lunes, 18 de abril de 2016



ECOLOGÍA ABERRANTE DEL MILITARISMO

Dr. Abraham Gómez R.

Hasta algunos años resultaba impensable que podría desatarse en nuestro país los mecanismos sostenedores de los regímenes totalitarios, cuya mayor esencia viene dada por la  descarada y siempre abominada pretensión de concentrar y controlar lo más  mínimos designios de los seres humanos. A esto lo categorizó Foucault como el biopoder.
No en vano las raíces filológicas que entroncan los vocablos ejército y ejercicio arrastran idénticas procedencia: poner en movimiento, no dejar descansar, hacer trabajar sin respiro, agobiar, forzar hasta la extenuación.
 La pretensión más actualizada es la inmerecida exaltación del militarismo en los centros educativos, con sibilina intención de indoctrinación: a través de poemas, canciones, ensayos y obras teatrales, la fuerza armada nacional  tratará de ideologizar a la nueva generación de venezolanos. El Ministerio de la Defensa y el Comando Estratégico Operacional de la FANB enviaron a toda la estructura militar el instructivo N.  Ceofanb 001-16, contentivo de 20 páginas, en el que se les ordena realizar la campaña motivacional El Valiente Soldado Bolivariano.
 Si ya soportábamos la condición vergonzosa, con sello institucionalizado, de ver a militares mediocres ocupar los distintos ámbitos naturales de la sociedad civil, súmese desde ya este nueva hecho deleznable.
 En cada ente de la administración pública, como caricatura de gerente de algo, hay un militar para cumplir (¿?) las funciones que ha aprendido: perseguir con miradas escrutadoras, informar a sus superiores, someter y obstruir cuando algún procedimiento sobrepase su capacidad interpretativa. Por tal camino pronto tendremos un trastocamiento de civilización de los valores cívicos: las costumbres de los  naturales intercambios, las sensibilidades que nos vinculan a los otros, de los elementos culturales pertenecientes a los ciudadanos que los hacen compartibles en sus legítimos espacios. Si la cosa sigue como va pronto hablaremos de cibilización (con b larga-bilabial), que al colocar la palabra en el campo léxico de cibus engendra en los sustentadores del poder el capricho de cebar, engordar a la población (no precisamente de alimentos sino de desquiciamientos militaroides) para avivar su animalidad, al tiempo que  practican  los ensañamientos para quienes osen desmandarse del orden impuesto.
No por ingenuidad o casualidad al frente de la mayoría de los  ministerios de la administración pública conseguimos militares venezolanos y cubanos, con pobrísima formación universitaria para regir tales designios. Mayor desprecio a los sustantivos principios de la civilidad, de la ciudadanización no puede haber.
 En un régimen militarista no hay dialógica, menos discernimientos, confrontación intrínseca de ideas, de búsqueda de síntesis superadoras producto del esfuerzo conjunto.
El régimen militarista que flagela y acogota a nuestro país han venido conculcando los espacios para dirimir. Sólo auspician y promueven desde la oficialidad los foros de “los espejos”, (pero bastante lejos de la tesis de Lacan) donde los epígonos del militarismo se regustan de lo que ellos mismos dicen y oyen, sin que nadie  se atreva a desbocarse en sentido contrario. El TSJ se ha convertido en un redil obediente y sumiso. Y pensar que a quienes tuvimos hasta ayer como serios intelectuales, con una densa formación académica han devenido en  exégetas de las satrapias de hoy. Hay una indisimulada disposición  desde todas las esferas oficiales a  improntar con sesgos militaristas los diferentes modos de ser de la civilidad venezolana; a imponerle un tono marcial a cada cosa.
Los ideólogos del régimen vienen construyendo una gramática para intentar mencionar con otros signos lo que ya conoce la humanidad,  porque ha padecido sus atrocidades.
Los militarismos, sean de izquierda o derecha, desembocan en las peores calamidades por cuanto, como acto reflejo, su fin último es eliminar a los oponentes. La intención es darle rienda suelta a la consumación de las hostilidades. Privilegian un reclamo instintivo de territorialidad.  Para ellos se hace obligante expulsar al otro. Al militarismo los antagonistas les resultan  incómodos y  execrables porque en la obtusa mentalidad de tropa no  hay posibilidad para valorar la cohabitación con los contrarios.

En los sistemas auténticamente democráticos la esencia es la tolerancia, sin en el mínimo rasgo cuartelario. Las victorias que afloran en la Democracia se asumen pro-indiviso, por eso son hermosas, porque corresponden a todos, porque fue el resultado a partir de un disenso fértil.

miércoles, 6 de abril de 2016



- Denuncia el Dr. Abraham Gómez---

 Enjambre de compañías destrozan
 la Guayana Esequiba.

Tucupita.- (Especial) En el primer trimestre de este año un considerable número de  compañías especializadas en trabajos de exploración y explotación aurífera, hídrica, forestal, petrolera, de extracción de uranio y de  bauxita se han asentado en el territorio de la Guayana Esequiba, con la  connivencia de los gobiernos  de Guyana, del Reino Unido, de Brasil, Holanda, Canadá, Surinam, de Estados Unidos, de China, entre otros. Y tal vez, lo más vergonzoso es actitud silente, permisiva por inacción de las autoridades venezolanas.
Uno llega a preguntarse, reflexiona el Dr. Gómez, especialista y con suficientes estudios en esta materia: qué trato soterrado puede haber por debajo de cuerda, para que el gobierno venezolano  no reaccione como tiene que ser, de conformidad con el Derecho Internacional Público y amparado en el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Constructoras de Brasil, compañías de exploración de oro como la Guyana Goldfields de Canadá, la petrolera China National Offshore Oil Company ( CNOOC), la Shell de Holanda, la CGX de Canadá y Anadarko y Exxon de Estados Unidos, para mencionar algunas entre muchísimas, operan libremente en el territorio que hemos estado reclamando en las distintas instancias internacionales, con mayor o menor impulso, desde que nos arrebataron esa porción geográfica de 159.500 km2, en el denominado írrito y nulo Laudo Arbitral de París de 1899.
 Luego añade, el denunciante, “en esta dinámica y lúdica hipócrita que Brasil mantiene con la cancillería nuestra le oculta que Odebrecht y el gobierno de Brasil  están ampliando la carretera de 540 kilómetros, que atraviesa toda la Zona en Reclamación, desde Lethem (vecino de la localidad brasileña Bonfim) hasta el Atlántico norte en Linden.
Así también Brasil y Guyana han venido construyendo  una represa en el Alto Mazaruni  (con capacidad instalada para generar energía eléctrica a ocho ciudades como  Caracas).
En la Guayana Esequiba, el gobierno guyanés  de David Granger ha dado concesiones más pequeñas a compañías de la India, España, Reino Unido y Australia. Se estiman que más de cien subcontratistas realizan actividades para las grandes transnacionales. Hacemos la debida advertencia que además hay venezolanos mineros involucrados en la explotación del oro. A esto le debemos sumar los miles de garimpeiros de Brasil, Colombia y Ecuador.
Bai Shan Lin de la  China, expone el Dr. Gómez, es la más grande transnacional que controla la producción maderera en Kwakwani, con concesión otorgada por Guyana para trabajar sobre 960.000 hectáreas, talando a diestra y siniestra, deforestando sin control.
Le sigue en orden de importancia las empresas madereras NV Tacoba y NV Lumprex igualmente chinas; de Malasia y Corea del Sur Barama Company Limited y Berjaya Group; y de Indonesia Suri Atlantic y Musa.
 Están en trámites para recibir sus respectivas  autorizaciones las dos gigantescas empresas de malasias: el grupo WTK y la Organización Samling, principales responsables de la destrucción de los bosques en el estado malasio de Sarawak y en Camboya.
 De Surinam participa la empresa NaNa (Naarendorp & Naarendorp) Resources.
Súmese a este enjambre a la empresa española World Wide Gold,  que trabaja en un espacio de 465 hectáreas en la  selva del Esequibo.
  La empresa  Muri Brasil Venture lleva el desarrollo de una represa hidroeléctrica gigante en Amaila, para la que se han hecho ya las vías de comunicación.
Lo más reciente, que exponemos a manera de denuncia, concreta el Dr. Abraham Gómez, es la descarada asociación entre la ExxonMobil y la empresa  Mid Atlantic Oil and Gas Inc. para explotar un segundo pozo petrolero en el Bloque Stabroek, exactamente en la proyección atlántica de Venezuela, por la fachada correspondiente al estado Delta Amacuro.
Como es bien sabido, la transnacional ExxonMobil ha obtenido del gobierno guyanés  concesiones de petróleo en lo que ellos denominan, torcidamente “la cuenca de Guyana en alta mar”: bloque con un valor  estimado de 12 veces del Producto Interno  Bruto (PIB) de esa excolonia británica, y un procesamiento aproximado de  unos 700 millones de barriles de petróleo.

 Para que  percibamos  con mayor crudeza esta madeja de intereses, prestemos atención al siguiente dato: La Mid Atlantic Oil and Gas es una firma de reciente creación, que comienza a ser dirigida por el ingeniero Edris Dookie, prestado por la canadiense CGX Energy, la cual está operando en el bloque Pomaroon, también localizado frente la Zona en Reclamación

viernes, 1 de abril de 2016



Disfraz de los débiles
  Dr. Abraham Gómez R.
  Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua



Sin la menor duda, alguien que  sufre de irrefrenable desequilibrio en su autoestima definitivamente requiere con carácter de urgencia de asistencia facultativa. Un individuo  con suficiente fuerza, sobretodo si lo hace desde las prerrogativas del poder, que viva en plan de permanente ataque a sus conciudadanos, que lastima a los demás por gusto y para insuflar su pobrísimo ego, nos devela la premisa de su estropeada psiquis. La persona de quien estamos describiendo tales características es un enfermo. Que se siente rechazado, pero que impone a sus adláteres sumisión, genuflexión y miedo. No es mera coincidencia que ese sujeto en su creencia de  asumir la condición  de dirigente del mundo arrastra en su perturbada personalidad una tríada, para nada envidiada: megalomanía aliñada con paranoia (por su cuestionable nacionalidad) y ambas partes coligadas con narcisismo. Ese sicópata cada día amanece convencido que el universo gira en torno a él y sus designios. Necesita sin demoras constantemente dosis de superioridad,  brillo e idealización de sus “gestas e ilusas épicas”. Ha quedado demostrado en recientes estudios que un complejo de superioridad pesquisado en alguien no es más que la armadura que cubre lo que la gente desea tapar, que se  odia a sí mismo. Que se rechaza y por lo tanto inventa cosas para tratar de ser “alguien diferente”. Le aterra perder el control absoluto de todo y sobre todos. Lucha por figurar como centro; y aunque en su cara y palabras refiera algún  asomo de seriedad es sólo eso una fachada, porque en el fondo mantiene una reacción anticipada a sufrir de discriminaciones. Para decirlo con las teorías del psicólogo clínico Adler “si indagamos en un complejo de superioridad y estudiamos su continuidad, siempre podremos encontrar un complejo de inferioridad más o menos encubierto…por medio de este proceso de huida y evasión, mantienen un sentimiento de ser mucho más fuertes y listos de lo que en realidad son…”.Todo este relato viene a propósito de la vergonzosa declaración, rayana en sus propios deseos, del indigente mental que gobierna nuestro país  “tendrán prioridad para recibir alimentos los censados en las UBCh”. Dicha como sentencia lapidaria se  hace equiparable con los pronunciamientos hitlerianos de exclusión y arrogancia  "Para qué imitar la basura de los demás, si de mí brota la perfección". La nacionalidad de la que disfrutamos, con inmenso orgullo constituye un producto cultural, originado en las cualidades concurrentes por haber nacido en esta hermosa nación. Nos hemos erigido como un único pueblo con nuestra historia plena de gestos libertarios y con nuestras sensibilidades. Adquiere entonces nuestra nacionalidad, conforme al constitucionalismo  moderno que nos damos,  la condición de inarrebatable. Sospechamos la intención de conducir hacia la “nuda vida” a quienes no compartimos las satrapías que propicia el oficialismo y  padece el país. Suficientes antecedentes hay en cuanto a la utilización de la nuda vida, en tanto figura jurídico-política, a través de la cual   quedaba despojado el adversario-enemigo de cualquier personalidad civil. Había un sistemático conculcamiento de los derechos civiles  para quienes se resistieran dentro y fuera de los campos de concentración. Los propaladores del actual régimen asoman la posibilidad de  apelar, sin remordimientos, a la nuda vida para dejar a una considerable parte de  la población venezolana desprovista de alguna cualificación civil, consecuentemente sus vidas valdrán poco menos que nada. Sin embargo, diremos siempre con bastante insistencia que la  identidad que tenemos, en esta colectividad que hemos construido a pulso cada día, no es un simple dato natural, ni un préstamo cancelable a algún  delirante civil-militaroide. La nacionalidad con la que vivimos y por la existimos los venezolanos, sin distinción, emerge y enerva a partir de nuestra consistencia socio- histórica. En un reciente texto denominado “Los enemigos íntimos de la democracia” Tzvetan Todorov, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, un ensayo en el que denuncia las tres amenazas más graves que a su juicio afrontan las democracias occidentales. Aprovecha para  revisitar lo que ha sido siempre su tesis superior. Reafirmamos con èl en que todos tenemos necesidad de ver confirmado el sentimiento de nuestra existencia y que, según el filósofo búlgaro, el medio más fácil para hacerlo es el de reconocernos en una identidad colectiva.