sábado, 6 de agosto de 2016



ESA EXQUISITA PERVERSIÓN   DEL CAPITALISMO (IV)
Dr. Abraham Gómez R. 
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com  
                                  
Quienes  se autocalifican como redentores en nuestro país, y dicen tener la mejor opción histórica para salvar a la nación de una ficticia “guerra económica”, se han topado con una inevadible realidad,  han encontrado un inmenso dilema: las cosas no se transforman con retóricas vacías. Los estómagos no se llenan con artificios y palabrerías carentes de contenidos.
Los capitostes del régimen pretenden hacer entender, a fuerza de  engañifas, que ellos son “una maravilla” en el manejo y control de las variables económicas.
Con motivo de la pretendida transformación estructural del sistema socio-económico venezolano, que  aspira erradicar las relaciones de producción y de dominación que “privilegia a un sector minoritario sobre una mayoría empobrecida” se presupuso, en sus inicios, el famoso  ¿desarrollo endógeno? afincado en un modelo a partir del cual las comunidades despliegan sus propias iniciativas, donde las decisiones irrumpen desde adentro.
¿Será algo nuevo bajo el sol? Veamos: Keynes propuso también en su oportunidad, inicios del siglo XX, un modelo de desarrollo endogenista, basado en la demanda interna, específicamente en el gasto público del gobierno.
Teorizó, Keynes, que el principio multiplicador simple de la inversión del Estado sostiene, mediante los recursos fiscales, (similar a lo que nos dicen tener en nuestro país, hoy) los aparentes crecimientos -que  necesariamente no implica desarrollo. Pero es que crecimiento tampoco percibimos. Vamos a cerrar este año con un decrecimiento de 12% del Producto Interno Bruto (PIB). Y desarrollo tampoco hay. Estamos acumulando  la inflación más alta del mundo.
 En sentido contrario, podemos exponer en una síntesis que el  Capitalismo  no ha tenido nunca intenciones de ocultar sus propósitos. Que no esconde sus intereses para controlar algunas específicas esferas de la vida. Que  el Capitalismo está en todas partes.
Póngale la etiqueta que desee, el capitalismo siempre aflora. Revienta costuras y deja en pena a los maquilladores políticos.
El capitalismo es lo que es: un modelo y modo de producción que los sistemas políticos están en la libre decisión de asumirlo o dejarlo a un costado.  
 Lo que no permite el Capitalismo es que se juegue con tratativas raras: que se diga que el país se sostiene bajo un esquema socio-político-económico Socialista y en la realidad es Capitalismo lo que usted encuentra en todas partes, principalmente, el más deleznable tal vez: El Capitalismo de Estado.-
 Los ineptos  negociadores oficialistas cuando viajan por el mundo, asistiendo a conferencias internacionales para intentar, la compra-venta de nuestro petróleo,  manejan las fórmulas rancias del Capitalismo puro y duro.
Los defensores de esta caricatura de socialismo establecen sus negociados particulares dentro y  fuera de Venezuela a través de las “leyes naturales” que impone el Capitalismo, y ellos las aceptan felicísimos.
Sin embargo ,nos corresponde hacer la advertencia, coincidiendo con el afamado economista y filósofo venezolano Emeterio Gómez, quien al respecto expone en su obra  La responsabilidad moral de la empresa capitalista, p.83         “….El capitalismo es la única opción que tiene un mundo tan competitivo y globalizado, pero, también es cierto, que ante las graves crisis económica y los problemas sociales que afectan a la gente, no es posible mantener un esquema que se centre sólo en la obtención de ganancias, sino que asuma un rol protagónico en la generación de mejores condiciones de vida….”
Hay que ahondar en el fondo de tales asuntos. Que no nos espanten los verdaderos desenvolvimientos de la realidad de la cual ya dijimos es mucho más grande que los conceptos reduccionistas.
 Aceptemos que el capitalismo y todas sus derivaciones y efectos: el  plustrabajo, la competitividad, la rentabilidad o ganancia al máximo sin contemplaciones, la acumulación no son invenciones nuevas. Que es difícil eludir al capitalismo en este tramo epocal contemporáneo.
 Los escasos países que se hacen denominar socialistas en el mundo por debajo de cuerda establecen pactos comerciales y arreglos basados en las categorías tradicionales del capitalismo.
 Desde el Pensamiento Liberal clásico que restringe las funciones del Estado a su mínima expresión hasta lo que se está dando a conocer como Neo institucional, cuyo asiento del éxito o fracaso de un modelo económico apunta  a la eficiencia u obsolescencia institucional, hay una inmensa trayectoria teñida de Capitalismo.
Ciertos regímenes políticos le han querido aplicar algo de cosmética para hacerlo más digerible. Pero, es Capitalismo por donde se le quiera mirar.
La macroeconomía de un país o la microeconomía que hacemos cada día para subsistir por ejemplo, resultan que están cargadas  de complejidades capitalistas: valor de cambio.
 La realidad, en el ámbito que se nos antoje,  es escurridiza, múltiple y mutable. No podemos, entonces,  encerrar caprichosamente la existencia humana en un único e invariable  pensamiento. Decir, que la producción económica será mediante un modelo socialista es falsear la realidad.

Inteligente es   buscar  soluciones a partir de la síntesis  de bastantes ideas ajenas y propias.-

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