TRAMPA SEMIÒTICA EN LA PALABRA MUJER
Dr. Abraham Gómez R.
Doctorado en Ciencias Sociales UCV
abrahamgom@gmail.com
Por muy
desprevenido que se encuentre usted al pronunciar una palabra, le resultará interesante hurgar en los
intersticios del vocablo para llegar a conocer cuánto misterio e intención
encierra aunque sean pocas letras juntas
en búsqueda de sentido. Hagamos una “tomografía” de bastantes cortes a la
palabra mujer Es una palabra muy antigua y con tantísima densidad
socio-cultural y emocional, que desde que se
formó ha ido evolucionando su estructura y en significado hasta llegar a
su valor actual. El término latino original es mulier, que deviene al español
como mujer. La primera pregunta que destaca es si este nombre nació para llamar
exclusivamente a la representación femenina del género humano, o sirvió ya
desde que fue acuñado para denominar a las hembras en general. También nos
sorprende y plantea algunas interrogantes en esa dirección, la proximidad con
mulcere, que significa palpar, tocar suavemente, acariciar... y mulgere, que
quiere decir ordeñar: la evidencia del parentesco entre estas dos expresiones
lexicales no amerita mayores comentarios. Por otra parte, Debemos apuntar la
inequidad de género, que se plantea hacia la mujer a lo largo de la historia.
Como posición
nuestra y en principio categórico rechazamos la trampa semántica urdida a
partir de la palabra mulier de donde
proviene el étimo mujer. ¿Saben por qué?
Porque ésta traduce, blando, floja, aguada, falta de juicio, envuelta en
el ámbito doméstico, laxa, pura emoción. Muchísima razón tiene nuestro insigne
epistemólogo venezolano Rigoberto Lanz cuando nos ofrece, en su libro “Las
palabras no son neutras”, las claves para develar hechos de exclusión que
vienen incorporados desde la propia forma y desde el mismo instante de construirse el significante que hará mención
de las cosas. En cada vocablo hay implícito una carga valorativa. De tal manera
que aflora con mulier-mujer una intención oculta de descalificación muy marcada
que ellas han venido arrastrando injustamente. Panorama que presentaba con
descarada fuerza el antifeminismo medieval, con tantos prejuicios, provocando
la desigualdad entre los géneros. Apartheid sufrido por la mujer y que han
intentado perdurarlo en el tiempo, por cuanto las estructuras simbólicas han
contribuido a crear una concepción de lo femenino conducente a la perpetuación
de la inferioridad de la mujer. Súmesele a esto la adherencia, casi
inconsciente que ellas mismas asumen de unas
lógicas patriarcales que improntan y deciden un modo de ser, hacer y decir de la mujer. Para
alcanzar la equidad de género debemos, junto y con ellas, deconstruir la cultura patriarcal que es, precisamente,
donde se alojan, reproducen y perpetúan, en su mayoría las racionalidades que
imponen los designios hacia el género femenino. Observemos con sumo cuidado que
hay una relación entre los significados (descalificativos mejor dicho, ya
mencionados) asociados al vocablo mujer,
y la manera cómo la mujer es (mal) tratada en la sociedad. Muchos pensadores
que se tienen por serios, que han aportado enjundioso estudios, también
contribuyeron con sus escritos a reproducir los menosprecios y las
invisibilizaciòn de las mujeres. J.J Rousseau, se manda sin desparpajo en plena
modernidad con esto “… la mujer está destinada a la vida doméstica, por las
fuerza de la naturaleza, por sus funciones biológicas, por su razón débil y
caprichosa y por lo tanto no habría motivos para reclamar derechos para la
mujer”. Casi nada, diremos ahora. Sin embargo, a pesar de muchas limitaciones
socio-políticas, la mujer ha logrado reivindicarse, ha procurado sus propios
reconocimientos históricos alcanzando la igualdad de oportunidades y la equidad
en el ejercicio de sus derechos, hasta
transformar y hacer una resignificación
de la palabra mujer. Una nueva conceptuación, para que deje atrás la heredad desde sus orígenes. A nadie
se le ocurriría en otros tiempos traducir dogmáticamente, mulier en latín, o
mujer en español como blandengue, por cuanto hemos asumido por justicia una
nueva articulación discursiva y carácter de dignificación para ellas.
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