domingo, 13 de diciembre de 2015



ESA EXQUISITA PERVERSIÓN   DEL CAPITALISMO (III)

Dr. Abraham Gómez R. 
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com  
                                  
Quienes  creen que han  asumido, en los últimos años en nuestro país,  la opción histórica de  diseñar algunas  posibilidades destinales,  a través de las cuales pueda discurrir  un mejor destino subsistencial  para  los venezolanos, se han encontrado con un inmenso dilema que les resulta insoluble: la realidad nacional en este tramo epocal está llena de    contradicciones.
 La cosa no es tan fácil, no se despacha con displicencias, como han querido los capitostes del régimen hacerlo entender, a fuerza de  engañifas.
Con motivo de la pretendida transformación estructural del sistema socio-económico venezolano, que desde hace ya veinte años  aspira erradicar las relaciones de producción y de dominación que “privilegia a un sector minoritario sobre una mayoría empobrecida” se presupuso, en su inicios, el famoso  ¿desarrollo endógeno? afincado en un modelo a partir del cual las comunidades despliegan sus propias iniciativas, donde las decisiones irrumpen desde adentro. ¿Será algo nuevo bajo el sol? Veamos: Keynes propuso también en su oportunidad, inicios del siglo XX, un modelo de desarrollo endogenista, basado en la demanda interna, específicamente en el gasto público del gobierno. Teorizó que el principio multiplicador simple de la inversión del Estado sostiene, mediante los recursos fiscales, (similar a lo que nos dicen tener en nuestro país, hoy) los aparentes crecimientos -que  necesariamente no implica desarrollo. Pero es que crecimiento tampoco percibimos. Vamos a cerrar este año con un decrecimiento de 7% del Producto Interno Bruto (PIB). Y desarrollo tampoco hay.
 Aparejado al anterior argumento, podemos exponer en una síntesis que el  Capitalismo  no ha tenido nunca intenciones de ocultar sus propósitos. Que no esconde sus intereses para controlar las distintas esferas de la vida. Que  el Capitalismo está en todas partes. Póngale la etiqueta que desee, el capitalismo siempre aflora. Revienta costuras y deja en pena a los maquilladores políticos. El capitalismo es lo que es: un modelo y modo de producción que están en libre decisión los sistemas políticos de asumirlo o dejarlo.  Lo que no permite el Capitalismo es que se juegue con tratativas raras: que se diga que el país se sostiene bajo un esquema socio-político-económico Socialista y en la realidad es Capitalismo lo que usted encuentra en todas partes, principalmente, el más deleznable tal vez, El Capitalismo de Estado.-
 Los ineptos  negociadores oficialistas cuando viajan por el mundo, asistiendo a conferencias internacionales para intentar, la compra-venta de nuestro petróleo,  manejan las fórmulas rancias del Capitalismo puro, rancio y duro.
Sin embargo ,nos corresponde hacer la advertencia, coincidiendo con el afamado economista y filósofo venezolano Emeterio Gómez, quien al respecto expone en su obra  La responsabilidad moral de la empresa capitalista, p.83         “….El capitalismo es la única opción que tiene un mundo tan competitivo y globalizado, pero, también es cierto, que ante las graves crisis económica y los problemas sociales que afectan a la gente, no es posible mantener un esquema que se centre sólo en la obtención de ganancias, sino que asuma un rol protagónico en la generación de mejores condiciones de vida….”               
Hay que ahondar en el fondo de tales asuntos. Que no nos espanten los verdaderos desenvolvimientos de la realidad de la cual ya dijimos es mucho más grande que los conceptos reduccionistas. Aceptemos que el capitalismo y todas sus derivaciones y efectos:  el  plustrabajo, la competitividad, la rentabilidad o ganancia al máximo sin contemplaciones, la acumulación no son invenciones nuevas. Desde el pensamiento liberal clásico que restringe las funciones del Estado a su mínima expresión hasta lo que se está dando a conocer como Neo institucional  cuyo asiento del éxito o fracaso de un modelo económico apunta  a la eficiencia u obsolescencia institucional, hay una inmensa trayectoria teñida de Capitalismo.
Ciertos regímenes políticos le han querido aplicar algo de cosmética para hacerlo más digerible.
Lo que aparenta ser simple: la macroeconomía de un país, por ejemplo, resulta que viene cargado  de complejidades. La realidad de cada día, en el ámbito que se nos antoje, se vuelve escurridiza, múltiple y mutable. No podemos, entonces,  encerrar caprichosamente la existencia humana en una sola e invariable fórmula-imagen, en un único pensamiento.

 La inteligencia  vincula  la búsqueda de solución a partir de la síntesis generada desde bastantes ideas ajenas y propias.-

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