-- Denuncia el Dr. Abraham Gómez R.--
Granger desafía al gobierno
venezolano
Hemos venido observando con preocupación, que una vez que
el presidente David Granger, el canciller Greenidge y su amplia delegación regresaron de la conferencia de la Commonwealth,
recientemente celebrada en Malta, se han vuelto más retaliativos y displicentes
ante al gobierno venezolano, en torno a la controversia por la Guayana Esequiba.
En cada declaración que tenga algo que ver con el Esequibo nos mandan bien
largo al cipote. Ellos dan por válido y vinculante el Laudo Arbitral de parís
de 1899. En tal documento basan su prepotencia y en los apoyos que han ido
concitando en la comunidad internacional.
Así lo percibe y expresa el especialista en este tema
Abraham Gómez, doctor en ciencias sociales, quien le ha dedicado bastantes años
al estudio sistemático, documentado y de campo de los distintos asuntos
atinentes a esta materia.
“lo más inmediato –expone el Dr. Gómez—constituye la pretensión
del gobierno de Guyana de renovarle este mes la licencia de exploración y
explotación a la empresa transnacional Exxon-mobil para que comience a operar
en el bloque Stabroek, en plena costa atlántica venezolana, más específico en
el área correspondiente al mar territorial, frente al Delta del Orinoco”.
Mientras nos encontrábamos en los días festivos de
Navidad y Año Nuevo, el buque Fugros Americas, de bandera estadounidense y con
autorización guyanesa, avanzaba en labores de investigación geoquímica en
el mencionado espacio, considerado y
reconocido por el Servicio Geológico de EE UU como la segunda mayor área del mundo
con petróleo, en la condición de reservas probables.
Debemos destacar que el barco Fugros Americas, calificado
para trabajos versátiles y de multiusos para la investigación, posee equipos de altísima
resolución; de allí la garantía en los resultados que arrojen los laboratorios
instalados internamente. Añádase además la precisa cartografía que ha venido levantado del fondo marino.
“Hay conversaciones suficientemente adelantadas entre el
presidente Granger y el primer ejecutivo de la Exxon-Mobil, Stephen Greenlee
para ampliar las operaciones en las
aguas costeras del Esequibo sin reparar
el contenido del Acuerdo de Ginebra,
suscrito entre el Reino Unido, Venezuela y la Guayana Británica el día
17 de febrero de 1966. Por cierto estamos próximos a cumplir cincuenta años de
tal hecho sociohistórico, y todavía nos encontramos en este atolladero”
“Quienes hemos
conocido, desde siempre, sobre la reclamación y recuperación de la Guayana Esequiba, vilmente arrebata a
nuestro país mediante el Laudo Arbitral de París de 1899, manifestamos casi que
nuestra angustia por la “omisión permisiva del gobierno actual de
Venezuela; que ni siquiera una nota de protesta ante el gobierno guyanés por
los hechos ya narrados y conocidos por el mundo entero. Este silencio y dejar
que las cosas pasen, constituyen dos figuras jurídicas denominadas conforme al Derecho Internacional Público:
Aquiescencia y Estoppel, que llegan a pagarse muy caras, cuando se vaya a intentar algún reclamo contundente, por
ejemplo, en la Corte Internacional de Justicia”.
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