viernes, 28 de octubre de 2016



 LECCIONES HISTÓRICAS DE LOS ANÓNIMOS
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

En la relectura de La Guerra y La Paz, considerada como una de las obras cumbres de la literatura rusa, seguimos encontrando un seductor  relato realista, aleccionador construido a partir de las vivencias entrelazadas de cuatro familias de origen aristocrático. Junto a estos personajes, aparecen  otros menos definidos (¿inevadibles anónimos?  ), a la vez con una gran relevancia histórica. Quizás los que determinan con ímpetu el curso decisional de los acontecimientos. No es gente de relumbrón pero tienen lo suyo.
En esta gran novela Tolstoi narra los avatares de la vida de numerosos personajes de todo tipo y condición a lo largo de unos cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta más allá de mediados del siglo XIX.

A pesar del rechazo inicial a sus obras Lev Tolstoi (o León, como lo hemos castellanizado), jamás desmayó en la producción de su exquisita narrativa.
El tono moralizante constituyó el eje vertebrador en sus distintos relatos, sobre todo en los cuentos breves.
Este afamado escritor ruso de Ana Karenina, Los Cosacos entre su enjundioso portafolio, no las tuvo nada fácil a lo largo de su vida. No obstante, haber nacido en el seno de una familia medianamente acaudalada, a temprana edad perdió a sus padres; por lo que tuvo la crianza y educación  en sus primeros años por parte de sus tías, quienes forjaron su carácter y personalidad. Tal vez ellas acrisolaron lo más resaltante en Tolstoi, que aflora en sus letras: los valores de solidaridad y respeto hacia el prójimo.
Prueba significativa de lo descrito anteriormente en Tolstoi es que al  asumir la posesión de la herencia legada por sus progenitores se propuso mejorar las condiciones de vida del campesinado que había pasado a su servicio; un generoso objetivo  que apenas pudo cumplir, con interrupciones.
Lo que deseamos poner en protuberancia, aquí y ahora, es lo siguiente: en la concepción tolstoiana de la historia, los grandes acontecimientos que pueden variar el curso de las naciones tienen su origen en pequeños motivos que surgen de personas anónimas, no en las grandes maniobras que dirigen los líderes políticos.
En la última etapa de su vida, Tolstoi da un inesperado giro a su temática literaria producto de una profunda crisis espiritual.

La disposición y contenido de su creatividad  variaron radicalmente. Se dedicó intensamente a los escritos ético-religiosos.

lunes, 24 de octubre de 2016



Extravagantes Dedócratas
 Dr. Abraham Gómez  R.
Miembro de la Academia venezolana de la lengua

La progresividad en beneficio de los ciudadanos, que han adquirido hoy en el mundo los Derechos Humanos, ninguna valoración recibe de  quienes detentan el gobierno en nuestro país.
Son recurrentes en su displicencia cuando los escuchamos decir "porque estamos en el gobierno, hacemos los que nos da la gana".Sin el menor recato o moderación para enaltecer la civilidad
Los copartidarios del régimen traspiran una expresa y espesa manifestación regresiva a lo tribal para la reimposición de mediante la fuerza, de todos aquellos modelos políticos probados y rechazados, y de consecuencias fatalistas para la humanidad. Sistemas ideológicos que crearon catástrofes en el mundo.
En Venezuela todavía conseguimos a quienes, desde el poder, regurgitan esos comportamientos totalitarios.
Se viene imponiendo a los compatriotas  la obligación de   renunciar a su condición individual (que no individualista), a vestirse de rojo, a vocear consignas huecas, a perseguir a sus propios compañeros de trabajo, a asistir en contra de su voluntad a eventos del paquete partido-gobierno-Estado.
Fuera del grupo-masa las individualidades no son nada. No hay singularidad que valga. Esas son las ominosas claves socio-políticas que pretenden hacer pronunciar en nuestro país; precisamente en Venezuela  que intrínsecamente tiene una cultura democrática casi que  “cromosómica”.
Hay una constante actitud desde el régimen para  imponer forzosamente cosas: palabras, ideas; en fin, le secuestran la voluntad a sus copartidarios. Disponen de los compatriotas  a su real gana. Tristemente, nos escenifican a cada instante  un  redil que está dispuesto a hablar sólo cuando se le ordene y actuar según la línea que reciba.
La invitación siempre presente es para que asumamos, definitivamente compatriotas venezolanos, que somos seres existentes en la medida en que nos despleguemos libremente para crear ideas, significaciones, sensibilidades, materialidades. No somos entes cosificados.  Además, entendamos a conciencia que  lo que el “dedo rector” señala desde el oficialismo,  no es socialismo conforme a la doctrina ideológica, axiológica,  política y programática que practican en varios países, con resultados satisfactorios.
 Los Estados nórdicos nos dan enjundiosas lecciones al respecto. En Noruega, Finlandia, Suecia etc., nos  pueden instruir  cómo desarrollar las implicaciones del socialismo  al tiempo que se valora y respeta la condición del ciudadano, su potencial creativo particular. Cómo aplicar socialismo en las distintas políticas sociales (sobretodo en el reparto de la riqueza), pero estimulando la propiedad privada, como factor generador de beneficios.
La característica de Estado democrático y social de Derecho y de Justicia no conduce lineal y maquinalmente a un Estado socialista.
La torcida aspiración del gobierno apunta más a conformar, como en efecto lo ha venido haciendo, un deleznable capitalismo de Estado, a través del cual la población venezolana quede arredrada a los caprichos de quien se arroga superioridad en todo.
 Es tal el  desquiciamiento que como no pudieron reformar la Constitución optaron por ponerla a un lado, para facilitar que la figura de un Yo Absoluto pudiera erigirse, por encima de la estructura estatal y de las instituciones.
 Con esas manifestaciones se sigue fracturando la unidad nacional y societal.
Los continuos llamados a “repolitizar y a repolarizar” todo  tendrán como lamentable consecuencia  a una sociedad resquebrajada en su esencia.
Las directrices son impartidas por el mandamás, quien se cree ungido y predestinado por la Providencia para los actos de salvación de la humanidad.
Tienen en la Venezuela de hoy suficiente material de estudio los avezados investigadores de las conductas psicopáticas de los seres humanos; y los historiadores la ocasión de hurgar en documentos para establecer las copiosas analogías con las distintas circunstancias temporo-espaciales que ha vivido ( y padecido) la humanidad.


sábado, 22 de octubre de 2016



 LAS COSAS POR SU NOMBRE
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Ha llegado el momento del quiebre político en Venezuela. 
Tengamos presente esta fecha: 20 de octubre de 2016, que será de aciaga recordación; por cuanto, a partir de la ya conocida y  alevosa “sentencia jurídica” contra el referéndum revocatorio quedó aparejada la ruptura del esquema borroso, de medias verdades, que hacía aparentar “cuasi democrático” el modelo que jalonamos desde hace casi veinte años.
Las palabras no son neutras. Los vocablos conllevan implícitamente una carga valorativa, intencionalidades.
Cuando usted escoge una palabra para hacer mención de algo: para describir, explicar, para proponer etc. lo hace consciente de los contenidos que esa palabra encierra; por eso hace uso y pronuncia o escribe adrede tal término. Porque responde más al énfasis que desea añadirle a su expresión. Y así va llamando las cosas por su nombre.
Nosotros tratamos de explicar ese fenómeno lingüístico de la manera siguiente: la persona va construyendo con signos y semánticas que denotan y connotan las distintas realidades.
El concierto de los países en el mundo ha admitido clásicamente, que la democracia es un sistema político que impulsa con suprema preponderancia al ciudadano, por encima  de las desviaciones y encubrimientos que las  torcidas instituciones del Estado quieren imponerle.
Hay una razón sustantiva en la Democracia: el desarrollo libre de la ciudadanía.
La Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designan severamente con la frase Democracia Deficitaria para calificar a las organizaciones que no desarrollan mecanismos democráticos. Llámese corporación, asociación, gobiernos y Estados.
El régimen vigente en nuestro país en connivencia con los tribunales obstaculiza  el despliegue eficiente de los dispositivos democráticos  que tenemos consagrados. Se ha vuelto más que una democracia deficitaria.
Una consulta popular, tenida por nosotros en nuestra Carta Magna, conforme al artículo 5 “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución…….” y el artículo 72 “Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables…..” Ha sido despechada  al mismísimo cipote para complacer los caprichos y temores de los detentadores fraudulentos del poder.
Esta naciente dictadura venezolana del siglo XXI y el totalitarismo que contiene y comporta son los extremos representativos del déficit democrático.
 Esta dictadura acaba vilmente  de vapulear, burlar y birlar un hermoso instrumento de moderna manifestación democrática.
Sin el menor disimulo (y vulgarizando la esencia de la Política) han transgredido La Constitución Nacional y demás leyes que asientan nuestro piso jurídico.
Los vicios y tropelías de la democracia deficitaria se corrigen con más democracia.
La historia ha sido  maestra ductora ante los abominables hechos que distorsionan los procesos socio-políticos, y en el caso actual de Venezuela no será una excepción.-




sábado, 15 de octubre de 2016




CONDICIÓN DE RARA MITAD (II)
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com
Esto no es socialismo; por cuanto, precisamente, el Socialismo delezna de las sociedades estatistas (allí donde el Estado asfixia al ciudadano). Estatismo que impone las decisiones, sin críticas de su militancia, desde arriba y donde toda iniciativa es potestad de funcionarios del gobierno o de los cuadros de vanguardias que se autoreproducen. Menos aún, porque el Socialismo rechaza como suyas las improntas populistas o militaristas. Además socialismo no es totalitarismo: la supresión radical por parte del poder de las actividades de los ciudadanos, quienes deben ser libres para mirar y valorar al mundo.
Hoy no vale la pena desempolvar rancias nomenclaturas con la intención de reetiquetar las corrientes del pensamiento: te califican de derecha o de izquierda. Esa detestable manera de calificar a la gente hace rato que se superó, por cuanto constituye experiencia de lamentable recordación.
Actualmente, en Venezuela a la Norma Constitucional intentan acomodarla a los caprichos del oficialismo, con el mayor descaro, con la aviesa y sibilina complicidad del TSJ. Tamaña sinvergüenzura se hace indigerible.
A la Política la han metido en una franja oscura, de medias verdades. Han vuelto impenetrables los escenarios para discernir lo Político hoy.
La torsión descarada que pretende darle el oficialismo a toda regla social o jurídica es común y corriente, y “legitimada” con la mayor naturalidad, con displicencias, tan rampantes.
Con rabulismo, charlatanería y vocinglería en la interesada interpretación de la Constitución Nacional y las leyes pretenden arrancarle a la gente todo sentido ciudadano, vulnerar la cultural vocación democrática, y encuadrar a las personas en un redil militaroide.
Con cualquier añagaza jurídica aspiran taparlo todo. Aspiran que los contenidos constitucionales, que tuercen a sus antojos, le legitimen sus despropósitos.
En cualquier intersticio social y particular está la lupa oficialista
Estamos viviendo en una especie de Estado de excepción permanente. Lo cual tarde o temprano cobrará sus deplorables consecuencias, tanto para las complicidades activas como para los silencios cobardes. Extensivo también a muchos colaboracionistas de la oposición, que juegan con el gobierno tal lúdica por debajo de la mesa. Hay que higienizar la política.
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miércoles, 5 de octubre de 2016




TRAMPAS DE FALSOS COGNADOS
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

La propuesta que pareció una sentencia, hecha en cadena nacional por el Sr. Nicolás Maduro, para que se  omita del registro vocabular y lexicográfico venezolano la palabra adolescente ha causado perplejidad en mucha gente, que se ha impactado (y espantado) por el grado de ignorancia que exhibe quien ahora se desempeña en la Presidencia de la República.
La circunstancia, aunque temporaria, en el desempeño de la primera magistratura nacional  le debería aconsejar bastante recato al momento  de decir y hacer.
Aparejado a lo anteriormente descrito, queda develado el pobrísimo equipo de asesores que ostenta el jefe del Estado; preocupados más por no perturbar a quien se empeña en hablar mal a cada instante, aunque lo vean revolcándose en el fárrago de la estupidez
Les invito a prestar atención a lo siguiente: el étimo adolescente se refiere lexicalmente a la persona que, en encontrándose en etapa de desarrollo-crecimiento, aún  dentro de la pubertad, requiere completar otros componentes biosicosocial hasta hacerse adulto.
El verbo adolescere nos provee su participio activo: adolescente (quien se encuentra en crecimiento); así también nos  entrega su participio pasivo: adulto, quien ya ha completado   su formación.
Por su parte adolecer nos refiere a quien está aquejado, carente de algo.
En lingüística histórica se llama cognados a aquellos términos con un mismo origen etimológico, pero con distinta evolución fonética y de significados.
La confusión quizás se origina en la homonimia (igualdad fonética y escritural del término); así como, a la figura lingüística denominada: falso cognado, suficientemente conocida, que consiste en una  palabra que, debido a similitud fortuita de apariencia, parece guardar parentesco con otra palabra. Diera la impresión que nacen de la misma cepa semiótica (signos idénticos), y uno llega a sospechar y creer que tienen iguales resultados semánticos. Y no es así, por cuanto, en realidad no comparten un mismo origen etimológico, no son verdaderos cognados.
La semejanza de las palabras cognadas induce a menudo a traducciones erróneas, a irrespetos en los actos de habla, a intemperancias o despropósitos como el que se intenta acometer desde Miraflores, sin la menor consulta a los entes encargados de tales  estudios y demás menesteres.
La similitud entre palabras de distintas lenguas, o del  mismo idioma, pero que evolucionan por caminos distintos en sus significados, no basta para demostrar que dichos vocablos están relacionados entre sí.
Reflexionemos por un instante  que por un parecido físico no se puede determinar si dos personas tienen los mismos genes.

Se  hubiera evitado el señor Maduro la tropelía y  el desliz  semiológico con el mínimo interés prestado a la antiquísima conseja que reza: cuando usted sienta que es ignorante de un ámbito específico el silencio viene a ser su mejor aliado.