TRAMPAS DE FALSOS COGNADOS
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
La propuesta que pareció una sentencia, hecha en cadena
nacional por el Sr. Nicolás Maduro, para que se
omita del registro vocabular y lexicográfico venezolano la palabra
adolescente ha causado perplejidad en mucha gente, que se ha impactado (y
espantado) por el grado de ignorancia que exhibe quien ahora se desempeña en la
Presidencia de la República.
La circunstancia, aunque temporaria, en el desempeño de la
primera magistratura nacional le debería
aconsejar bastante recato al momento de
decir y hacer.
Aparejado a lo anteriormente descrito, queda develado el
pobrísimo equipo de asesores que ostenta el jefe del Estado; preocupados más
por no perturbar a quien se empeña en hablar mal a cada instante, aunque lo
vean revolcándose en el fárrago de la estupidez
Les invito a prestar atención a lo siguiente: el étimo
adolescente se refiere lexicalmente a la persona que, en encontrándose en etapa
de desarrollo-crecimiento, aún dentro de
la pubertad, requiere completar otros componentes biosicosocial hasta hacerse
adulto.
El verbo adolescere nos provee su participio activo:
adolescente (quien se encuentra en crecimiento); así también nos entrega su participio pasivo: adulto, quien
ya ha completado su formación.
Por su parte adolecer nos refiere a quien está aquejado,
carente de algo.
En lingüística histórica se llama cognados a aquellos
términos con un mismo origen etimológico, pero con distinta evolución fonética
y de significados.
La confusión quizás se origina en la homonimia (igualdad
fonética y escritural del término); así como, a la figura lingüística
denominada: falso cognado, suficientemente conocida, que consiste en una palabra que, debido a similitud fortuita de
apariencia, parece guardar parentesco con otra palabra. Diera la impresión que
nacen de la misma cepa semiótica (signos idénticos), y uno llega a sospechar y
creer que tienen iguales resultados semánticos. Y no es así, por cuanto, en
realidad no comparten un mismo origen etimológico, no son verdaderos cognados.
La semejanza de las palabras cognadas induce a menudo a
traducciones erróneas, a irrespetos en los actos de habla, a intemperancias o
despropósitos como el que se intenta acometer desde Miraflores, sin la menor
consulta a los entes encargados de tales
estudios y demás menesteres.
La similitud entre palabras de distintas lenguas, o del mismo idioma, pero que evolucionan por
caminos distintos en sus significados, no basta para demostrar que dichos vocablos
están relacionados entre sí.
Reflexionemos por un instante que por un parecido físico no se puede
determinar si dos personas tienen los mismos genes.
Se hubiera evitado el
señor Maduro la tropelía y el desliz semiológico con el mínimo interés prestado a
la antiquísima conseja que reza: cuando usted sienta que es ignorante de un
ámbito específico el silencio viene a ser su mejor aliado.
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