Guayana Esequiba:
¿lucharemos contra el otro yo del Dr. Irfaan?
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de
la Lengua
Luego de varios
meses de incertidumbres, caos generalizado y paralización de casi toda la
administración pública en Guyana, causados por el cruento pugilato entre las
dos más importantes organizaciones políticas: la coalición establecida por el Congreso Nacional del Pueblo (PNC) y el
partido Alianza para el Cambio (AFC), liderada, en la actualidad, por el expresidente David Granger, por una
parte; y por la otra, el Partido Progresista del Pueblo-Cívico o simplemente
Partido Progresista del Pueblo, abreviado como PPP-C o PPP, cuyas figuras más
prominentes la conforman la dupla de su
Secretario general, Bharrat Jagdeo e Irfaan
Ali, proclamado presidente de la excolonia británica.
Llega a la
presidencia un hijo de musulmanes, formado como profesional en el campo de la
planificación estratégica, diseñador de políticas públicas, la producción
agroindustrial, desarrollos habitacionales y la economía en general; sembró
algunas dudas, cuando ha venido diciendo que al caso de la controversia de la
Guayana Esequiba debe dársele un tratamiento especial, como asunto de Estado.
Fueron serios
encontronazos a lo interno, que inclusive demandó la presencia, en varias
ocasiones de la CARICOM y otros entes de mediación diplomática y
administradores de justicia en la región caribeña.
Igualmente, Estados
Unidos, Reino Unido, Canadá y diferentes países de la Unión Europea habían
manifestado, con severidad, su preocupación por las "creíbles
acusaciones" de fraude, entramado desde el oficialismo.
Ya superado este
escabroso asunto de tropelías y escamoteo electoral; lo que expresamente
deseamos destacar, en todo caso, apunta a repensar nuestras estrategias de insistente
reclamación de la Guayana Esequiba, frente a la nueva administración de ese
Estado.
Lo decimos, porque
quien asume la primera magistratura guyanesa, para el período 2020-2025,
durante la campaña mantuvo siempre en sus discursos, un comportamiento esquivo,
casi que indiferente en el asunto contencioso que sostenemos por el vil
arrebato que se perpetró contra Venezuela, mediante el nulo e írrito Laudo
Arbitral de París, del 03 de 0ctubre de 1899.
Parece que ese equipo de trabajo y asesoría política (y
ahora gubernamental) delegó el peso del histórico asunto del diferendo
territorial en Mark Phillips, quien pasa a desempeñarse como nuevo Primer Ministro.
A este general lo escuchamos expresarse en términos nada elegantes para
referirse al caso litigioso: “estamos preparados, militarmente, para la
defensa de Guyana; por eso estamos incrementando la dotación
aérea y naval para los próximos años, con la finalidad de garantizar la
seguridad de nuestro territorio. No aceptaremos amenaza de nadie”
Hay quienes alientan la posibilidad que el nuevo
presidente guyanés se incline por una fórmula basada en acuerdos económicos con
nuestra Nación, sin hurgar demasiado en la controversia de la Guayana Esequiba.
No obstante, nos llama la atención que Mohamed Irfaan
Ali ha respaldado siempre el Recurso interpuesto por su país en la Corte
Internacional de Justicia contra Venezuela, sin modificar en lo más mínimo la
Pretensión Procesal que en tal escrito se contempla. Inclusive, en su discurso
de toma posesión jamás aludió la demanda que ahora dirime el Alto Tribunal de
la haya.
En la pieza discursiva inaugural de su gobierno, Irfaan
Ali se limitó a generalidades, del tipo: “Sólo hay un futuro y requiere de
una Guyana fuerte y unida. Necesitamos que la población permanezca unida y no separada
por clase, etnia, religión o ideología. Estamos unidos en el auténtico espíritu
guyanés". Por ningún lado mencionó el pleito histórico. Inclusive, ellos han introducido un documento addendum
para que recibamos una sentencia desfavorable en ausencia; por cuanto, hemos
invocado el recurso procesal legítimo y válido de No Comparecencia.
Confundió el
candidato presidencial Irfaan Ali, a más de uno en nuestro país, cuando expuso
al verse envuelto en el torbellino de revisión de votos (entre el 02 de marzo y
el 02 de agosto), con declaraciones del siguiente tono: “debemos unir
fuerzas con aquellos que han estado sufriendo de elementos ilegales y
dictaduras. Aquí también en Guyana, debemos luchar para evitar una situación de
gobierno anti-democrático como está sucediendo en Venezuela y la represión de
los derechos de las personas y la negación de nuestro derecho constitucional a
elegir un gobierno de nuestra elección…Nuestra nación recibió una cantidad
inimaginable de apoyo de países que comparten nuestros valores democráticos. ¡No
nos convertiremos en otra Venezuela!”.
Debemos estar
expectantes en los próximos días, cómo se irán
desarrollando los acontecimientos a tres bandas: Caracas-Georgetown-La Haya. Y
de paso, pendientes de la cara oculta del tropicalizado “Dr. Merengue”.
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