásico que restringe las funciones del Estado a su mínima expresión hasta lo que se está dando a conocer como Neo institucional  cuyo asiento del éxito o fracaso de un modelo económico apunta  a la eficiencia u obsolescencia institucional, hay una inmensa trayectoria teñida de Capitalismo.
Ciertos regímenes políticos le han querido aplicar algo de cosmética para hacerlo más digerible.
Lo que aparenta ser simple: la macroeconomía de un país, por ejemplo, resulta que viene cargado  de complejidades. La realidad de cada día, en el ámbito que se nos antoje, se vuelve escurridiza, múltiple y mutable. No podemos, entonces,  encerrar caprichosamente la existencia humana en una sola e invariable fórmula-imagen, en un único pensamiento.

 La inteligencia  vincula  la búsqueda de solución a partir de la síntesis generada desde bastantes ideas ajenas y propias.-

sábado, 5 de diciembre de 2015



Al Profesor Universitario, en su día
Dr. Abraham Gómez R.

Si desde hace bastantes años hemos escogido los espacios universitarios para nuestro desempeño laboral, por vocación y convicción, es porque siempre ha significado un inmenso orgullo convivir en estas “casas que vencen las sombras”, lo cual se incrementa cada vez que la Universidad como Institución se ve en aprietos o serios atascos, y ella misma  encuentra satisfactorias soluciones.
No han sido pocas las ocasiones en que la Academia Universitaria, y todo cuanto comporta, ha sido vilipendiada y sometida a condiciones ominosas para intentar ponerla de rodillas. A los regímenes totalitarios les incomodan los ámbitos donde se respire absoluta pluralidad, donde haya un disenso fértil. A los detentadores de los gobiernos de talante militarista les causa escozor cuando la gente en los espacios universitarios piensa con cabeza propia; de allí que vean en cada Docente Universitario un acérrimo enemigo, a alguien a quien hay que combatir; y si no pueden hacerlo doblegar por sus ideas, lo golpean por sus medios de subsistencia.
Lo padecimientos y demás brutalidades afines perpetradas contra los Profesores de Educación Superior han sido calamidades de vieja data, que para una específica gestión de gobierno adquiere de suyo modalidades y circunstancias peculiares. Cada régimen le coloca su propio sello, como para distinguirse en la manera de hacerse atroz frente al profesional de la docencia universitaria.
¡.. Hermosa gesta de venezolanidad…! el 5 de diciembre de 1958 el Presidente de la Junta de Gobierno y profesor universitario de la UCV, Edgar Sanabria, decretó la Ley de Universidades, luego reformada en 1970. Empero a partir del marco normativo para las universidades a comienzo de la Democracia  se institucionaliza el pleno reconocimiento de la autonomía universitaria en Venezuela, en su más amplia concepción: orgánica, económica, académica y administrativa.
Hoy rendimos homenaje de recordación y reiteración por la eterna lucha a quienes visualizaron  la dignidad y la importancia que ha tenido en los hechos diarios ante tantos embates canallescos la teoría y la práctica de la Autonomía Universitaria en el país. Constituye nuestro compromiso de reclamo y defensa  de la Autonomía Universitaria, en tanto legado  sociohistòrico.
La comunidad académica ha asumido a conciencia el cumplimiento de sus altas funciones de producción de conocimientos y de formación de profesionales de las nuevas generaciones.
 La autonomía universitaria es condición indispensable para el desarrollo del Pensamiento Crítico…Decir lo que haya que decir sin ataduras; lo que le dicte su conciencia.
La autonomía es para la Universidad su condición esencial. Sin ella no podría haber en toda su plenitud creación, re-creación, preservación y transmisión de conocimientos, difusión cultural, investigación científica o cualquiera de las otras importantes tareas universitarias.

Comprendemos las evoluciones que operan a lo interno  del concepto de autonomía  de acuerdo con la realidad societal en permanente  transformación.

viernes, 4 de diciembre de 2015



SIEMPRE CIUDADANOS, JAMÁS SÚBDITOS.
   
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com


Los seres humanos tenemos un destino inexorable: estamos obligados a vivir juntos. A muchos les resulta complicado con-vivir, cuya más amplia acepción vendría a significar “tejerse a la piel del otro”. Con-vivir comporta mucha más admiración que llenar de personas un espacio territorial o asentar a una considerable porción de gente en un lugar determinado para que satisfaga, conforme a las circunstancias, sus necesidades existenciales.
Admitamos que somos seres humanos con nuestros instintos y aprendizajes. Que estamos “condenados” a compartir. Com-partir para reencontrar en un crisol,
a pesar de las especificidades, lo que en realidad sabemos con anticipación es diverso. Compartir qué. Compartir: espacios, motivaciones, emociones, sensibilidades, valores, conocimientos, normas. Cuando hacemos nuestro el principio y la condición de educabilidad, en procura de una sociedad vivible, trazamos reglas y cuidamos los desempeños porque todos los entes colectivos son
seres vivos, por tanto propensos a sufrir enfermedades (…) a padecer de alguna sociopatología. Tal vez sea la cultura el vector de mayor importancia que nos vincula como sociedad. La cultura en tanto expresión humana con sus mitos y ritos que  a veces por incomprensibles son cuestionados. La cultura generadora permanente de diferenciadoras posiciones ideológicas, con sus cargas axiológicas, con sus costumbres narrativas, propiciadora de las indispensables pulsiones y tensiones. En fin,  todo este andamiaje nos confiere idiosincrasia y (a lo mejor) suficiente piso identitario. Con escasa seriedad algunos sostienen que nada tiene que ver el  hombre político (el antrophos zoon politikon) con el hombre pensante (el  antrophos zoon logos echon). Es decir que una cosa es arreglar los asuntos de desenvolvimientos en la polis (la conformación y ejercicio de gobierno, por ejemplo) y otra muy distinta consiste en reflexionar.  Consideramos que tal tesis carece de algún asidero. Veamos por qué. Si la razón (logos) sirve de asiento a la polis, y  en ésta a su vez descansa el modo de pensar, cómo puede una parte del cuerpo social reñirse con la otra y marcarle distancia. Dicho de otra manera: pensamos de acuerdo con “nuestro-mundo-de-vida” y éste último fija nuestras ideas.
Algunos otros detalles para seguirle entrando a esto. Las sociedades avanzan o retrogradan según como piensen los ciudadanos que la componen, así como manifiesten éstos también su modo de ser, generen y difundan la cultura. La edad de piedra no se acabó porque se agotaron las piedras sino porque quienes vivieron en esas sociedades sintieron el impulso arrollador de progresar. Hoy con el inmenso caudal de tecnologización a quién se le ocurriría regresar a la época cavernaria o al trueque. Hoy, cuando en el mundo entero se reconocen y  constitucionalizan los Derechos Humanos como prerrogativas y principios de aceptación universal de las personas que garantizan jurídicamente su dignidad en su dimensión individual, social, material y espiritual frente al Estado, a quién se le antojaría replicar las ideas de Hobbes, del siglo XVII, que la soberanía de los seres humanos, por   no alcanzar nunca la suficiente madurez, estaban obligados a delegarla indefinidamente en un ente jurídico-político llamado Estado para que tutelara los comportamientos sociales y evitar que “el hombre sea el lobo del hombre”. A veces tenemos más preocupación por arreglar los problemas de las urbes (asientos físicos-patrimoniales de las ciudades), desde lo cual asumimos una especie de pacto de urbanidad, un trato anónimo, impersonal, distante, consuetudinario. Mientras que la condición de ciudadanos, originada en las cívitas, se genera cuando asumimos concientemente la civilidad al intercambiar modos de ser. Cuando damos manifestaciones afectivas, demostraciones de pertenecer y querer tal socialidad, y en consecuencia obtener los debidos reconocimientos por parte de la comunidad natural. Debemos saber leer los signos sociales de nuestra cívita.





domingo, 29 de noviembre de 2015




   -- Documento conclusivo de la reunión en Malta---

Commonwealth entrega “carta blanca” a Guyana

Tucupita, (especial).-  Luego de las deliberaciones, que por espacio de tres días 27, 28 y 29 de este mes, tuvieron los 53 países integrantes de  la Commonwealth entidad internacional que agrupa a estas excolonias británicas de todos los continentes, arribaron entre otras conclusiones a la absoluta solidaridad con Guyana, como uno de sus Estados-miembros, en cuanto a la controversia que ha venido sosteniendo con Venezuela, por la Guayana Esequiba.
Quien así lo da a conocer es el especialista en el tema del Esequibo, Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales y  miembro de la Academia venezolana de la Lengua. Expone: “era una decisión previsible, como lo habíamos sospechado. La representación de Guyana fue amplísima, encabezada por el Presidente David Granger y el Canciller Carl Greendge, además algunos ministros que tuvieron la misión de hacer contactos de persuasión y convencimiento a las otras legaciones diplomáticas que asistieron a tal evento...”
El encargado de leer el documento conclusivo en la plenaria fue precisamente el Secretario General  saliente de la Commonwealth, el indio  Kamalesh Sharma, quien “tuvo elogiosas palabras para el ministro de  Relaciones Exteriores  guyanés Greendge, al postular que el canciller pertenece al Grupo de Acción Ministerial, una especie de custodio de los valores políticos fundamentales del conglomerado que discutió en este archipiélago del mediterráneo por tres días, inclusive con la presencia de la Reina de Inglaterra”
Lo peor de todo esto, continúa exponiendo el Dr. Gómez, es que “la Commonwealth ofrece carta blanca a  Guyana, apoyo absoluto para que proceda como mejor le parezca, conforme al Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas en el reclamo  contencioso que le ha hecho Venezuela por los 159.550 km2, en el  Esequibo”

Trascendió además, que a la salida de la  reunión  del Presidente Granger con el Secretario General de la naciones Unidas Ban Ki-Moon,  que “a partir de este documento que la Commonwealth le entrega a Guyana, ha dicho Granger, Venezuela  tendrá que demostrar en instancias jurídicas internacionales que el Laudo Arbitral de  París de 1899 es  nulo e írrito, mientras que ellos, los guyaneses lo han considerado siempre válido y vinculante”, finalizó diciendo el Dr. Abraham Gómez.-

miércoles, 18 de noviembre de 2015




                       -En la próxima reunión de la Commonwealth-

        Guyana solicitará  apoyo más concreto.

Tucupita, (Especial) Una extraordinaria expectativa se ha levantado en la opinión pública guyanesa por la venidera reunión de la comunidad de las cincuenta y tres  excolonias británicas, cuya denominación exacta es Commonwealth (riqueza común).
El especialista en asuntos de la Guayana Esequiba, Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales, señala al respecto que “por primera vez, van a asistir el presidente y el canciller de  Guyana, David Granger y Carl Greenidge, respectivamente, quienes han condicionado su presencia a la incorporación en el temario: el caso de la Guayana Esequiba, que vienen confrontando con sus vecinos venezolanos; agenda que será desarrollada  los días 27, 28 y 29 de  este mes en la ciudad de  La Valeta, capital política de la República de Malta”.
En el pueblo guyanés, según  publican sus diarios “se mantiene la creencia que producto de las deliberaciones en ese encuentro internacional de países identificados por sus raíces sociohistóricas, ellos puedan obtener apoyos y disposiciones mucho más concretas, resoluciones escritas que vayan más allá de lo puramente retórico”  Por el ejemplo las dos grandes organizaciones políticas dentro del Congreso Nacional, tanto del oficialismo ( Partido Nacional del Congreso), como de la oposición  (Partido  de Progreso Popular ),   “El PNC y el PPP han entregado a la delegación que viajara para tal ocasión, un voto de confianza para que se traigan un acuerdo suscrito por los jefes de Estados y de gobiernos por unanimidad, tal vez con la perspectiva de introducir el reclamo por ante la Corte Internacional de Justicia, en el entendido, para ellos, que ésta también constituye una vía para clarificar el histórico reclamo, conforme al Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas”.
La delegación estatal de Guyana ha hecho contactos con el Secretario General de la Commonwealth, Kamalesh Sharma, de la India, para que  se vaya adelantando una aproximación del documento que ellos aspiran sea rubricado al concluir este evento.-

lunes, 9 de noviembre de 2015



¿POR QUÈ GOLPEAN   A NUESTRAS   UNIVERSIDADES?

Dr. Abraham  Gómez  R.                                         
Miembro de la Academia venezolana de la Lengua                                                  abrahamgom@gmail.com

Nuestras casas que “vencen las sombras” han sido víctimas de numerosas actos de terrorismo que, para no pocos, tales tropelías están cohonestadas y promovidas desde el gobierno. Se les quiere “pegar la mano” a nuestras Universidades “como sea”.  Pareciera que esta última consigna constituirá de ahora en adelante el deleznable emblema de los detentadores del poder: triste y vergonzosamente dentro de un sistema democrático, sustentado por la constitución y las leyes, en un estado de derechos.
El “como sea” que arguyen con displicencia los exégetas del presente régimen no miden  las consecuencias en sus desmanes y atropellos. Nada les importa que  develen una violación flagrante de nuestra constitucionalidad.
 De muchas maneras y con aborrecibles ardides han intentado arrodillar a nuestras Universidades: someterlas, hacerlas sumisas. Primero con un infeliz  proyecto de ley de universidades de redacción falsamente erudita. De ingrata recordación. Con un tejido discursivo-legal innecesariamente enrevesado que marca bastante distancia con el Paradigma de la Complejidad.
 Llegamos a pensar en tal ocasión  que aquel adefesio había sido también  producto de importación cubiche pero de pésima calidad y tal vez de costosa factura. Se hizo casi ininteligible y en consecuencia intragable para quienes enarbolamos en los espacios universitarios la Libertad en tanto máxima innegociable e indesligable de nuestro Ser.
Hubo que duplicar  esfuerzos en relecturas y comprensión. Pareciera que el propósito original de sancionar y promulgar aquella ley no era para regular la educación universitaria sino para contagiar una ideología. Pero en nuestro país aún hay suficientes trincheras de resistencia ante un pensamiento ominoso. Además, un hecho socio-histórico ampliamente significativo lo constituyen las universidades que  se han sido realizando y consolidando con tenacidad libertaria, con fuerza crítica en las adversidades, con irreverencia frente a las tiranías disimuladas.
 Nuestras universidades con sus voces densas que, aunque mantengan sus antagonismos, alcanzan los necesarios consensos en la sociedad y entre los ciudadanos. Añádase también como estrategia recursiva que las sociedades adquieren trascendencias desde el instante cuando sustentan sus crecimientos en las instituciones universitarias.
Desde siempre  la esencia de nuestras universidades venezolanas  ha estado signada por la pluralidad del pensamiento y la confrontación fértil de las ideas que nutren la academia.
Dejamos explícita y categóricamente sentado que las  normas sociales suelen ser calificadas y valoradas según los fines que persiguen, y en esta írrita y deslegitimada declaratoria de la Asamblea Nacional contra las Universidades, percibimos desde la primera letra, forzadamente, la búsqueda de un embozalamiento de las ideas, “un modo productivo socialista” en el marco de la “construcción de una sociedad socialista” lo que contraría seriamente el articulado de la Constitución Nacional, por lo de nuestra  absoluta pluralidad del pensamiento.
Las distintas maneras inteligentes de decir las cosas, los modos disímiles que tienen las universidades para justificar sus existencias  no se lo perdonan. A las satrapías el talento les causa escozor.
Percibimos en el oficialismo muchos émulos de aquel militarote español Millán Astray, que el olor de la universidad le causaba piquiña; que llegó a exclamar en una documentada ocasión “muerte a la inteligencia”.
Sospechamos que este es un asomo de los vientos tempestuosos y procelosas aguas que se avecinan para los comicios venideros.
La universidad: protestaria y crítica saldrá permanentemente victoriosa.


miércoles, 4 de noviembre de 2015


LA UNIVERSIDAD: IRREVERENTE Y CRÍTICA

Abraham GómezNo hay excusa que valga para, quienes somos hechuras y estamos comprometidos con la academia, pretender escurrir el obligado debate y la plural confrontación que abra horizontes y despliegue nuevas miradas por el futuro de la universidad. Parece un atrevimiento teñido de audacia que escrutemos a la universidad desde sus interioridades. Eso es lo hermoso. Aunque produzca vértigos. Quiénes más sino nosotros, en sentido genérico para reconocer, luego del diagnóstico más descarnado, que la Universidad ha devenido en una estructura conservadora, que poco o nada ha hecho para ir adaptando sus mecanismos, y procedimientos conforme a las exigencias de los tiempos actuales, con lo cual admitimos que las realidades externas llevan un ritmo de aceleración superior, en todo, valga decir hasta para la construcción de conocimientos. Seamos autocríticos y aceptemos que las universidades se han vuelto endogámicas. No temamos en reconocer que las instituciones universitarias sólo han tenido tímidos intentos para crecer y reproducirse únicamente hacia adentro. Añadimos, con tristeza, que casi no conseguimos escenarios serios para la confrontación. En su mayoría esos ámbitos del combate de ideas y del discernimiento de pensamientos son campos vacíos de espíritu creativo o trincheras de la politiquería y la descalificación. Las teorías o aproximaciones que persiguen dar cuenta de un fenómeno de la realidad de que se trate, en la universidad no son más que tautologías, repeticiones. Problematizaciones planteadas en contextos pasados, curados con sus propios “medicamentos sociales”. Asuntos dirimidos ya con mucha anterioridad. Acaso es mentira que nuestras universidades sufren de entrabamientos burocráticos. Que están aquejadas de una deplorable desestructuración en su organicidad y en su conexión externa. Que están demasiado ideologizadas. Que la descontextualización en que se encuentran las ha hecho perder pertinencia social, y como consecuencia pertenencia e identidad en su mundo de vida. Con este diagnóstico, que bordea el catastrofismo, y porque anhelamos a la Universidad en constante combate, sin entregas obsequiosas al poder, se asoman variadas opciones: dejar que algunos se sigan haciendo los locos. Otros tantos que pasen displicentes, indiferentes como que la cosa no fuera con ellos. Contemplar a los huidizos en estampida, esos quienes dejan el asunto para que los demás lo resuelvan, y una considerable pléyade que deseamos encararlo comprometidamente. Hacerle frente. Reimpulsar el espíritu crítico, pero resulta que cada vez que se ha intentado abrir los ojos para ver en el atolladero en que se encuentra la Universidad, a alguien se le ocurre que hay que nombrar una comisión de reforma universitaria. Esa salida la hemos antagonizado siempre, porque, pensamos que por el camino de la reforma no vamos para ninguna parte. La re-forma lleva implícita la intención de analizar únicamente las formas, los aspectos, los bordes, los esquemas, las apariencias. Y de lo que se trata, con contundencia, es llegar a la raíz del asunto, trastocar y desmontar las lógicas, desanudar las racionalidades con las cuales de han tejido los pensamiento en y desde las universidades. La “perversa invitación” de hoy es para Transformar a la universidad, para que recobre su talante protestatario-reflexivo, toda ella. Transformar es adentrarnos mucho más allá de la forma. La tarea inicial para que operen esos elementos transformacionales deben y tienen que partir de un cambio actitudinal de nosotros. Lo que ha venido aconteciendo es que en nuestras universidades se le confiere casi absoluta legitimación y validación a los saberes que se pesan, que son medibles, a los conocimientos que se someten a comprobación, verificación, contrastación con la realidad empírica. En las universidades se han marginado, tal vez execrado, al momento de construir y constituir los conocimientos, las otras muchas densidades epistémicas. Las emociones, los valores, por ejemplo.
Una iniciativa de transformación para ensanchar la cognoscibilidad en las universidades se obliga a tejer todas las dimensiones inmanentes y trascendentes de los seres humanos.-

domingo, 1 de noviembre de 2015


DE ESPALDAS A LAS FRONTERAS 
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com 

"Poblar las fronteras y garantizar su desarrollo
en los procesos de integración interna es básico
para preservar la soberanía nacional. La geohistoria
moderna nos ha proporcionado patéticas
enseñanzas acerca de las consecuencias de ausencias
 de ocupaciones efectivas de lindes fronterizos".
 Pedro Cunill Grau. Venezuela: opciones geográficas.1993


Pareciera que el espacio geográfico fronterizo no fuera nuestro. No obstante,  llegar a equivaler casi que un sesenta por ciento del territorio nacional y  estar habitado por una quinta parte de la población. Mientras que los demás países con quienes hacemos costado fronterizo adelantan audaces políticas en esa materia, nosotros seguimos exhibiendo una muy débil pared demográfica, en lamentables condiciones de aislamiento y pobreza, cuya inmediata consecuencia es un marcado desequilibrio geopolítico. Hemos estudiado, permanentemente, que los fenómenos fronterizos son  realidades jurídicas por la delimitación misma. Sí, pero se hace obligante considerar y añadir la dimensión socio-económica por la interactividad que mantienen los habitantes de esos espacios. La gente que allí convive poca o ninguna importancia le da a la línea, a la raya imaginaria que como figura geodésica del Estado intenta separarlos. En los espacios fronterizos, nos consta, hay otro modo de valorar y vivir. No basta que se diga “si un centímetro de territorio venezolano es la soberanía, un gota de sangre nuestra también lo es”. Sin embargo, históricamente, las sensibilidades y padecimientos en nuestras regiones colindantes; sus  asuntos álgidos no constituyen agenda prioritaria ni para la acción administrativa del Estado venezolano, poco menos para la opinión pública nacional. La reiteración en tal actitud de menosprecio deriva en desatención de las comunidades y el agravamiento de  conflictos sociales. Insistimos en reconocer que los nexos vecinales de carácter humano no son ni serán nunca territoriales para que impliquen diferenciaciones sociales. Nos atrevemos a señalar que la compenetración que dimana de los constantes intercambios de los habitantes de las zonas fronterizas conforman extraordinarios sistemas abiertos de aproximación y complementación de las necesidades humanas, por lo que les resulta indiferentes la ubicación geográfica que ocupen o las imposiciones jurídicas  desde el centralismo, desconocedor la mayoría de las veces de las realidades fronterizas. Coincidimos con la excepcional y siempre vigente tesis de Esteban Emilio Mosonyi “en vez de hablar tanto de sociedades atrasadas, sociedades primitivas, arcaísmos y supervivencias, mejor sería apersonarnos de esta reserva tan importante de sociedades alternativas para el futuro. Lo que sucede es que ya sabemos que el capitalismo no le interesa examinar estas sociedades sino a título de museografía o folklorismo descriptivo. Pero lo triste  y verdaderamente criticable es que tampoco los grupos progresistas, los partidos revolucionarios y las organizaciones de carácter transformador tampoco se hayan interesado”. El Estado venezolano y todo cuanto representa ha mantenido un comportamiento errático y desacertado en el tratamiento que debe dársele a los asuntos fronterizos. El uso indiferenciado de los términos límite y frontera por  parte de quienes suponemos conducen la “política fronteriza” ya nos dice el talante de improvisación e ignorancia para arreglos mayores en esta materia. También estamos conscientes que no será tarea fácil que  el lenguaje cotidiano se ciña a darle a cada categoría el uso adecuado y preciso. Nunca es demasiado tarde para  comenzar, para saber de qué hablamos cuando nos referimos al Límite como ente jurídico, abstracto de origen político, convenido y visualizado en forma lineal. Mientras que la Frontera comporta el espacio de anchura variable donde convergen seres humanos con potencial de integración, que crea un modo de vida común, con sentido dinámico y vital. El Estado venezolano debe asumir la presencia poblacional en las zonas fronterizas como un sistema de consolidación de pueblos y ciudades a lo largo del cordón fronterizo, con suficiente fuerza y patriotismo.

jueves, 29 de octubre de 2015




                                    Granger en el Parlamento guyanés:

                     “Venezuela  queda de Delta Amacuro para allá”

Tucupita, (Especial).-  Esa infeliz y desafiante expresión la utilizó el presidente guyanés, David Granger, en su reciente comparecencia en el parlamento de esa excolonia británica. Así lo denuncia  Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales y especialista en la Guayana Esequiba.

Luego expone  el Dr. Gómez  “habiendo transcurrido apenas dos semanas de la visita que dispensó la comisión adhoc  de la ONU, a  ambos países para mediar en la solución de la controversia limítrofe, las bancadas del oficialismo en el Congreso Nacional  guyanés y  la oposición a través de su Partido Popular del Progreso liderado por el expresidente Bharrat  Jagdeo han cerrado filas para no ceder en la contención que Venezuela ha intentado en su reclamo”

La más ingrata declaración de Granger, en su alocución de la semana pasada, es cuando señala que el Laudo Arbitral de París, firmado en 1899 es válido y vinculante, y por lo tanto Venezuela debe procurarse la necesaria documentación histórica y jurídica para demostrar lo contrario.
Como para acometer con mayor contundencia, en sus propósitos de asentamiento soberanista sobre la Guayana Esequiba, han seguido otorgando concesiones a empresas transnacionales para la explotación minera y maderera. 
Han establecido planes accionarios conjuntos con la planta-mina Proyecto Aurora, concedida a la compañía canadiense Guyana Goldfields. Hace quince días iniciaron las labores, con la mayoría del personal obrero y técnico reclutado de la Región  7, que corresponde a la delimitada por los grandes ríos Cuyuní- Mazaruni, cuya capital es Bártica, donde han instalado su más importante centro de operaciones.
La desfachatez  y  envalentonamiento de Granger en el  parlamento guyanés llegó a tal extremo de enfatizar que no dará salida a Venezuela por el Atlántico, que según él está en su Mar territorial, zona Contigua y Zona Económica Exclusiva. Además, nada lo detendrá en desplegar los proyectos de desarrollo  para su nación. Que salgan los venezolanos por Delta Amacuro, que eso si es de ellos, ha dicho con displicencia este exmilitar que ocupa la presidencia de Guyana.-
El descaro del gobierno guyanés va mucho más allá por cuanto también  entregó el año pasado a la compañía Troy Resources de origen  australiano la autorización para  el proyecto minero, por 100 millones de dólares, denominado Karouni, ubicado en la misma Región 7, cuya  capacidad generadora es de unas  90.000 onzas de oro al año; contrato que ha sido otorgado por cinco años prorrogable a conveniencia de la partes. Los trabajos han arrancado, desde mayo,  hacia Kamarang, que tiene una inmensa riqueza minera.
Hay que agregar a lo aquí expuesto, añade el Dr. Abraham Gómez, las denuncias conocidas suficientemente de la vil e ilegal  desforestación que viene haciendo la empresa china Bai Shan Lin. Esta compañía, con el permiso del gobierno guyanés, está deforestando y exportando más de 960 mil hectáreas de bosques venezolanos, ya que se encuentran en la Zona del Esequibo.
 La Conservacionistas han estado argumentando que los países donde se encuentran estos  bosques "exóticos" no deben exportar grandes cantidades. Esta empresa  está exportando grandes cantidades de maderas exóticas como "Locust y Wamara”.

Se cree que Bai Lin Shan y otras empresas madereras no han declarado "Wamara y Locust" al exportar, han estado pasando esto como maderas duras mixtas. Ya se conoce en varios países, como Brasil, Panamá, Surinam, República Dominicana y Colombia que  el negocio con la madera de Wamara  es lo más  lucrativo que Bai Shan Lin maneja.

viernes, 23 de octubre de 2015



Las ignorancias tienen un alto precio
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.-

Confieso el inmenso agrado que siento cada vez que  seleccionamos el tópico  educativo en general y el universitario particularmente para nuestras reflexiones; de cualquier aspecto de la Universidad: ese  espacio, algunas veces, inmerecidamente esclerosado. Allí, donde se  crean, re-crean, preservan, difunden y legitiman los conocimientos. La  escuela primaria venezolana y la universidad han resistido los embates desde diversos lados. La institución universitaria que algunos temerarios desearían que desaparezca. Otros, no pocos, apelan a los ardides más inimaginables para intentar “arrodillarla”, creen que así respondería a sus específicos intereses ideológicos. La universidad por su pura y clásica definición jamás estará al servicio caprichoso de parcelas y menos hará juegos a conveniencias individualistas. Tal vez, por eso, su fama bien ganada de irreverente, protestaria y crítica. Pues sépase,  que así la queremos y necesitamos. Y defenderemos la Escuela Primaria en tanto fuente donde comienza la germinación y formación de nuestras personalidades.
 En este año y el anterior, aunque hubo algunos asomos  del régimen vigente para “crear” determinados entes dispensadores de educación superior; todo constituyó una farsa, por cuanto mediante  simples oficios no hicieron otra cosa que darle carácter de universidades a institutos y colegios universitarios que de hecho ya cumplían a duras penas tales tareas,  ya venían funcionando en esos propósitos con serias limitaciones de toda calaña, obstrucciones a disposiciones democráticas para elegir sus autoridades, déficits presupuestarios, restricción de infraestructuras, escogencia con abyecta manera del personal docente, sin suficiente acreditación.
Las universidades experimentales siguieron siendo  dominios ideologizados del partidismo que detenta el poder. En estas universidades no ha habido  posibilidades que se practiquen la opinión libre y  la  decidida escogencia mediante procedimientos electorales de los cuerpos rectorales. El gobierno y sus adláteres imponen a directivos, sin exámenes anticipados de sus respectivos credenciales. Lo importante para ellos es la obediencia y genuflexión.
La peor parte la han llevado las Universidades Autónomas. Han recibido las consecuencias de  cualquier maniobra oficial para someterlas, para arrodillarlas, las quieres hacer desaparecer, porque con bastante dignidad dan muestras de ser huéspedes incómodos para las tropelías del incipiente totalitarismo a la venezolana.
Pero también tengamos presente que nuestras universidades sufren de entrabamientos burocráticos. Que están aquejadas de una deplorable desestructuración en su organicidad y en su conexión externa. Que están demasiado ideologizadas. Que la descontextualización en que se encuentran las ha hecho perder pertinencia social, y como consecuencia pertenencia e identidad en su mundo de vida. Con este diagnóstico, que bordea el catastrofismo, y porque anhelamos a la  Universidad en constante combate, sin entregas obsequiosas al poder, se asoman variadas opciones: dejar que algunos se sigan haciendo los locos. Otros tantos que pasen  displicentes, indiferentes como que la cosa no fuera con ellos.  Contemplar a los huidizos en estampida, esos quienes dejan el asunto para que los demás lo resuelvan, y una considerable pléyade que deseamos encararlo comprometidamente.
El régimen a trote y moche ha querido, en este año, someter e improntar en la escuela primaria con la infeliz Colección Bicentenaria, una suerte de compendio de las “gestas épicas” del fallecido presidente Chávez; con la intención de perpetuar su endeble figura en la historiografía nacional. Un estrepitoso fracaso académico por lo intragable del despropósito.
Así también, a través de la inefable  resolución 058 quisieron que los consejos comunales, conformados  por  militantes del partido oficial, determinaran en asambleas de padres y representantes las directrices de las escuelas: designación de coordinadores, docentes, horarios de clases, ingreso y permanencia de los docentes, contenidos programáticos, sistemas de evaluación, supervisión constante. La propia sargentería en los intersticios de los espacios y la vida escolar.
Quienes han administrado las Políticas educativas en Venezuela en los dos últimos lustros, y concretamente en este 2015, lo han hecho vilmente. Poco o nada les ha importado el futuro del país, sino mantenerse en el poder, gozando de sus canonjías, a cualquier precio.
 El resumen de los colapsos que hoy aquejan a la educación nuestra: escuelas, liceos y universidades conspiran para que se comprenda y aprehenda que estamos inmersos en una sociedad que valora intensamente las múltiples posibilidades generadoras de conocimientos: fuente sustantiva de sus propias realizaciones, además, querernos como sociedad. En la actualidad las ignorancias tienen un alto precio.

 Para el próximo año 2016, invocamos la Bendición del Padre de todo lo Creado, a partir de un sustrato verdaderamente humanista, y si la  intención viene a ser construir saberes, desarrollo y sostenibilidad en un  país anhelante pues, entonces, anudemos dos previsibles estrategias en los espacios educativos: pensamiento crítico y libertad. Esto no es ni pecaminoso ni ingenuo. Por cuanto pensamiento crítico y libertad conforman una síntesis intrínseca en y desde la escuela y la universidad. 

miércoles, 21 de octubre de 2015



LA UNIVERSIDAD: IRREVERENTE Y CRÍTICA
Dr. Abraham Gómez R.
No hay excusa que valga para, quienes somos hechuras y estamos comprometidos con la academia, pretender escurrir el obligado debate y la plural confrontación que abra horizontes y despliegue nuevas miradas por el futuro de la universidad. Parece un atrevimiento teñido de audacia que escrutemos a la universidad desde sus interioridades. Eso es lo hermoso. Aunque produzca vértigos. Quiénes más sino nosotros, en sentido genérico para reconocer, luego del diagnóstico más descarnado, que la Universidad ha devenido en una estructura conservadora, que poco o nada ha hecho para ir adaptando sus mecanismos, y procedimientos conforme a las exigencias de los tiempos actuales, con lo cual admitimos que las realidades externas llevan un ritmo de aceleración superior, en todo, valga decir hasta para la construcción de conocimientos. Seamos autocríticos y aceptemos que las universidades se han vuelto endogámicas. No temamos en reconocer que las instituciones universitarias sólo han tenido tímidos intentos para crecer y reproducirse únicamente hacia adentro. Añadimos, con tristeza, que casi no conseguimos escenarios serios para la confrontación. En su mayoría esos ámbitos del combate de ideas y del discernimiento de pensamientos son campos vacíos de espíritu creativo o trincheras de la politiquería y la descalificación. Las teorías o aproximaciones que persiguen dar cuenta de un fenómeno de la realidad de que se trate, en la universidad no son más que tautologías, repeticiones. Problematizaciones planteadas en contextos pasados, curados con sus propios “medicamentos sociales”. Asuntos dirimidos ya con mucha anterioridad. Acaso es mentira que nuestras universidades sufren de entrabamientos burocráticos. Que están aquejadas de una deplorable desestructuración en su organicidad y en su conexión externa. Que están demasiado ideologizadas. Que la descontextualización en que se encuentran las ha hecho perder pertinencia social, y como consecuencia pertenencia e identidad en su mundo de vida. Con este diagnóstico, que bordea el catastrofismo, y porque anhelamos a la Universidad en constante combate, sin entregas obsequiosas al poder, se asoman variadas opciones: dejar que algunos se sigan haciendo los locos. Otros tantos que pasen displicentes, indiferentes como que la cosa no fuera con ellos. Contemplar a los huidizos en estampida, esos quienes dejan el asunto para que los demás lo resuelvan, y una considerable pléyade que deseamos encararlo comprometidamente. Hacerle frente. Reimpulsar el espíritu crítico, pero resulta que cada vez que se ha intentado abrir los ojos para ver en el atolladero en que se encuentra la Universidad, a alguien se le ocurre que hay que nombrar una comisión de reforma universitaria. Esa salida la hemos antagonizado siempre, porque, pensamos que por el camino de la reforma no vamos para ninguna parte. La re-forma lleva implícita la intención de analizar únicamente las formas, los aspectos, los bordes, los esquemas, las apariencias. Y de lo que se trata, con contundencia, es llegar a la raíz del asunto, trastocar y desmontar las lógicas, desanudar las racionalidades con las cuales de han tejido los pensamiento en y desde las universidades. La “perversa invitación” de hoy es para Transformar a la universidad, para que recobre su talante protestatario-reflexivo, toda ella. Transformar es adentrarnos mucho más allá de la forma. La tarea inicial para que operen esos elementos transformacionales deben y tienen que partir de un cambio actitudinal de nosotros. Lo que ha venido aconteciendo es que en nuestras universidades se le confiere casi absoluta legitimación y validación a los saberes que se pesan, que son medibles, a los conocimientos que se someten a comprobación, verificación, contrastación con la realidad empírica. En las universidades se han marginado, tal vez execrado, al momento de construir y constituir los conocimientos, las otras muchas densidades epistémicas. Las emociones, los valores, por ejemplo.
Una iniciativa de transformación para ensanchar la cognoscibilidad en las universidades se obliga a tejer todas las dimensiones inmanentes y trascendentes de los seres humanos.


viernes, 16 de octubre de 2015


TRAMPA SEMIÒTICA EN LA PALABRA MUJER
Dr. Abraham Gómez R.
Doctorado en Ciencias Sociales UCV

abrahamgom@gmail.com



Por muy  desprevenido que se encuentre usted al pronunciar una palabra, le  resultará interesante hurgar en los intersticios del vocablo para llegar a conocer cuánto misterio e intención encierra  aunque sean pocas letras juntas en búsqueda de sentido. Hagamos una “tomografía” de bastantes cortes a la palabra mujer Es una palabra muy antigua y con tantísima densidad socio-cultural y emocional, que desde que se  formó ha ido evolucionando su estructura y en significado hasta llegar a su valor actual. El término latino original es mulier, que deviene al español como mujer. La primera pregunta que destaca es si este nombre nació para llamar exclusivamente a la representación femenina del género humano, o sirvió ya desde que fue acuñado para denominar a las hembras en general. También nos sorprende y plantea algunas interrogantes en esa dirección, la proximidad con mulcere, que significa palpar, tocar suavemente, acariciar... y mulgere, que quiere decir ordeñar: la evidencia del parentesco entre estas dos expresiones lexicales no amerita mayores comentarios. Por otra parte, Debemos apuntar la inequidad de género, que se plantea hacia la mujer a lo largo de la historia.

 Como posición nuestra y en principio categórico rechazamos la trampa semántica urdida a partir  de la palabra mulier de donde proviene el étimo mujer. ¿Saben por qué?  Porque ésta traduce, blando, floja, aguada, falta de juicio, envuelta en el ámbito doméstico, laxa, pura emoción. Muchísima razón tiene nuestro insigne epistemólogo venezolano Rigoberto Lanz cuando nos ofrece, en su libro “Las palabras no son neutras”, las claves para develar hechos de exclusión que vienen incorporados desde la propia forma y desde el mismo instante de  construirse el significante que hará mención de las cosas. En cada vocablo hay implícito una carga valorativa. De tal manera que aflora con mulier-mujer una intención oculta de descalificación muy marcada que ellas han venido arrastrando injustamente. Panorama que presentaba con descarada fuerza el antifeminismo medieval, con tantos prejuicios, provocando la desigualdad entre los géneros. Apartheid sufrido por la mujer y que han intentado perdurarlo en el tiempo, por cuanto las estructuras simbólicas han contribuido a crear una concepción de lo femenino conducente a la perpetuación de la inferioridad de la mujer. Súmesele a esto la adherencia, casi inconsciente  que ellas mismas asumen de unas lógicas patriarcales que improntan y deciden un modo  de ser, hacer y decir de la mujer. Para alcanzar la equidad de género debemos, junto y con ellas, deconstruir  la cultura patriarcal que es, precisamente, donde se alojan, reproducen y perpetúan, en su mayoría las racionalidades que imponen los designios hacia el género femenino. Observemos con sumo cuidado que hay una relación entre los significados (descalificativos mejor dicho, ya mencionados)  asociados al vocablo mujer, y la manera cómo la mujer es (mal) tratada en la sociedad. Muchos pensadores que se tienen por serios, que han aportado enjundioso estudios, también contribuyeron con sus escritos a reproducir los menosprecios y las invisibilizaciòn de las mujeres. J.J Rousseau, se manda sin desparpajo en plena modernidad con esto “… la mujer está destinada a la vida doméstica, por las fuerza de la naturaleza, por sus funciones biológicas, por su razón débil y caprichosa y por lo tanto no habría motivos para reclamar derechos para la mujer”. Casi nada, diremos ahora. Sin embargo, a pesar de muchas limitaciones socio-políticas, la mujer ha logrado reivindicarse, ha procurado sus propios reconocimientos históricos alcanzando la igualdad de oportunidades y la equidad en el ejercicio de  sus derechos, hasta transformar y  hacer una resignificación de la palabra mujer. Una nueva conceptuación, para que deje  atrás la heredad desde sus orígenes. A nadie se le ocurriría en otros tiempos traducir dogmáticamente, mulier en latín, o mujer en español como blandengue, por cuanto hemos asumido por justicia una nueva articulación discursiva y carácter de dignificación para ellas.




jueves, 1 de octubre de 2015

ORACIÓN POR LOS NIÑOS. Autor: Su Santidad Francisco.- 


Quiero pedir por los niños que dejan
sus dedos llenos de chocolate en todo lo que tocan,
que saltan en los charcos
y arruinan sus pantalones nuevos,
que comen dulces antes de la comida y
que nunca encuentran sus zapatos en la mañana...
Quiero pedir por los niños que miran
a los fotógrafos desde atrás de los alambres de púas,
que nunca han caminado por la calle
con un par de zapatos nuevos,
que nunca han jugado "encantados"
y que han nacido en lugares a donde
nosotros jamás nos acercaríamos,
que es donde probablemente morirán...
Quiero pedir por los niños que nos dan
besos pegoteados de caramelo y ramos de flores,
que duermen con su perro
y quieren enterrar a sus pescaditos,
que nos abrazan muy fuerte y que olvidan
su dinero para la merienda,
que riegan la pasta de dientes por todo el baño,
que observan con ojos asombrados
a su padre cuando se afeita y
a su madre mientras se maquilla,
que hacen ruido cuando toman la sopa...
Y también quiero pedir por los niños que
nunca han comido postre, que no tienen cobija favorita
que llevar a todos lados,
que ven a sus padres sufrir,
que se acercan a nuestros coches en cada
crucero pidiendo con sus ojos,
que no tienen baños para asearse,
y cuyas fotos aparecen en las estaciones
de policía y no en las oficinas de sus padres...
Quiero pedir por los niños cuyas pesadillas
suceden a plena luz del día, que comen lo que encuentran,
que duermen bajo el cielo abrigados por
periódicos, que nunca han ido al dentista,
que no reciben mimos de nadie,
que van a dormir hambrientos
y despiertan hambrientos,
que no tienen dirección...
Quiero pedir por los niños
a quienes les gusta que los carguen
y por aquellos que tienen que ser cargados,
por los que se dan por vencidos y
por los que siguen luchando,
por los que no encuentran manos que tomar...
Por todos esos niños, Señor,
quiero pedir el día de hoy, porque
todos son valiosos, dan una nueva forma
de amor a nuestras vidas y una razón para vivir,
porque ellos nos hacen sentir la necesidad
de comprometernos a construir
un mundo más justo...
Rezo y pido por nuestros hijos,
los que nacieron y los que nacerán,
porque son la mejor esperanza para
nuestro mundo, la compensación de nuestro
trabajo, la realización de nuestros sueños
incompletos,
la garantía de nuestra inmortalidad...
y la muestra de que Dios no ha perdido
la esperanza en los hombres...
Por todos los hijos del mundo...
para que DIOS los bendiga con amor
y alegría.
Amén

miércoles, 30 de septiembre de 2015



LA ECOLOGÍA ABERRANTE DEL MILITARISMO (II)
Dr. Abraham Gómez R.

Hasta algunos años resultaba impensable que podría desatarse en nuestro país los mecanismos sostenedores de los regímenes totalitarios, cuya mayor esencia viene dada por la  descarada y siempre abominada pretensión de concentrar y controlar lo más  mínimos designios de los seres humanos. A esto lo categorizó Foucault como el biopoder.
No en vano las raíces filológicas que entroncan los vocablos ejército y ejercicio arrastran idénticas procedencia: poner en movimiento, no dejar descansar, hacer trabajar sin respiro, agobiar, forzar hasta la extenuación. Es la primera línea de significados. Las construcciones semánticas  que de éstos se derivan son: contener, retener, encerrar con fuerza. En la actualidad nacional nos luce que esos comportamientos han sido invariables. Ahora con sello institucionalizado para ocupar los distintos ámbitos naturales de la sociedad civil. En cada ente de la administración pública, como caricatura de gerente de algo, hay un militar para cumplir (¿) las funciones que ha aprendido: perseguir con miradas escrutadoras, informar a sus superiores, someter y obstruir cuando algún procedimiento sobrepase su capacidad interpretativa. Por tal camino pronto tendremos un trastocamiento de civilización, de los valores cívicos, las costumbres de los  naturales intercambios, las sensibilidades que nos vinculan a los otros, de los elementos culturales pertenecientes a los ciudadanos que los hacen compartibles en sus legítimos espacios. Si la cosa sigue como va pronto hablaremos de cibilización (con b larga), que al colocar la palabra en el campo léxico de cibus engendra en los sustentadores del poder el capricho de cebar, engordar a la población  para avivar su animalidad, al tiempo que  practican  los ensañamientos para quienes osen desmandarse del orden impuesto. No por ingenuidad o casualidad al frente de la mayoría de los  ministerios de la administración pública conseguimos militares venezolanos y cubanos, con pobrísima formación universitaria para regir tales designios. Mayor desprecio a los sustantivos principios de la civilidad, de la ciudadanización no puede haber. En un régimen militarista resulta absurda la conexión dialógica, de discernimiento, de confrontación intrínseca de ideas, de búsqueda de síntesis superadoras producto del esfuerzo conjunto. El régimen militarista que flagela y acogota a nuestro país han venido conculcando los espacios para dirimir. Sólo auspician y promueven desde la oficialidad los foros de “los espejos”, (pero bastante lejos de la tesis de Lacan) donde los epígonos del militarismo se regustan de lo que ellos mismos dicen y oyen, sin que nadie  se atreva a desbocarse en sentido contrario. Hasta la mismísima Asamblea Nacional, ágora para la confrontación ideológica-política, se ha convertido en un redil obediente y sumiso. Y pensar que a quienes tuvimos hasta ayer como serios intelectuales, con una densa formación académica han devenido en  exégetas de las satrapias de hoy. Hay una indisimulada disposición  desde todas las esferas oficiales a  improntar con sesgos militaristas los diferentes modos de ser de la civilidad venezolana. A imponerle un tono marcial a cada cosa. Los ideólogos del régimen vienen construyendo una gramática para intentar mencionar con otros signos lo que ya conoce la humanidad,  porque ha padecido sus atrocidades. Los militarismos, sean de izquierda o derecha, desembocan en las peores calamidades por cuanto, como acto reflejo, su fin último es eliminar a los oponentes. La intención es darle rienda suelta a la consumación de las hostilidades. Privilegian un reclamo instintivo de territorialidad.  Para ellos se hace obligante expulsar al otro. Al militarismo los antagonistas les resultan  incómodos y  execrables porque en la obtusa mentalidad de tropa no  hay posibilidad para valorar la cohabitación con los contrarios.

En los sistemas auténticamente democráticos la esencia es la tolerancia, sin en el mínimo rasgo cuartelario. Las victorias que afloran en la Democracia se asumen pro-indiviso, por eso son hermosas, porque corresponden a todos, porque fue el resultado a partir de un disenso fértil.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Conferencia:
“Apoyaturas epistémicas en la praxis discursiva de José Balza”
  Autor: Dr. Abraham Gómez R.
Ha habido una constante incitación en la vida de los seres humanos, en recurrentes generaciones, cuyo propósito es la indetenible búsqueda de conocimientos. Saberes que únicamente adquieren de suyo sentido, proyección e intencionalidad a la luz  de sólidos constituyentes epistémicos.
Lo que hemos sido y vamos siendo, para decirlo en las claves enunciativas existencialistas  de Heidegger, se lo debemos a la matriz epistémica que rige nuestro trasfondo vivencial, ese mundo de vida, que  nutre  el  modo de conocer individual y socialmente.  Que nos impone la manera de  hacer construcciones sígnicas de las cosas; Que nos impronta el estilo para simbolizar las realidades.
La matriz epistémica es un sistema de condicionamientos prelógicos, preconceptuales, inconscientes, que constituyen la vida misma de cada uno de nosotros:

pude haber sido otro niño—relata  Balza en una entrevista que le hicimos, recientemente—pero había una energía vital que se ubicaba en mí; yo era testigo privilegiado de aquel mundo: agua, cielo inmenso, la vasta selva, montañas, lo que me hizo atrapar la realidad y convertirla en palabras.”

Conforme con lo anteriormente descrito por este laureado escritor contemporáneo, nos corresponde reafirmar que la purísima verdad en las interioridades de  sus tejidos escriturales, aunque tal prolífica narrativa  ha trascendido bastante por el mundo: la verdad balziana no debemos pesquisarla en  el discurso sino en la episteme que define su óntica: su modo de ser, su alforja de imaginarios y sus sensibilidades.
Los ejercicios narrativos de Balza nos llevan de la mano como ductores hacia la realidad esperanzadora o hacia la proliferación de preguntas sin necesarias respuestas. Los lectores  aprehendemos escurridizas lúdicas en cada párrafo textualizado. Constituye una hermosa estrategia que impulsa a darle completitud a las ideas apenas insinuadas. En el campo léxico balziano no hay fatalismos ni nihilismos consumados como en Nietzsche o el catastrofismo incurable de  Cioran. Balza aporta, aún en los intersticios de su narrativa suficiente dialéctica,  para desenhebrar historias y experiencias. Sus textos, en tanto entidades vivas nos guían;    inclusive aquellos escritos de su época juvenil que tuvo el atrevimiento de lanzarlos a las aguas de su avecindado Caño Manamo, en un acto inconsciente  de metafórico esparcimiento y de exquisita proyección  universal de sus letras. Y esto tal vez no haya sido un gesto  ingenuo, gratis o   desprevenido. Les diré ¿por qué?
 A través de conocimientos documentados hemos llegado a saber que era costumbre en la mitología celta/griega  arrojar joyas y otros objetos de valor a los cuerpos de agua. Que tal práctica tenía intención de proporcionarse prosperidad   quien lanzaba algo, aunque gozara de salud; o aquéllos que buscando la transfiguración un poco más dichosa  tenían sus equipajes listos para la eternidad, y que a duras penas lanzaban una que otra  cosita.
 Acaso no lo hizo el Rey Arturo, cuando ya  en plan de moribundo, envía a un súbdito para que hiciera desaparecer su espada en las profundidades del Lago de Mneme, Madre de las Musas, deidad  de la creación, de las  ideas,  pensamientos, y que por lo demás controlaba la esencia misma de la vida.
Nos imaginamos que siempre hubo  deidades inspiracionales en este brazo del Orinoco,  el Caño Manamo; porque, de qué otra  manera podemos explicar que este niño que quiso ser músico y pintor haya podido fracturar su propia genética social, sin desprenderse jamás de su cordón epistémico, y que con aquilatadas herramientas literarias, cultivados méritos y elogiada estilística hoy sea reconocido mundialmente.
Los textos arquetípicos de Balza han irrumpido para provocar, para desencadenar  innumerables controversias; a veces para ir contra lo establecido, para antagonizar las ideas esclerosadas  por dogmatismos.  Le fascina dejar sentado en sus  escritos  pensamientos a contracorriente, en los  cuales el cinismo tiene un sitio preponderante.
Busca hacer cosas con las palabras; exactamente lo que Austin denomina “enunciado performativo”  que no se limita a describir un acaecimiento sino que en  el mismo instante de estar expresándolo se realiza el hecho.
Así lo vemos reflejado desde su primera novela Marzo Anterior, donde la búsqueda de la identidad será el elemento esencial de la obra. En ésta se encuentran presentes muchas de las características de lo que se ha dado en llamar la antinovela. Los hechos, las cosas y hasta los seres dejan de ser lo que son  para mostrar todo un mundo interior: el mundo de la conciencia. Este texto de 1965 está construido a través de la introspección, de dos historias paralelas entretejidas de los personajes, rediseñando constantemente los planos temporales sin caer en la categoría de novela psicologista.
Balza aporta su propia  y amplísima concepción de la novela cuando expone en “Narrativa Instrumental y Observaciones” año 1969, lo siguiente: 

          “construir una novela para expresar la multiplicidad psicológica de un sujeto, significa realizar la descomposición dimensional de la personalidad de ese sujeto; dándole igual jerarquía de realidad a sus actos, a su pensamiento, a su imaginario y, hasta donde sea posible a la vida ajena a su propia conciencia”

Hemos aprendido que los libros son objetos mágicos.
Leer no es sólo consumir signos lingüísticos sino crear, elucidar, proponer, recomponer; y a menudo somos los lectores quienes les revelamos a los autores qué fue lo que en  realidad escribieron. Porque, aunque no toda lámpara tiene su genio, de lo que si estamos seguros es que lo que brota también depende del espíritu, la mentalidad y las sensibilidades de quien frota la lámpara.
Cuando nos disponemos a leer, a frotar la lámpara para desafiar al genio; abandonamos la multiplicidad de inquietudes de la mente y accedemos a concentrarnos, a seguir el curso de una idea, de una argumentación, a confrontarla con nuestras propias consideraciones.
Hay libros que ayudan a  acrisolar miradas de los hechos que es mucho más que ver; textos que cooperan para que comprendamos  situaciones y obras literarias que nacen para ser vividas.
 Cervantes podía creer que estaba contando apenas la fábula divertida de un hombre que enloquece después de leer muchos libros y que se lanza a vivir aventuras que sólo ocurren en su imaginación; sin embargo, cada vez que hagamos una relectura de El Ingenioso Hidalgo Don quijote de la Mancha  encontraremos en sus páginas toda clase de enseñanzas, redescubriendo en la literatura renacentista española del siglo XVII, uno de los más complejos retratos de la humanidad.
 Escritores y lectores nos estaremos haciendo siempre esta pregunta…. ¿Quién decide lo que hay que leer, y quién lee lo que conviene decidir?
Dice Balza, en  Observaciones y Aforismos, año 2005:

 “El crítico es un lector natural superior. No todo lector es crítico, porque para serlo necesita saberse como tal. El lector natural incorpora las escenas de una novela, las imágenes de un poema o ciertas ideas de un ensayo a  su vida, como el pan o el café de todos los días. Ese alimento puede resultar a veces saludable o perturbador: pero el lector lo considera parte de su filosofía….El crítico comienza por ser un lector natural (es más necesita serlo durante un largo período o intermitentemente durante su vida. De esa forma la escritura de los otros se vuelve parte de su metabolismo. No hay crítico sin un vasto pasado literario

En el libro de mi autoría “Hombres en la historia contemporánea del Delta” de reciente edición, Balza nos relata que  siempre ha sido muy disciplinado, que escribir para él es como un grado de sacerdocio con la vida y la belleza. Enjuicia de este modo: el lenguaje no perdona, o te hace decir tonterías o te lleva a lo más hondo de la realidad y de las personas. Él escribe, según nos ha dicho, en las mañanas, pero puede sentir el eco de algo; un suceso, cosas que comentan y entonces obedece de inmediato al llamado. Se pone a trabajar donde quiera que esté: en una servilleta, un cuaderno, la tableta. Todavía dibuja y viaja con lápices, pinceles y una acuarela.
Para aproximarnos a Bergson diremos que la esencia de la vida es inasible, inatrapable, que apenas  abocetamos el mundo con palabras; Supremamente aún  en Balza, que posee ilimitada imaginación para juntar palabras y colores; párrafo que   abreviamos en la  descripción siguiente:

Somos un pueblo inclinado altamente a la percepción, al goce, a la exploración y la expresión imaginaria de lo visual, traducido todo esto en el uso del color, la línea, el espacio, las formas, las materias….lo palpable es  que en la obra de Juan Lovera, artista formado en la práctica misma de la pintura, los matices lumínicos  llegaban a su clímax en el retrato de Lino Gallardo. Blancos apenas sombreados, un vibrante amarillo de bordes anaranjados, forman una mancha autónoma en la que, a primera vista, los matices se funden y revelan una ola de color enérgico que oculta los detalles del lazo, el cuello  los botones…”

Importante es reconocer que Balza ha aceptado, como su apostolado, los axiomas de la libertad a partir de los cuales explica los procederes políticos, culturales, religiosos y económicos en nuestro país.  Tales ámbitos afloran transversalizados, directa o indirectamente en sus textos, en ebullición reiterada.
Crea Categorías para explicar lo que hemos sido como nación: nuestros orígenes sociohistóricos, indecisiones prospectivas, irrupciones societales y las interrupciones de movimientos  levantiscos.
Las categorías balzianas construidas a pulso de la venezolanidad tejida en su piel  nacen mediante  una interrogante pendular, que él se formula:

 “¿Llegaremos, alcanzaremos a ser una Venezuela integral?”

En sus  hechuras categoriales  urde e imbrica Balza  ahondadas reflexiones sobre la problematización nuestra.  La Sustitución viene a ser una categoría superior. La sustitución de nuestro perfil humano,  la sombra que nos ha arropado siempre.
Balza sostiene discursivamente conceptos guías que son metarrelatos  para dar cuenta de lo que hemos vivido en este pedazo de geografía suramericana en  constantes sustituciones.  Lo que hoy  admitimos  como   interesante proyecto nacional,  deslumbrante, ya mañana lo dejamos a un costado; mientras seguimos rebuscando una y otra vez, indistinguidamente, en todos los tramos epocales. Así ha sido.  En tal inercia se nos ha ido la vida desde la colonización hasta el presente. Exactamente, La Sustitución es una recurrente Categoría en su narratología.
De su texto “Pensar a Venezuela”, de 2008, extraemos:

“nos acecha el riesgo de continuar siendo una incesante acumulación de fragmentos, de parcialidades, sin integración… Nos ha impulsado una permanente sustitución: planes educativos, instituciones públicas, ideas para el desarrollo de numerosos productos, la utilización del petróleo etc.  Conducen siempre a un punto donde tales proyectos se frustran porque son sustituidos por novedosas planificaciones que, a la vez, desembocarán en otras”.

Balza, no sólo apela a la primera persona para explayar sus inquietudes por la vida nacional, también hace uso de figuras de la retórica dialogal entre personajes centrales o secundarios en su textos.
 Balza,  extraordinario manejador del lenguaje crea, recrea y  transforma cuanta idea, frase o expresión sea  aprovechable morfosintácticamente en su condición de artista literario. Escultor de la palabra.
 Construye  elogiables efectos dialógicos, descripción de escenas, el uso de voz pasiva o voz activa, la distribución y extensión de las oraciones, la utilización de registros dialectales, las figuras de dicción y  de pensamiento, el predominio y uso de los símiles o comparaciones, la selección o reiteración de unos determinados tropos, metáforas o imágenes. Él intelectualiza todo esto. Esplendor de la estilística balziana, heredad tal vez de su densidad como profesional de la psicología.  Expresiones particulares para socializar la producción y recepción de significados.  Balza ejemplifica un tipo de escritor completo, que no ha sido frecuente en Venezuela.

En la fábula, “Un hombre de Aceite, de 2008, aunque constituye un ejercicio de imaginación, conseguimos a Balza  desdoblado en el renunciante ingeniero  Luís Samán, en el locuaz periodista Cristóbal Ochoa y en el invocado filósofo Ostarga. Precisemos cuándo, cómo y de qué manera encontrar a Balza:

Luís ha permanecido de pie ante la gran mesa, donde la directiva de la compañía  le hará el acto de despedida. Han entrado otras personas, y el presidente dice unas palabras…
--No hay casa elegante, teatro, universidad, autopista, televisora, hipódromo y línea aérea que no tenga sus raíces y su explicación en la producción petrolera. Un orgullo. El petróleo es lo obvio entre nosotros, no como Dios, pero casi. Tanto que hasta nuestras palabras están hechas con él.
Luís siente la tentación de interrumpir, de mostrar que también la más terrible y duradera cara del país, la de la pobreza, la violencia y la estupidez ha sido agrandada y creada por el líquido demonio. Podría decirle asimismo que quizás están viviendo los estertores de una empresa que ya se agota, después de casi ciento cincuenta años. Y con su esterilidad de siempre arrastró al país.
El licenciado Ochoa esperaba el instante. Hay en él una contradicción visible: nadie parece verlo ni recordarlo. Y en ese momento levanta su cuello, siempre un poco más alto que el de los demás; carraspea suavemente y con voz baja dirigiéndose a Luís.
---Nunca es  malo un momento de reflexión. Usted se retira, nos deja con esta labor ya tradicional. Yo no sabría si envidiar su decisión. Ya sé que usted no es amante de la lectura, de pesados libros ensayísticos quiero decir y menos de sermones y discursos. Pero si usted me lo permite.
--Adelante Licenciado. Por algo ha sido usted  jefe de prensa. Seguramente tiene algo importante que decir.
--Gracias, ingeniero. Sé que no le quito tiempo. Es que he estado leyendo a un joven filósofo, de apellido Ostarga, y he quedado intranquilo con sus ideas. El hombre ha partido de la idea de disgregación, como hemos vivido siempre políticamente, una separación; entre los modelos sociales europeos y  nuestra vida real; entre las constituciones y  su falsa aplicación. Hay una fragmentación y un dualismo. Como si el país fuese uno pero se dejara vivir por otro.
-- Ese filósofo, como que tiene razón, ¿no? , exclama Luís.
-- Él dice —continúa  Ochoa-- que nuestra historia moderna es la historia de la intervención del Estado. Esto significa que nuestra sociedad nunca ha vivido según sus leyes y su aplicación correcta. En todo interviene el Estado, es decir, el petróleo, sus bajas y subidas. Una incoherencia, una cosa ilegítima. La vida política actual se funda y se legitima en una tradición de servidumbre.”

 Balza se ha hecho tan versátil y prolijo, que  suficientes críticos  literarios han  advertido: quizás ha llegado el preciso momento de ir estudiando la narrativa literaria balziana por etapas, géneros, giros estructurantes, contenidos referenciales, motivaciones o cuerpo anecdótico de los relatos.
Sus tendencias e intencionalidades expresivas se han vuelto cartografía multiforme.
Etnicidad, socioantropología, enjundiosa investigación a la  musicología venezolana, crítica al desenvolvimiento en las artes plásticas, educación, ontología, epistemología; en fin, ámbitos ensanchados de su talento, que  dan carne y disciplina a los propósitos estéticos, dentro de una especificidad semiótica.
Él también ha optado por reconocerse en su individualidad interactuante,  que se identifica,  le afecta y se involucra con lo colectivo, desde siempre.   Digamos con Balza, en “Los siglos imaginantes” del año 2014:

En Venezuela después de la llegada de Colón debimos esperar más de tres siglos para que se comenzaran a considerar las lenguas autóctonas. Porque despreciado y perseguido por el español, el indígena se vio obligado a esconder, destruir o disimular sus expresiones espirituales. Y esperar a la mitad del siglo XX para que esa cultura y la del negro comenzaran a ser objeto de auténtico rescate, valoración y difusión”

A decir de Josefina Punceles de  Benedetti, en su obra “La estética postmoderna en la música venezolana”, Balza es uno de los pocos autores que ha hablado sobre la composición y el discurso musical  en el país, y por extensión de los hechizos de las sonoridades hacia Latinoamérica.
Hasta el presente, resulta paradójico que con tantas manifestaciones musicales no tengamos una fortísima corriente crítica; entendida ésta como una reflexión sobre lo que se hace, cómo se hace y qué futuro tiene, que guíe a la opinión pública y permita a la gente formarse juicios sentenciadores  sobre las creaciones musicales y sus creadores.
En su texto, “El Bolero: Canto de Cuna y Cama” de 2002, Balza explora con finura  perspectiva de reivindicación y admiración hacia este antiquísimo género musical:

“¿Qué edad podemos dar al bolero? Como para tantos fenómenos de la cultura popular no hay una fecha de nacimiento exacta. Los boleros son Los primeros avances de las expresiones amorosas en público.  Se escribe, se canta, se baila un bolero como prólogo o epílogo al momento de la fusión amorosa. Toda persona que hable de amor a su amor lo hace con letra de bolero. Hubo una época en la que no existía el bolero, y creo que entonces la gente estaba incompleta.  No todo el mundo puede cantar boleros. La misma particularidad oral del bolero es lo que define el destino de sus intérpretes. Se canta al amor, es cierto pero también la voz debe ser expuesta como un instrumento extraordinario”

Ha tenido Balza un impulso medular para ir mucho más lejos, de explorar en las profundidades  de los piélagos  imbricantes donde se hacen consortes   la literatura y la música. Hermosa parejita. Que también constituye devenir humano.  Él devela las intrincadas y a veces imperceptibles conectividades entre la música y la literatura, y   le construye a ese amorío un denso pensamiento proyectado hacia perspicaces horizontes.
En él subyace inmutable su memoria epistémica de adoración a la música; y ante cada oportunidad de depurada y acendrada elaboración discursiva aporta su propia dimensionalidad.
El 14 de julio del año pasado, desde el Paraninfo de la Academia Venezolana de la Lengua ,en  el acto de su incorporación como Individuo de Número, despliega una límpida pieza oratoria titulada, “Nuestra Música: Elaboraciones Literarias”, en ese texto expone:

como no soy capaz de analizar e interpretar la historia de nuestra música, sólo pretendo asomarme a la manera en que la misma ha sido percibida y pensada por los escritores venezolanos…busco pensamiento y testimonio. Pruebas materiales de una concepción unitaria o diversa acerca del hecho musical acaecido en estas latitudes.
Comenzaré por revisar imágenes: escenas o sucesos ficticios que, sin embargo, poseen hondas raíces en la realidad y que, desde ella, han permitido a los autores pensar, calibrar y revelarnos algunos rasgos de ese arte.
Haré después un recorrido de otro nivel: la posición consciente, analítica, de los ensayistas y musicólogos que tratan el tema y sobre él proponen causas, efectos y hasta clasificaciones.
Intentaré mostrar ciertas constantes o continuidades que, a mi entender, unifican el cuerpo poderoso de lo musical entre nosotros….”

A Balza le importa el destino de lo hecho con fervor en nuestro país; así además, le preocupan  las injustas omisiones. Esa misma pasión militante lo muestra cabalmente como  discernidor de ideas, consciente de la finitud del tiempo que lo interpela.
 En su obra “Ensayos Crudos”  aunque formalizada en texto en el año 2006, recoge eventos y circunstancias que marcaron, decisionalmente, la vida de Venezuela. Por ejemplo éste, que leo a continuación, desarrollado una madrugada de marzo de 1989,

Poco después recibí la invitación del presidente para acudir a Miraflores donde había una reunión con escritores. Ya la prensa lo había mostrado, una decena de intelectuales participó en ese primer encuentro. La inicial actitud  presidencial del anfitrión, dio paso a la conducta de un ser humano atento, preocupado y abierto. Guardo vivamente la impresión que me causó el discurso de Adriano González León. También la vehemente participación de Marta Sosa. No dejó de sorprenderme la oratoria de Cabrujas: valiente, lúcida, admirable y teatral. Puede estar seguro cualquier venezolano de que el grupo de escritores dijo al mandatario todas las cosas que cualquier ciudadano hubiese querido decirle: sobre la corrupción, el precio de la gasolina, las universidades, los jueces pervertidos, los diputados sin oficios, las medicinas, la educación. Hice al presidente una diversa pregunta, hacia la medianoche – estoy seguro, usted está hablándonos en este instante con transparencia y angustia. Pero cuando nosotros abandonemos el Palacio, después de que usted haya escuchado tantas cosas francas, serias, honestas, ¿a quién acude?, ¿qué escucha?, ¿cómo lo arropa la sombra de su partido?, ¿por qué cambia?, ¿qué queda de lo escuchado?
Yo no podía evitar una sensación de irrealidad: los escritores en Miraflores diciéndole al Presidente, que escuchaba con atención, todo lo que la guerrilla de los años sesenta gritaba clandestinamente, y aún cosas nuevas y peores..”

Los Seres humanos estamos equipados genéticamente con mecanismos finitos de conocimientos que a través de los cuales construimos e interpretamos un mundo infinito de realidades y palabras.
Noam Chomsky nos ha legado esta teorización, así llamada: Gramática Generativa y Transformacional. Conforme a este influyente lingüista contemporáneo: en los niños hay conocimientos morfosintácticos formales previos a las experiencias, sin instrucciones explícitas,  en una especie de  estructura profunda.
Hoy, cuando estamos revisitando la narrativa balziana, decimos: Y por si fuera poco, a lo intrínseco  humano  que teorizó Chomsky  para los   actos de habla; Balza concita como activo  de sus conformaciones existenciales  los designios oraculares de las aguas del Delta del Orinoco:
Un enigmático amor me ata al río –nostalgia Balza--  ese tipo de pasión que nos condensa, en el pasado y en futuro .El Orinoco ha estado siempre donde lo encuentro hoy, frente a mi casa. Su presurosa inmovilidad tiene un lugar de asiento en mi propia vida. El río fue mi más poderoso juguete en la infancia. Los días se llevaron mi infancia. Yo cambié, cambié para querer ser siempre el mismo. ¿No seríamos acaso, en 1939, los juguetes que el río usaba para fijarse en alguna memoria? Fuimos juguetes del río con el cual se cree jugar”

Muchísimas Gracias.

Tucupita, septiembre de 2015