Guayana Esequiba: no basta lo
declarativo.
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
A propósito de los recientes
incidentes suscitados en la costa atlántica venezolana, motivado a la descarada
incursión de los buques Ramform Thetheys y Delta Monarch, de banderas bahameña
y trinitaria, respectivamente; parece que al fin, se produjo una ligera disposición
defensiva por parte del Ejecutivo Nacional de nuestro país.
Elemento que
seguimos lamentando: las actitudes reactivas ante un caso litigioso que se
dirime en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Debemos ser más proactivos.
Aportamos esta otra información
adicional: ambas embarcaciones cuya propietaria es la empresa noruega Petroleum
Geo-Services (PGS), fueron contratadas por la corporación petrolera Exxon Mobil
y algunos de sus filiales, se encontraban realizando trabajos de exploración
sísmica en el bloque Stabroek; precisamente frente a nuestra fachada marítima,
en el estado Delta Amacuro, lo cual no se encuentra sometido a ninguna
controversia internacional.
Guyana, luego de introducir una
demanda contra nuestro país, y ratificarla el 19 de noviembre de este año, para
que la CIJ obligue a Venezuela a reconocer el írrito y nulo Laudo Arbitral de París
de 1899, como cosa juzgada, parece que viene
dispuesta a arreciar, ya no únicamente en la proyección
atlántica que genera la parte continental de la Guayana Esequiba, en
contención; sino que, imprudentemente, ha dado instrucciones, y hasta órdenes
escritas, a las empresas transnacionales para que operen en cualquier
coordenada marítima hacia su costado oeste, irrespetando la soberanía venezolana
en esa área. Burlando, como le da gana,
el Acuerdo de Ginebra de 1966.
La excolonia británica nos han venido
atropellando y vulnerando en nuestro legítimo e histórico contexto geográfico;
y aún el canciller de esa nación, Carl Greenidge hace la desvergonzada
afirmación, a través de un comunicado, que la acción de Venezuela viola la
soberanía e integridad territorial de su país “y demuestra que Venezuela es una
‘amenaza’, con actos hostiles, agresivos e ilegales para el desarrollo
económico de Guyana”.
Debe llamarnos la atención que inmediatamente,
en una especie de reacción en cadena, se pronunció en favor de los guyaneses la
Comunidad del Caribe (CARICOM), integrada por (15) países, y cuya sede y
secretaría general se activa desde Georgetown; así también hizo lo propio el
gobierno de los EE.UU, en los siguientes términos: “Estamos supervisando los reportes de que la Armada Venezolana pudo
haber interferido con los buques que operan en nombre de Exxon Mobil.
Subrayamos que Guyana tiene el derecho soberano de explorar y explotar recursos
en sus aguas territoriales y zona económica exclusiva”, dijo en un Twitter
uno de los portavoces de la diplomacia estadounidense, Robert Palladino.
Hemos denunciado, con insistencia,
que hay un enjambre de empresas operando, bajo la coordinación de la
Exxon-mobil, la cual fija los procedimientos, en el área, para la
Shell holandesa, a la CGX estadounidense, a la Anadarko canadiense, a la CNOON
china; en fin, se conoce que sobrepasan las 52 compañías que allí se
instalaron, procedentes de muchos países, que se dicen amigos de Venezuela;
incluso algunas naciones que hemos estado apoyando a través de Petrocaribe.
Están aprovechando, como mejor les
plazca, los recursos madereros, acuíferos, mineros, petrolíferos y energéticos
en general en nuestra Guayana Esequiba; no únicamente en el área territorial de
los 159.500 km2 que nos arrebataron; sino además han permisado a grandes
consorcios para que ESQUILMEN en el espacio marítimo que genera la Zona en
Reclamación; justamente donde se produjo el referido conflicto, que pudo pasar
a mayores.
La Armada Venezolana está obligada al
patrullaje constante y sistemático en nuestra costa atlántica propiamente; a
defender nuestro Mar territorial, Zona Contigua y Zona Económica Exclusiva;
dentro de las 200 millas náuticas que genera nuestra plataforma continental. En
espera de la decisión de la Corte Internacional de Justicia.
Reiteramos que en muchas ocasiones
estuvimos haciendo las advertencias a las autoridades de la cancillería
venezolana; en el sentido, de que
quedarse callados, dar aquiescencias o permisividades; omitir las denuncias oportunas y
contundentes; o tolerar que los
gobiernos guyaneses, desde Cheddi Jagan hasta hoy, otorgaran concesiones
en la Guayana Esequiba; todos estos silencios cómplices y/o las alabanzas imprudentes e inconvenientes
en favor de la contraparte ( Principio
de Estoppel), conspiran contra nosotros
en los reclamos, que desde hace más de un siglo hemos hecho de la Guayana
Esequiba , que siempre ha sido nuestra. Llego el momento de demostrar y
reafirmar la venezolanidad con declaraciones y con hechos concretos.
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