ESA EXQUISITA PERVERSIÓN DEL CAPITALISMO (IV)
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com
Quienes se autocalifican como redentores en nuestro
país, y dicen tener la mejor opción histórica para salvar a la nación de una
ficticia “guerra económica”, se han topado con una inevadible realidad, han encontrado un inmenso dilema: las cosas no
se transforman con retóricas vacías. Los estómagos no se llenan con artificios
y palabrerías carentes de contenidos.
Los capitostes del régimen
pretenden hacer entender, a fuerza de
engañifas, que ellos son “una maravilla” en el manejo y control de las
variables económicas.
Con motivo de la pretendida
transformación estructural del sistema socio-económico venezolano, que aspira erradicar las relaciones de producción
y de dominación que “privilegia a un sector minoritario sobre una mayoría
empobrecida” se presupuso, en sus inicios, el famoso ¿desarrollo endógeno? afincado en un modelo a
partir del cual las comunidades despliegan sus propias iniciativas, donde las
decisiones irrumpen desde adentro.
¿Será algo nuevo bajo el sol?
Veamos: Keynes propuso también en su oportunidad, inicios del siglo XX, un
modelo de desarrollo endogenista, basado en la demanda interna, específicamente
en el gasto público del gobierno.
Teorizó, Keynes, que el principio
multiplicador simple de la inversión del Estado sostiene, mediante los recursos
fiscales, (similar a lo que nos dicen tener en nuestro país, hoy) los aparentes
crecimientos -que necesariamente no
implica desarrollo. Pero es que crecimiento tampoco percibimos. Vamos a cerrar
este año con un decrecimiento de 12% del Producto Interno Bruto (PIB). Y
desarrollo tampoco hay. Estamos acumulando
la inflación más alta del mundo.
En sentido contrario, podemos exponer en una
síntesis que el Capitalismo no ha tenido
nunca intenciones de ocultar sus propósitos. Que no esconde sus intereses para
controlar algunas específicas esferas de la vida. Que el Capitalismo está en todas partes.
Póngale la etiqueta que desee, el
capitalismo siempre aflora. Revienta costuras y deja en pena a los
maquilladores políticos.
El capitalismo es lo que es: un
modelo y modo de producción que los sistemas políticos están en la libre
decisión de asumirlo o dejarlo a un costado.
Lo que no permite el Capitalismo es que se
juegue con tratativas raras: que se diga que el país se sostiene bajo un
esquema socio-político-económico Socialista y en la realidad es Capitalismo lo
que usted encuentra en todas partes, principalmente, el más deleznable tal vez:
El Capitalismo de Estado.-
Los ineptos
negociadores oficialistas cuando viajan por el mundo, asistiendo a
conferencias internacionales para intentar, la compra-venta de nuestro
petróleo, manejan las fórmulas rancias
del Capitalismo puro y duro.
Los defensores de esta caricatura
de socialismo establecen sus negociados particulares dentro y fuera de Venezuela a través de las “leyes
naturales” que impone el Capitalismo, y ellos las aceptan felicísimos.
Sin embargo ,nos corresponde
hacer la advertencia, coincidiendo con el afamado economista y filósofo
venezolano Emeterio Gómez, quien al respecto expone en su obra La
responsabilidad moral de la empresa
capitalista, p.83 “….El
capitalismo es la única opción que tiene un mundo tan competitivo y
globalizado, pero, también es cierto, que ante las graves crisis económica y
los problemas sociales que afectan a la gente, no es posible mantener un
esquema que se centre sólo en la obtención de ganancias, sino que asuma un rol
protagónico en la generación de mejores condiciones de vida….”
Hay que ahondar en el fondo de
tales asuntos. Que no nos espanten los verdaderos desenvolvimientos de la
realidad de la cual ya dijimos es mucho más grande que los conceptos
reduccionistas.
Aceptemos que el capitalismo y todas sus
derivaciones y efectos: el plustrabajo,
la competitividad, la rentabilidad o ganancia al máximo sin contemplaciones, la
acumulación no son invenciones nuevas. Que es difícil eludir al capitalismo en
este tramo epocal contemporáneo.
Los escasos países que se hacen denominar
socialistas en el mundo por debajo de cuerda establecen pactos comerciales y
arreglos basados en las categorías tradicionales del capitalismo.
Desde el Pensamiento Liberal clásico que
restringe las funciones del Estado a su mínima expresión hasta lo que se está
dando a conocer como Neo institucional, cuyo asiento del éxito o fracaso de un
modelo económico apunta a la eficiencia
u obsolescencia institucional, hay una inmensa trayectoria teñida de Capitalismo.
Ciertos regímenes políticos le
han querido aplicar algo de cosmética para hacerlo más digerible. Pero, es
Capitalismo por donde se le quiera mirar.
La macroeconomía de un país o la microeconomía
que hacemos cada día para subsistir por ejemplo, resultan que están cargadas de complejidades capitalistas: valor de
cambio.
La realidad, en el ámbito que se nos antoje, es escurridiza, múltiple y mutable. No
podemos, entonces, encerrar caprichosamente
la existencia humana en un único e invariable pensamiento. Decir, que la producción
económica será mediante un modelo socialista es falsear la realidad.
Inteligente es buscar
soluciones a partir de la síntesis de bastantes ideas ajenas y propias.-
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