sábado, 21 de noviembre de 2020

 

 

 

 De nuevo tu rostro

 

Quiero apreciarlo sin ocultamientos,

más allá del pánico que asusta;

permite que me acerque a tu explayada sonrisa,

sin nada que acorte sentimientos.

 Cuánto deseo tener tu faz a la vista,

con la bella decisión que nuestro impulso atiza.

 

Entonces nos diremos: cuándo será el tiempo,

de descubrir y vernos, de hilvanar los preteridos sueños:

para enjugar lágrimas y remotos recuerdos.

Anhelo ver tu rostro patentizado y eterno.

 

Dejemos a un lado, con desdén y descuido,

todo lo que hizo sucumbir y nublar nuestras voces.

El pedazo de tela que ahogó el respiro,

que atrapó la expresión y la mantuvo encriptada

para que no dijera nada, para que no produjera ruidos.

 

Acaso, será tarde el día

 para despojarnos de las mascarillas;

y gritar bien alto lo que todos sabían: que en nuestros corazones también nacen flores;

que nos deslumbran los risueños parajes,

con el resplandeciente sol, que se asoma y brilla;

que hemos dejado, al fin, muy lejos los rancios rencores;

porque nuestra hermosa existencia se hizo para vivirla.

 

 Dr. Abraham Gómez R.

Tucupita. Delta del Orinoco

24 de julio de 2020

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