lunes, 24 de febrero de 2020




La Universidad: crítica e irreverente con cabeza propia.

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia venezolana de la lengua.
abrahamgom@gmail.com

Desde siempre, a los regímenes totalitarios les incomodan los ámbitos de la sociedad donde se respire absoluta pluralidad; donde haya un disenso fértil; donde las personas tengan la libre posibilidad de discernir ideas o posiciones. Donde cada quien exponga, sin ataduras sibilinas, lo que crea debe corresponder para alcanzar soluciones satisfactorias. Es lo hermosamente deseado.
Pero, la libertad de la gente atormenta a los opresores y conculcadores de Derechos. Acaso es una exageración mencionar que a los detentadores de los gobiernos de talante militarista les causa escozor cuando  en los espacios universitarios  se piensa con cabeza propia; que no se admiten actitudes troperas, ni sargenterías que intenten comandar pelotones, a lo interno de nuestros espacios plurales.
No sólo a los militares, sino también a los  militantes ( aplaudidores) de regímenes de opresión, persecución y atrocidades les incomoda la amplitud cómo se debaten y confrontan las tesis, propuestas,  ideas y posiciones, en la Universidad.
La indigencia mental que padecen y exhiben les hacen que vean en cada Docente Universitario un acérrimo enemigo; a alguien a quien hay que combatir; y si no pueden hacerlo doblegar o renegar de sus  principios, lo golpean por sus medios de subsistencia.
Cada quien tiene sus propios testimonios de las implacables ocasiones en que la Academia Universitaria y todo cuanto comporta ha sido vilipendiada y sometida a condiciones ominosas para intentar ponerla de rodillas.
De modo que, esta arremetida ahora por la vía del Tribunal Supremo de Justicia, y su inefable sentencia 0324, del 27 de agosto de 2019, prontamente será una página abominable de ingrata recordación en la Universidad venezolana.
No transcurrirá mucho tiempo, cuando los firmantes de tamaño adefesio sentirán el desprecio de  toda la sociedad venezolana, por intentar poner e imponer  una determinación resolutiva, violatoria de la consagrada Autonomía Universitaria, conforme al artículo 109 de nuestra Constitución Nacional.
Basta el siguiente párrafo para que  los magistrados firmantes reciban, para la posteridad, la repulsa que se merecen: 
"...esta Sala Constitucional, haciendo uso de sus amplias potestades cautelares, establece provisionalmente y con carácter cautelar un régimen transitorio para la elección de las autoridades de la Universidad Central de Venezuela, que permita la elección de las autoridades universitarias con período académico vencido en un plazo de seis (6) meses, mientras la Sala, cumplido el procedimiento, resuelva en sentencia definitiva el mérito de la demanda de nulidad interpuesta contra el artículo 34.3 de Ley Orgánica de Educación...."
Lo padecimientos y demás brutalidades afines perpetradas contra las Universidades  y  los profesores universitarios han sido calamidades de vieja data. 
El presente régimen, en concreto, adquiere modalidades y circunstancias peculiares. Pretenden arremeter, y desembolsar sus satrapías,  bajo un manto  de legalidad; con lo cual ya alcanza nefasta distinción en la manera de hacerse atroz contra nuestras universidades, a través de viles maniobras judicializadas, del tipo:
" Se suspende cautelarmente la aplicación de los artículos 31,32 y 65 de la Ley de Universidades en cuanto a la forma de elección de las autoridades universitarias hasta tanto se dicte decisión definitiva en el caso de autos, en razón de lo cual el Consejo Nacional de Universidades establecerá un cronograma para la realización de las elecciones de las autoridades universitarias de las demás Universidades Nacionales, distintas a la Universidad Central de Venezuela, cuyos periodos se encuentren vencidos.."
Nos golpean por pensar distinto, y antagonizar las calamidades provocadas por sus  ineptitudes.
La comunidad académica ha asumido a conciencia el cumplimiento de sus altas funciones de producción de conocimientos y de formación de profesionales de las nuevas generaciones.
Tal vez con la develada intención de arrodillar al personal de las universidades, ya no únicamente, a través de la precariedad de sueldos y salarios, desean cercenar La Autonomía Universitaria: condición indispensable para el desarrollo del Pensamiento Crítico. 
El espíritu esencial de nuestra Universidad es seguir diciendo lo que haya que decir sin ataduras. Expresar en alta voz lo que nos dicte la  conciencia.





domingo, 23 de febrero de 2020



LA REVOLUCIÓN DEL “COMO SI”

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com

El crítico más agudo en sus sentencias y quien anda por ahí sólo mirando pasar las cosas tienen ambos del presente régimen venezolano una común conclusión: tamaño desbarajuste ideológico en que se han metido los defensores de la llamada revolución.


No encuentran sustentación ideológica que les sirva de piso. Y sólo los vemos haciendo amagos, “como si” se tratara en verdad de una revolución.


A quienes les encargaron las tareas teóricas del régimen, en el afán de acomodarle algo de soporte doctrinario, han agotado, prontamente, las canteras de ideas socio-políticas. No encuentran dónde engancharse ideológicamente, que les proporcione cierto asidero que transmita credibilidad. Hoy acuñan una idea, mañana dicen lo contrario.


En las primeras de cambio, al inicio, ningún recato tuvieron para hacer aparecer como digerible un híbrido entre Marx y Bolívar.
Este engendro teórico no les cuajó, por cuanto el mundo entero tiene pleno conocimiento del desprecio que sentía el autor y divulgador del Materialismo Histórico por nuestro Libertador.
Una prueba de lo aquí afirmado, basta sólo esta perla, contenida en la carta fechada el 14 de Febrero de 1858 dirigida por Marx a su carnal y financista Engels:

“Me hubiera pasado de la raya si presento a Bolívar como un Napoleón I. Bolívar es el verdadero Soulouque. Es un canalla, cobarde, brutal y miserable que mandó a fusilar a Piar bajo las falsas imputaciones de haber conspirado contra los blancos, atentado contra su vida y aspirado al poder supremo…”.

Cómo le echaron imaginación los pensadores de la izquierda tarifada para hacer creíble este betumen ideológico. Rebuscaron bastante argumentación por todas partes para que al final se vieran las costuras de un tejido que la realidad nuestra se encargó de desbaratar.
Bolívar, el Padre Libertador, no admite remiendos.


Pensar, decimos los demócratas, en la posibilidad de una “revolución bolivariana” asentada en las elucubraciones de Marx luce: intragable e incongruente, por mucha dialéctica que le pongamos.


Marx calificaba a nuestro Padre de la Patria con los idénticos conceptos que utilizaba para referirse al dictador haitiano Soulouque, quien surgió de entre los esclavos para cometer fechorías contra su propia gente.


Se vieron, entonces, obligados a seguir buscando.
Pero, “como si” de una revolución se tratara han tenido que recomponer el pretendido disfraz ideológico ante tamaño despropósito.


Descubierta la patraña volcaron sus miradas hacia Mariátegui, autodenominado el “amauta”. Pero el peruano, sacado de emergente, está demasiado impregnado de etnicidad; desde sus adentros rechaza cualquier réplica a su modo de pensar. Leamos esta expresión lapidaria:

“No queremos que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida con nuestra realidad, en nuestro propio lenguaje al socialismo indo americano…”.

Así pues, la iconografía “como si” de una revolución se tratara, se les va apocando. Los márgenes de maniobra se les pusieron chiquitos.
¿Qué va quedando por ahí? se preguntan en plan de corifeos.
! El Che Guevara! Responden.


Al tiempo que dilucidan ¡cuidado ¡ el Ché resulta demasiado poroso para el pensamiento plural y concita demasiada inmoralidad para ejemplificar la dignidad de los seres humanos.
Como colofón del presente relato, distinguimos algunas precisas interrogantes: ¿Cuál revolución.Cuál transformación. Cuál sociedad ideal. Cuál mundo mejor?


En nuestro país únicamente ha prevalecido, en los últimos años, la detestable militarización de los espacios naturales de la sociedad civil, con el agravante de pretender hacer tolerable tal engendro “como si” admitiéramos una circunstancia normal y rutinaria.


A fuerza de marchas y vestimentas aspiran que la sociedad civil se trague la militarización. Con su deleznable travestismo rojo aspiran encubrir las tropelías que cometen contra la sociedad civil.-
Ya hay suficientes evidencias de la abominación que causan los regímenes totalitarios-militaristas de derecha o de izquierda.

martes, 4 de febrero de 2020



Guayana Esequiba: ¿compromiso histórico o fragilidad diplomática?.

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.

abrahamgom@gmail.com


En nuestro indetenible recorrido por la universidades venezolanas y por algunas instituciones públicas y privadas para atender  invitaciones académicas; nos complace reconocer e informarles  que en todos estos organismos visitados (hasta ahora),se nos pide con avidez  que deliberemos   con precisión pedagógica el asunto de la contención territorial que sostenemos con la excolonia británica.

Conseguimos  profesionales densamente formados; además intercambiamos criterios con  participantes, en general,  en tal asunto litigioso. 
Gente, en todo el país, que ha acumulado bastantes indagaciones documentales; lo cual les ha permitido acrisolar conocimientos; que portan en sí mismos “caja de herramientas” intelectuales, siempre al servicio del país.

Seguimos preguntando con insistencia: si los propósitos en la Política Exterior de Venezuela apuntan, con seriedad,  a sistematizar el  reclamo centenario del vil despojo del cual fuimos objeto, a partir del nulo e írrito Laudo Arbitral de París, de 1899; por qué dejar a un costado a ese inmenso bastión de compatriotas, quienes pueden aportar sus opiniones y conjeturas, con legítimo y natural derecho.

Eso sí, hay esencialmente una exigencia inevadible: los  participantes en las deliberaciones deben ser los mejores, que  afloren  desde las propias universidades , las Academias, las ONGs y otras entidades, que posean amplísima formación en la materia y las probadas cualidades para tales fines; para evitar los innecesarios extravíos y la pérdida de tiempo.
Me consta que poseemos  venezolanos preparados y comprometidos, en todos los sectores de nuestra sociedad.

Contrariamente, si la idea, con lo de la Guayana Esequiba , es armar un “ardid distractor” para solapar la crisis nacional, entonces en ese saco caben muchos; al tiempo que se estarían haciendo ejercicios vanos de demagogia, intentos malabaristas para balbucear cualquier cosa sin arribar significativamente a algo; además con su añadida y abundante dosis de escatología lingüística cuyas conclusiones son fácilmente predecibles. Permítanme utilizar esta expresión criolla:  "aquí no todo el que quiere puede".

Prestemos atención a lo siguiente: en reiteradas ocasiones, y en distintos escenarios internacionales, el actual presidente guyanés, David Granger ha sostenido determinantemente que no accederán a continuar el litigio con Venezuela a  través de la figura del Buen Oficiante; por cuanto, según sus palabras, eso ha constituido una perdedera de tiempo y no ha arrojado los resultados satisfactorios para ninguna de las dos partes en controversia.  Añade, también,  que el mencionado Laudo de París ya ha sido admitido y ejecutoriado como Cosa Juzgada.

El gobierno guyanés y las ( 52) empresas transnacionales, que han recibido concesiones para explotar los recursos en la zona en reclamación y su proyección atlántica, celebran, por anticipado, los posibles  resultados sentenciales de la Corte internacional de Justicia; instancia donde en este momento, se dirime la controversia.
La CIJ está llamando a las delegaciones de las Altas Partes para las audiencias orales, el 23 del  venidero mes de marzo. ¿Tenemos el equipo para la defensa, con nuestro Justo Título y los enjundiosos elementos probatorios de la propiedad y posesión absoluta de Venezuela sobre la Guayana Esequiba?
Saben qué nos preocupa?. Nos preocupa la fragilidad y el inocultable desconcierto que exhibimos ante las demás naciones del mundo. 





lunes, 7 de noviembre de 2016







Guayana Esequiba: ¿compromiso histórico o fragilidad diplomática?.

Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.
abrahamgom@gmail.com

En nuestro indetenible recorrido por la universidades venezolanas y por algunas instituciones públicas y privadas para atender algunas invitaciones académicas. 
Nos complace transmitirles que en todos estos organismos visitados ( hasta ahora)  se nos pide que deliberemos   con avidez el asunto de la contención territorial que sostenemos con la excolonia británica.

Conseguimos  profesionales densamente formados; además intercambiamos criterios con  participantes, en general,  en tal asunto litigioso. Gente, en todo el país, que ha acumulado bastantes indagaciones documentales; lo cual les ha permitido acrisolar conocimiento; que portan en sí mismos “caja de herramientas” intelectuales, siempre al servicio del país.

Si los propósitos en la Política Exterior de Venezuela apuntaran, con seriedad, desde  al reclamo centenario del vil despojo del cual fuimos objeto, a partir del nulo e írrito Laudo Arbitral de París, de 1899.seria del mapa curricular, que abarque disímiles ámbitos-temas, planes de estudios, programas y perfiles ocupacionales, entre muchos otros aspectos, deben ser debatidos por/para el futuro de la Universidad venezolana.

Hay esencialmente una exigencia, que no puede quedar a un costado: los actores participantes en las deliberaciones deben ser los mejores; aflorados desde las propias universidades; que posean amplísima formación en la materia y las probadas cualidades para tales fines; para evitar los innecesarios extravíos y la pérdida de tiempo.
Contrariamente, si la idea es armar un “ardid distractor” ante la crisis nacional, entonces en ese saco caben muchos; al tiempo que se estarían haciendo ejercicios vanos de demagogia, intentos malabaristas para balbucear cualquier cosa sin arribar significativamente a algo; además con su añadida y abundante dosis de escatología lingüística cuyas conclusiones son fácilmente predecibles.

Hemos percibido, desde ya, que bastante gente se está  embullando con este asunto del cambio de la currícula universitaria, como si se tratara de algo simple, o fácilmente despachable. Pero, aquí no todo el que quiere puede.