Guayana Esequiba: ¿compromiso histórico o fragilidad diplomática?.
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.
abrahamgom@gmail.com
En nuestro indetenible recorrido por la universidades venezolanas y por algunas instituciones públicas y privadas para atender invitaciones académicas; nos complace reconocer e informarles que en todos estos organismos visitados (hasta ahora),se nos pide con avidez que deliberemos con precisión pedagógica el asunto de la contención territorial que sostenemos con la excolonia británica.
Conseguimos profesionales densamente formados; además intercambiamos criterios con participantes, en general, en tal asunto litigioso.
Gente, en todo el país, que ha acumulado bastantes indagaciones documentales; lo cual les ha permitido acrisolar conocimientos; que portan en sí mismos “caja de herramientas” intelectuales, siempre al servicio del país.
Seguimos preguntando con insistencia: si los propósitos en la Política Exterior de Venezuela apuntan, con seriedad, a sistematizar el reclamo centenario del vil despojo del cual fuimos objeto, a partir del nulo e írrito Laudo Arbitral de París, de 1899; por qué dejar a un costado a ese inmenso bastión de compatriotas, quienes pueden aportar sus opiniones y conjeturas, con legítimo y natural derecho.
Eso sí, hay esencialmente una exigencia inevadible: los participantes en las deliberaciones deben ser los mejores, que afloren desde las propias universidades , las Academias, las ONGs y otras entidades, que posean amplísima formación en la materia y las probadas cualidades para tales fines; para evitar los innecesarios extravíos y la pérdida de tiempo.
Me consta que poseemos venezolanos preparados y comprometidos, en todos los sectores de nuestra sociedad.
Contrariamente, si la idea, con lo de la Guayana Esequiba , es armar un “ardid distractor” para solapar la crisis nacional, entonces en ese saco caben muchos; al tiempo que se estarían haciendo ejercicios vanos de demagogia, intentos malabaristas para balbucear cualquier cosa sin arribar significativamente a algo; además con su añadida y abundante dosis de escatología lingüística cuyas conclusiones son fácilmente predecibles. Permítanme utilizar esta expresión criolla: "aquí no todo el que quiere puede".
Prestemos atención a lo siguiente: en reiteradas ocasiones, y en distintos escenarios internacionales, el actual presidente guyanés, David Granger ha sostenido determinantemente que no accederán a continuar el litigio con Venezuela a través de la figura del Buen Oficiante; por cuanto, según sus palabras, eso ha constituido una perdedera de tiempo y no ha arrojado los resultados satisfactorios para ninguna de las dos partes en controversia. Añade, también, que el mencionado Laudo de París ya ha sido admitido y ejecutoriado como Cosa Juzgada.
El gobierno guyanés y las ( 52) empresas transnacionales, que han recibido concesiones para explotar los recursos en la zona en reclamación y su proyección atlántica, celebran, por anticipado, los posibles resultados sentenciales de la Corte internacional de Justicia; instancia donde en este momento, se dirime la controversia.
La CIJ está llamando a las delegaciones de las Altas Partes para las audiencias orales, el 23 del venidero mes de marzo. ¿Tenemos el equipo para la defensa, con nuestro Justo Título y los enjundiosos elementos probatorios de la propiedad y posesión absoluta de Venezuela sobre la Guayana Esequiba?
Saben qué nos preocupa?. Nos preocupa la fragilidad y el inocultable desconcierto que exhibimos ante las demás naciones del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario