sábado, 30 de noviembre de 2024

 

Guayana Esequiba: La contraparte no tiene con qué ni cómo

Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV)

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

El asunto litigioso que nos ocupa prosigue su Proceso con la fase probatoria; entonces, para el 9 de este mes, como quedó contemplado – efectivamente- en la última vista por ante la Corte Internacional de Justicia, le corresponderá a la delegación diplomática de la República Cooperativa de Guyana (su agente y coagentes) comparecer en el mencionado Cuerpo Jurisdicente para exponer su réplica contentiva de los elementos que ellos consideran “argumentos” que los asisten en este juicio.

Sospechamos que van insistir con las mismas causas de pedir: La validez del írrito, nulo y forcluído Laudo Arbitral, suscrito en París el 03 de octubre de 1899 y que – además-  la Sala le confiera a tal adefesio la condición de cosa juzgada (res Judicata).

 

Tal vez preparando el terreno para crear una matriz opinática interna, en casi todos los medios audiovisuales de Guyana ha aflorado, en los últimos meses, una sibilina y machacona campaña de (des)información, cuyo contenido apunta a hacerle creer a la población que habita en la “Zona en Reclamación” que Venezuela no posee los recursos probatorios de nuestra contención; y que, por tales motivos, le habíamos estado rehuyendo al arreglo judicial, como “expedita   alternativa” que ellos presentaron en la Corte.

 Por cierto, demanda interpuesta contra nosotros, ingratamente; quienes siempre hemos sido respetuosos absolutamente del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966. Seguimos considerado, también, que llevar este caso a la señalada instancia constituyó como una especie de emboscada jurídica, que sin embargo no le tememos en lo más mínimo.

 Explicaremos más adelante por qué.

 

En el mismo sentido expuesto en los párrafos anteriores, estamos observando y analizando el despliegue inusitado en los canales internacionales; asimismo, en los diarios de mayor circulación -- los de mucha credibilidad y prestigio y los más leídos en el mundo- la ilimitada propaganda que el gobierno guyanés ha cancelado, con la finalidad de darse un barniz favorable en torno al histórico caso del Esequibo.

 

Tratan de diseñarse un espectro de comentarios generalizados acomodaticios.

 

 

 

 

El gobierno guyanés ha desatado un propagandismo con “descomunal ferocidad”, en dos vertientes: En Georgetown, con la utilización de la televisión a diestra y siniestra contra Venezuela; haciéndonos pasar como avaros en la reclamación o imbéciles e ignorantes del Derecho Internacional Público.

 La otra burda estrategia   ya la conocemos: Vienen organizando sistemáticas visitas a la Guayana Esequiba. Giras administrativas del presidente Irfaan Ali, de ministros, de miembros de las Fuerzas Armadas, de empresarios, y de representantes de todas las organizaciones políticas e iglesias.

 

Han quedado develadas las añagazas, que diseñan y acometen los representantes de la contraparte en el pleito.

 Veamos:  Los pronunciamientos de la Caricom y --quizás para los próximos días— otro comunicado de la Commonwealth; Igualmente, han logrado sumar “solidaridades por conveniencias” de algunos países que (como es fácil advertir) tienen fuertes intereses en el área en contención, y ya han recibido ilegalmente por parte de Guyana concesiones para el desarrollo de proyectos.

 

El gobierno guyanés ha logrado reunir suficientes recursos dinerarios de las empresas transnacionales (¿extorsión?) que operan -sobre todo— en la proyección atlántica, área aún por delimitar. Con todo lo que han venido recaudando cancelan los carísimos honorarios de los abogados litigantes en este caso.

 

Nuestra simétrica estrategia de ofensiva  en lo sucesivo -porque así lo desea la población venezolana- debe fijarse en estos términos: Si ya procedimos a la consignación de la Contestación de la demanda, el 8 de abril de este año; nada nos limitará que para el 11 de agosto de 2025, cuando comparezcamos para la dúplica, accionemos una contrademanda o Interpongamos  una  Reconvención, por todo el daño que Guyana ha venido perpetrando a Venezuela; aparejadado a lo dicho  solicitemos  medidas de paralización de todas las operaciones de explotación  del enjambre de las empresas que están esquilmando nuestros recursos en la zona terrestre y marítima que aspiramos, en justo derecho, nos sea restituida.

La delegación guyanesa pensó que con la demanda que presentó el 29 de marzo del 2018 ya el mandado estaba hecho.

Nunca se imaginaron en la excolonia británica que Venezuela ripostaría; que nuestro país estructuraría una comisión, suficiente y densamente preparada, para la defensa de lo que histórica y jurídicamente siempre ha sido nuestro.

 

Manifestamos que nos sentimos orgullosos, honrados y dignamente representados por los compatriotas, por asesores de otras naciones y todos quienes han venido trabajando con precisión en las indagaciones documentales requeridas para la elaboración del acervo de probanza.

Ha habido plena coincidencia de criterios para darle consistencia a nuestras argumentaciones.

Como habrá de suponerse -- en la natural dinámica del mencionado equipo multidisciplinario—en algunas ocasiones se presentan eventuales opiniones contrapuestas en un aspecto específico, que luego van consiguiendo acoplamiento.

Resulta hermoso contrastar ideas y conjeturas con gente inteligente, imbricada en un objetivo común.

Ciertamente, donde todos nos encontramos en perfecta vertebración de posición es en denunciar la fraudulenta causa de la que se ha valido la contraparte para pedir en la Corte.

En la controversia que nos ocupa, estamos absolutamente convencidos—y lo probaremos-- de que no hay Causa Típica acreditable en la demanda que activó Guyana, a través de la función jurisdiccional de la Sala Juzgadora de la ONU.

¿Por qué cuestionamos la Causa invocada en la demanda? Porque determinantemente no hay Causa. No tienen con qué ni cómo.

La Causa se extinguió, dejó de ser válida, por Inexistente cuando se suscribió el Acuerdo de Ginebra; y, por lo tanto, la causa de pedir de la contraparte carece de verdad. Se volvió ilícita.

 

 

Guayana Esequiba: La contraparte no tiene con qué ni cómo

Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV)

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

En el asunto litigioso que nos ocupa, prosigue en el Proceso la fase probatoria. Entonces, Para el 9 de este mes, como quedó contemplado – efectivamente- en la última vista por ante la Corte Internacional de Justicia le corresponderá a la delegación diplomática de la República Cooperativa de Guyana (su agente y coagentes) comparecer en el mencionado Cuerpo Jurisdicente para exponer su réplica contentiva de los elementos que ellos consideran “argumentos” que los asisten en este juicio.

Sospechamos que van insistir con las mismas causas de pedir: La validez del írrito, nulo y forcluído Laudo Arbitral, suscrito en París el 03 de octubre de 1899 y que – además-  la Sala le confiera a tal adefesio la condición de cosa juzgada (res Judicata).

 

Tal vez, preparando el terreno para crear una matriz opinática interna, en casi todos los medios audiovisuales de Guyana ha aflorado, en los últimos meses, una sibilina y machacona campaña de (des)información, cuyo contenido apunta a hacerle creer a la población que habita en la “Zona en Reclamación” que Venezuela no posee los recursos probatorios de nuestra contención; y que, por tales motivos, le habíamos estado rehuyendo al arreglo judicial, como “expedita   alternativa” que ellos presentaron en la Corte.

 Por cierto, demanda interpuesta contra nosotros, ingratamente, que siempre hemos sido respetuosos absolutamente del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966; también hemos considerado que llevar este caso a la señalada instancia la calificamos como una especie de emboscada jurídica, que sin embargo no le tememos en lo más mínimo.

 Explicamos más adelante por qué.

 

En el mismo sentido expuesto en los párrafos anteriores, estamos observando y analizando el despliegue inusitado en los canales internacionales; también en los diarios de mayor circulación -- los de mucha credibilidad y prestigio y los más leídos en el mundo- la ilimitada propaganda que el gobierno guyanés ha cancelado, con la finalidad de darse un barniz favorable en torno al histórico caso del Esequibo.

 

Tratan de diseñarse un espectro de comentarios generalizados acomodaticios.

 

 

 

 

El gobierno guyanés ha desatado un propagandismo con “descomunal ferocidad”, en dos vertientes: En Georgetown, con la utilización de la televisión a diestra y siniestra contra Venezuela; haciéndonos pasar como avaros en la reclamación, o imbéciles e ignorantes del Derecho Internacional Público.

 La otra burda estrategia   ya la conocemos: vienen organizando sistemáticas visitas a la Guayana Esequiba. Giras administrativas del presidente Irfaan Ali, de ministros, miembros de las Fuerzas Armadas, empresarios, representantes de todas las organizaciones políticas e iglesias.

 

Han quedado develadas las estrategias, que diseñan y acometen los representantes de la contraparte en el pleito. Veamos:  Los pronunciamientos de la Caricom y --quizás para los próximos días— otro comunicado de la Commonwealth; así también, han logrado sumar “solidaridades a conveniencia” de algunos países que (como es fácil advertir) tienen fuertes intereses en el área en contención, y ya han recibido ilegalmente por parte de Guyana concesiones para el desarrollo de proyectos.

 

Han logrado acopiar suficientes recursos dinerarios de las empresas transnacionales (¿extorsión?) que operan -sobre todo— en la proyección atlántica, área aún por delimitar. Con todo lo que han venido recaudando cancelan los carísimos honorarios de los abogados litigantes en este caso.

 

Nuestra simétrica estrategia en lo sucesivo -porque así lo desea la población venezolana- debe fijarse en estos términos: Si ya procedimos a la consignación de la Contestación de la demanda, el 8 de abril de este año; nada nos limitará que para el 11 de agosto de 2025, cuando comparezcamos para la dúplica, accionemos una contrademanda o Interpongamos  una  Reconvención, por todo el daño que Guyana ha venido perpetrando a Venezuela; aparejadado a lo dicho  solicitemos  medidas de paralización de todas las operaciones de explotación  del enjambre de las empresas que están esquilmando nuestros recursos en la zona terrestre y marítima que aspiramos, en justo derecho, nos sea restituida.

La delegación guyanesa pensó que con la demanda que presentó el 29 de marzo del 2018 ya el mandado estaba hecho.

Nunca se imaginaron en la excolonia británica que Venezuela ripostaría; que nuestro país estructuraría una comisión, suficiente y densamente preparada, para la defensa de lo que histórica y jurídicamente siempre ha sido nuestro.

 

Manifestamos que nos sentimos orgullosos, honrados y dignamente representados por los compatriotas, asesores de otras naciones y todos quienes han venido trabajando con precisión en las indagaciones documentales requeridas para la elaboración del acervo de probanza.

Ha habido plena coincidencia de criterios para darle consistencia a nuestras argumentaciones.

Como habrá de suponerse -- en la natural dinámica del mencionado equipo multidisciplinario—en algunas ocasiones se presentan eventuales opiniones contrapuestas en un aspecto específico, que luego van consiguiendo acoplamiento.

Resulta hermoso contrastar ideas y conjeturas con gente inteligente, imbricada en un objetivo común.

Ciertamente, donde todos nos encontramos en perfecta vertebración de posición es en denunciar la fraudulenta causa de la que se ha valido la contraparte para pedir en la Corte.

En la controversia que nos ocupa, estamos absolutamente convencidos—y lo probaremos-- de que no hay Causa Típica acreditable en la demanda que activó Guyana, a través de la función jurisdiccional de la Sala Juzgadora de la ONU.

¿Por qué cuestionamos la Causa invocada en la demanda? Porque determinantemente no hay Causa. No tienen con qué ni cómo.

La Causa se extinguió, dejó de ser válida, por Inexistente cuando se suscribió el Acuerdo de Ginebra; y por lo tanto, la causa de pedir de la contraparte carece de verdad. Se volvió ilícita.

 

sábado, 23 de noviembre de 2024

 

Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos (II)

Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV)

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

Con satisfacción expreso la inmensa receptividad que ha tenido, en todo el país, la propuesta de creación de una Casa de Estudios Superiores, cuyo diseño curricular se estructure, exclusivamente, en objetivos que apunten a  acopiar documentación, debatir geopolíticas, discernir constructos jurídicos pertinentes, revisar cartografías, analizar histórica y etnográficamente  y proponer soluciones a temas controversiales atinentes a las áreas colindantes entre Estados, integrantes de la Comunidad Internacional. Sin excepciones.

 

He recibido invitación de varios medios de comunicación, interesados en ampliar las respectivas informaciones derivadas del mencionado proyecto de factibilidad, el cual muy pronto será consignado por ante el Consejo Nacional de Universidades, con la finalidad de que sea sometido a las examinaciones reglamentarias por parte de las comisiones que para tales efectos serán designadas.

Exactamente así, bajo el precitado procedimiento, se han decretado algunas universidades en Venezuela; lo sabemos por experiencia propia; por cuanto, me correspondió, hace algunos años, formular el estudio – y discutirlo en las instancias oficiales - para la creación del Instituto Universitario de Tecnología del Delta del Orinoco; hoy transformada en Universidad Territorial Deltaica “Francisco Tamayo”.

 

Igualmente, deseo hacer del  conocimiento, que para el desarrollo de la señalada gestión emprendedora contamos, en su debida oportunidad, con la orientación ductora del brillante Dr. Félix Adam, hijo de esta hermosa tierra; quien nos hizo bastante énfasis que   -definitivamente- las universidades deben asumir la Andragogìa como filosofía existencial  en sus distintas estrategias metodológicas; porque de lo que se trata es de  sumar y sintetizar experiencias, en un proceso de enseñanza-aprendizaje horizontalizado.

Todos aportando conocimientos a todos, en una sostenida dialógica para ensanchar saberes.

La educación debe ser sobre todo un proceso autogestivo en el cual la persona se asume

como proyecto. El hombre es un ser siendo, nunca deja de aprender y de ser. Es un proyecto que se construye día a día y se transforma conforme al componente energético de su esencia. El proceso educativo formal debe insertarse en ese otro más amplio que es la existencia humana misma, que debe tener por ende lugar a lo largo de toda la vida. Debe ser lo que llamamos educación permanente, que se identifica con el desenvolvimiento humano total, iluminado por una intencionalidad emocional y racional. La gran tarea de la educación permanente es someter todo el proceso de desempeño humano; incluso, lo que permanezca oculto en la citada intencionalidad.”

 (Andragogìa y docencia Universitaria.  INSTIA. Universidad de la Tercera Edad (UTE).1987)

 

Exactamente, con sus específicas características, proponemos la creación de este tipo de Universidad con referencia nacional e internacional; cuyos principios andragógicos atiendan, en su esencia: a) El autoconcepto; valga decir, autonomía y autodirección. Los participantes tendrán la libre determinación para aprender; lo que significa que son autónomos e independientes; b) El aprendizaje a partir de la experiencia. Los participantes asimilarán e incorporarán cognitivamente nuevos conocimientos, conforme  a sus experiencias previas, que las colocarán – con excelencia- para la socialización interpares; c) La disposición para aprender. Los participantes tenderán a gravitar hacia el aprendizaje de los ejes temáticos (programáticos) que les interesarán. Su voluntad a aprender cosas estará altamente direccionada con la pragmática y sus usos relativos; d) La aplicación inmediata del conocimiento. Los participantes orientarán su aprendizaje hacia aplicaciones inmediatas más que hacia usos futuros (teoréticas vacías). El participante marcará su tendencia a inclinarse hacia las tareas cotidianas, la vida y la resolución de problemas; e) La motivación interna por factores personales subjetivos más que por presiones (una calificación) o estímulos externos; y procurará la necesidad de comprender las razones de lo que está aprendiendo. Digamos, exactamente, los participantes despertarán la necesidad de conocer el valor de lo que estarán aprendiendo y saber porqué requieren aprenderlo.

Bajo la  identidad de esta  filosofía andragògica, la naciente Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos asume la bicentralidad del aprendizaje, reenviados  entre el participante y el proceso que se desarrollarán a través de ejes temáticos- programáticos que se irán problematizando, con eventos previos (presecialidad una vez al mes) y eventos posteriores ( tres semanas después), cuando los participantes habilitarán distintas actividades para socializar – cualitativamente- los resultados de sus indagaciones y aportes. Lo que se conoce en pedagogía como evaluación cuantitativa.

Los señalados eventos posteriores –sometidos a problematización en colectivo-  podrán circunscribirse a ensayos, seminarios, proyectos, conferencias, foros, estudios etnográficos, exposición de posibles alternativas de solución a casos conflictivos detectados en las zonas objeto de estudios, entre muchas otras posibilidades e instrumentos metodológicos.

Obsérvese que ha habido una efectiva resignificación conceptual estructural en el proceso andragógico. Ya no hablamos de un facilitador, sino de un problematizador cuya función consistirá en sensibilizar, motivar, incitar y reflexionar en conjunto con los participantes (que no se denominarán alumnos ni estudiantes).

A lo largo de cuatro años, aproximadamente, se problematizarán (40) ejes temáticos, que por lo pronto citaremos, a manera de ejemplo, los siguientes: Los conflictos vigentes por cuestiones fronterizas entre Estados integrantes de la Comunidad internacional. Soluciones pacíficas y violentas de controversias interestatales. Medios alternativos de solución de conflictos: negociación, mediación, conciliación, arbitraje y arreglo judicial. (autocomposición y heterocomposición). La Corte Internacional de Justicia: su Estatuto y Reglamento. Estudios geo-históricos, jurídicos y cartográficos de Estados concernidos en controversias. Fachadas fronterizas de Venezuela. Convención de Viena sobre el Derecho de  los  Tratados de 1969. Procesos productivos agroindustriales de las áreas colindantes. Derechos del Mar de 1958 y 1982. Seguridad y Defensa en las fronteras. Multiplicidad de los conglomerados humanos en los espacios fronterizos. Etnografía y demografía en general.

Nos han preguntado, con insistencia, sobre el probable perfil ocupacional del egresado, con título de licenciado, de la proyectada Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos. Respondemos que, así entonces con certeza, se abre un amplio abanico de opciones laborales en: La Cancillería, las embajadas, los consulados, en las agregadurías diplomáticas, en algunos ministerios, en la Asamblea Nacional, las gobernaciones, las alcaldías, los concejos municipales, las universidades, en instituciones culturales y en las empresas privadas, entre bastantes otras entidades.

Ya estamos afanados (y afinando) en las tareas preliminares que corresponden al levantamiento del estudio de factibilidad académica-administrativa y de visualizar las alternativas de infraestructuras y del más calificado equipo de problematizadores (docentes, en el concepto tradicional).

Requerimos que “todos empujemos la carreta en la misma dirección” a nivel regional y nacional, por encima de cualquier diferenciación; porque, echar a andar y consolidar una Universidad con las especificaciones ya descritas comporta, sin lugar a dudas, un Asunto de Estado.

 

            Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos (II)

Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV)

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

Con satisfacción expreso la inmensa receptividad que ha tenido, en todo el país, la propuesta de creación de una Casa de Estudios Superiores, cuyo diseño curricular se estructure, exclusivamente, en objetivos que apunten a  acopiar documentación, debatir geopolíticas, discernir constructos jurídicos pertinentes, revisar cartografías, analizar histórica y etnográficamente  y proponer soluciones a temas controversiales atenientes a las áreas colindantes entre Estados, integrantes de la Comunidad Internacional. Sin excepciones.

 

He recibido invitación de varios medios de comunicación, interesados en ampliar las respectivas informaciones derivadas del mencionado proyecto de factibilidad, el cual muy pronto será consignado por ante el Consejo Nacional de Universidades, con la finalidad de que sea sometido a las examinaciones reglamentarias por parte de las comisiones que para tales efectos serán designadas.

Exactamente así, bajo el precitado procedimiento, se han decretado algunas universidades en Venezuela; lo sabemos por experiencia propia; por cuanto, me correspondió, hace algunos años, formular el estudio – y discutirlo en las instancias oficiales - para la creación del Instituto Universitario de Tecnología del Delta del Orinoco; hoy transformada en Universidad Territorial Deltaica “Francisco Tamayo”.

 

Igualmente, deseo hacer del  conocimiento, que para el desarrollo de la señalada gestión emprendedora contamos, en su debida oportunidad, con la orientación ductora del brillante Dr. Félix Adam, hijo de esta hermosa tierra; quien nos hizo bastante énfasis que   -definitivamente- las universidades deben asumir la Andragogìa como filosofía existencial  en sus distintas estrategias metodológicas; porque de lo que se trata es de  sumar y sintetizar experiencias, en un proceso de enseñanza-aprendizaje horizontalizado.

Todos aportando conocimientos a todos, en una sostenida dialógica para ensanchar saberes.

La educación debe ser sobre todo un proceso autogestivo en el cual la persona se asume

como proyecto. El hombre es un ser siendo, nunca deja de aprender y de ser. Es un

proyecto que se construye día a día y se transforma conforme al componente energético de su esencia. El proceso educativo formal debe insertarse en ese otro más amplio que es la existencia humana misma, que debe tener por ende lugar a lo largo de toda la vida. Debe ser lo que llamamos educación permanente, que se identifica con el desenvolvimiento humano total, iluminado por una intencionalidad emocional y racional. La gran tarea de la educación permanente es someter todo el proceso de desempeño humano; incluso, lo que permanezca oculto en la citada intencionalidad.”

 (Andragogìa y docencia Universitaria.  INSTIA. Universidad de la Tercera Edad (UTE).1987)

 

Exactamente, con sus específicas características, proponemos la creación de este tipo de Universidad con referencia nacional e internacional; cuyos principios andragógicos atiendan, en su esencia: a) El autoconcepto; valga decir, autonomía y autodirección. Los participantes tendrán la libre determinación para aprender; lo que significa que son autónomos e independientes); b) El aprendizaje a partir de la experiencia. Los participantes asimilarán e incorporarán cognitivamente nuevos conocimientos, conforme a sus experiencias previas, que las colocarán – con excelencia- para la socialización interpares; c) La disposición para aprender. Los participantes tenderán a gravitar hacia el aprendizaje de los ejes temáticos (programáticos) que les interesarán. Su voluntad a aprender cosas estará altamente direccionada con la pragmática y sus usos relativos; d) La aplicación inmediata del conocimiento. Los participantes orientarán su aprendizaje hacia aplicaciones inmediatas más que hacia usos futuros (teoréticas vacías). El participante marcará su tendencia a inclinarse hacia las tareas cotidianas, la vida y la resolución de problemas; e) La motivación interna por factores personales subjetivos más que por presiones (una calificación) o estímulos externos; y procurará la necesidad de comprender las razones de lo que está aprendiendo. Digamos, exactamente, los participantes despertarán la necesidad de conocer el valor de lo que estarán aprendiendo y saber porqué requieren aprenderlo.

Bajo la  identidad de esta  filosofía andragògica, la naciente Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos asume la bicentralidad del aprendizaje, reenviados  entre el participante y el proceso que se desarrollarán a través de ejes temáticos- programáticos que se irán problematizando, con eventos previos (presecialidad una vez al mes) y eventos posteriores ( tres semanas después), cuando los participantes habilitarán distintas actividades para socializar – cualitativamente- los resultados de sus indagaciones y aportes. Lo que se conoce en pedagogía como evaluación cuantitativa.

Los señalados eventos posteriores –sometidos a problematización en colectivo-  podrán circunscribirse a ensayos, seminarios, proyectos, conferencias, foros, estudios etnográficos, exposición de posibles alternativas de solución a casos conflictivos detectados en las zonas objeto de estudios, entre muchas otras posibilidades.

Obsérvese que ha habido una efectiva resignificación conceptual estructural en el proceso andragógico. Ya no hablamos de un facilitador, sino de un problematizador cuya función consistirá en sensibilizar, motivar, incitar y reflexionar en conjunto con los participantes (que no se denominarán alumnos ni estudiantes).

A lo largo de cuatro años, aproximadamente, se problematizarán (40) ejes temáticos, que por lo pronto citaremos, a manera de ejemplo, los siguientes: Los conflictos vigentes por cuestiones fronterizas entre Estados integrantes de la Comunidad internacional. Soluciones pacíficas y violentas de controversias interestatales. Medios alternativos de solución de conflictos: negociación, mediación, conciliación, arbitraje y arreglo judicial. (autocomposición y heterocomposición). La Corte Internacional de Justicia: su Estatuto y Reglamento. Estudios geo-históricos, jurídicos y cartográficos de Estados concernidos en controversias. Fachadas fronterizas de Venezuela. Convención de Viena sobre el Derecho de  los  Tratados de 1969. Procesos productivos agroindustriales de las áreas colindantes. Derechos del Mar de 1958 y 1982. Seguridad y Defensa en las fronteras. Multiplicidad de los conglomerados humanos en los espacios fronterizos. Etnografía y demografía en general.

Se nos ha preguntado, con insistencia, sobre el probable perfil ocupacional de los egresados de la proyectada Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos. Respondemos que, así entonces, se abre un amplio abanico de opciones laborales en: La Cancillería, las embajadas, los consulados, en las agregadurías diplomáticas, en algunos ministerios, en la Asamblea Nacional, las gobernaciones, las alcaldías, los concejos municipales, las universidades, en instituciones culturales y en las empresas privadas, entre bastantes otros.

Ya estamos afanados en las tareas preliminares que corresponden al levantamiento del estudio de factibilidad académica-administrativa y de visualizar las alternativas de infraestructuras y del más calificado equipo de problematizadores.

Requerimos que “todos empujemos la carreta en la misma dirección” a nivel regional y nacional, por encima de cualquier diferenciación; porque echar a andar y consolidar una Universidad con las especificaciones ya descritas comporta, sin lugar a dudas, un Asunto de Estado.

viernes, 15 de noviembre de 2024

 

 Propongo la creación de la Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos (I)

 Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

 

Aspectos de la realidad   impensables hace apenas algunos decenios atrás, en la actualidad resultan completa y suficientemente cotidianos.

Los seres humanos buscan por encima de lo que sea y a cualquier riesgo y precio abrirse horizontes para captar sus satisfacciones vivenciales.

Coincidimos con mucha gente que expresa que las sociedades no se liquidan a sí mismas.

Las disímiles perspectivas de superación siguen abiertas como el primer día.

Vivimos pensando – y elucidando-  cualquier cantidad de alternativas para resolver nuestros problemas existenciales.

Lo dicho en el párrafo anterior no constituye ninguna novedad; por cuanto, a lo largo de la historia los seres humanos han tenido siempre la acuciosa disposición de procurarse cada vez más cosas. Ha sido una carrera desenfrenada, sin límites. Ante cualquier obstáculo procuramos estudiarlo para sobrepasarlo

Se han discernido desde siempre ideas increíbles.

 

Sin dudas o perplejidades, es la Educación (en su más amplia y pura acepción) el instrumento expedito y esencial para formalizar y sistematizar todo cuanto pensamos y deseamos ejercitarlo, ponerlo en práctica; porque con este exquisito vehículo de enseñanza-aprendizaje hemos hecho maravillas; sí, pero también cometemos bastantes desaciertos cuando se hace uso inapropiado de sus respectivos elementos metodológicos.

Sin embargo, nos hemos ocupado suficientes horas teorizando cómo acceder y consolidar un proceso educativo exactamente para los tiempos que nos toca vivir y que trace una línea auspiciosa para el futuro.

En casi todos los lugares de nuestro país que hemos visitado, por expresas invitaciones de los organizadores de respectivos eventos académicos, conseguimos profesionales densamente formados en el álgido eje temático de las fronteras; lo cual nos honra y llena de profunda satisfacción venezolanista.

 

Me nutro de conocimientos al escuchar, con detenimiento, sus respectivas reflexiones, sobre esta controversia.  Encontramos, en muchas partes, gente sabia para grandeza de la Patria.

Estamos dispuestos siempre, además, a intercambiar criterios con los participantes, en general, centrados en tal acaso litigioso.

Hay un bastión enorme que ha acumulado muchas indagaciones documentales; lo cual les ha permitido acrisolar vivencias y experiencias. Tales compatriotas portan en sí mismos sendas “cajas de herramientas” intelectuales, siempre al servicio del país.

 

 

 

En nuestro indetenible recorrido por las universidades venezolanas y por algunas instituciones públicas y privadas; así, también, por las distintas plataformas digitales, se nos pide con avidez que deliberemos   con precisión pedagógica el asunto de la contención territorial que sostenemos con la excolonia británica.

 Nos asomaron, una vez, la opción de crear en Venezuela una Casa de Estudios Universitarios exclusivamente para los temas fronterizos de nuestro país y del mundo. Nos lució interesantísimo.

 

No hace mucho tiempo se mencionaba, en discursos reiterativos, que había que mejorar la Educación; en consecuencia, uno que otro remiendo se hizo. Luego, se insistió en señalar la urgencia de   darnos una “Educación de calidad”; lo cual no fue más a allá de replantearse una planificación curricular con objetivos diseñados de manera rígida, cuya esencia apuntó casi que únicamente en términos economicistas; es decir, la consecución de profesionales universitarios que egresaran con la misión principal de producir. No está mal, pero falta todavía incorporar, en los contenidos programáticos, otras muchas dimensiones humanas, que han quedado rezagadas.

 

Acaso se puede desconocer que en casi todos los planes educativos universitarios   han quedado por fuera: vivencias enriquecedoras, realidades de los espacios humanos, experiencias, miradas aportativas, emociones, intercambio de sensibilidades, anécdotas, subjetividades puras, querencias, singularidades. Muchos de estos enfoques resultaban ajenos a la Academia, porque no eran medibles.

 

Si la propuesta (como la que aquí presento, sucintamente) de integralidad de la Educación aspira a obtener fuerza y consistencia epistemológica, entonces, se obliga a estructurarse y sostenerse   en un concepto serio y teoría creíble.  Respondo que sí, ciertamente, las tiene. Por lo tanto, todo cuanto se piense, sume y comporte por un proceso de enseñanza-aprendizaje con tales características debe involucrar: conocimientos, actitudes, valores, la equidad en/para la vinculación social, la coherencia en ser y hacer, involucramiento de lo humano, la eficiencia, la tecnología al servicio de los seres humanos y un larguísimo etcétera.

 

Más de (45) años de mi vida académica se los he dedicado a estudiar los muchísimos aspectos pertinentes a las fronteras y los límites interestatales; con lo cual, modestamente, he acaudalado una amplia experiencia puesta siempre y sin reparo al servicio y disposición de la patria.

 

En esta oportunidad, me permito proponer a las autoridades competentes, caso concreto al Consejo Nacional de Universidades (CNU), la creación académica-administrativa de una Universidad, cuyos componentes curriculares exclusivamente estriben en los Asuntos Fronterizos de nuestra nación y de otros países del mundo.

 

Aspiramos que a través de estrategias metodológicas apoyadas en seminarios se haga posible desarrollar análisis, discernimientos, oportunas conferencias magistrales; visitas a los sitios de estudios, exposiciones e indagaciones documentales de demarcaciones nacionales. Aprehender las realidades de las áreas concernidas. Establecer, claramente, la diferenciación conceptual-estructural entre límites y fronteras. Examinar convenios, pactos, acuerdos, tratados. Así, además, estudiar las reclamaciones vigentes entre Estados que integran la comunidad internacional. Los medios violentos y pacíficos de solución de los conflictos.  El Estatuto y – obviamente- la jurisdicción y competencia de la Corte Internacional de Justicia y sus más importantes jurisprudencias. El contenido y alcance del Derecho Internacional Público. En fin, habrá un abanico inmenso de elementos a incorporar en la malla y diseño curricular, siempre con sentido experimental y de aprendizaje horizontalizado. Todos aprendemos de todos.

Particular interés y énfasis, por supuesto, lo tendremos en nuestros espacios fronterizos, en todas sus consideraciones e implicaciones. Valga decir, la conformación y nuestra herencia histórica; pactos suscritos. Los elementos jurídicos que asisten a Venezuela. Nuestros estudios y registros cartográficos. Las diversas reclamaciones y confrontaciones que hemos tenido. La dimensión étnica y demográfica en general que habitan nuestra poligonal fronteriza. Los procesos productivos agroindustriales factibles en esas franjas colindantes. Los despojos territoriales que nos han perpetrado. Nuestra proyección caribeña y atlántica. Los costados amazónico, andino y guayanés. Son bastantes aristas a estudiar y problematizar, en su justa medida, en cuatro años aproximadamente.

 

Aspiramos que, una vez que se hayan  cumplido con los respectivos planes, programas y sus contenidos,  egrese un profesional densamente formado, con un extraordinario perfil ocupacional en los Asuntos Fronterizos de Venezuela y del resto del mundo; con posibilidad de desempeñarse en la Cancillería, en las embajadas y consulados , entidades federales (sobre todo las fronterizas), en el Ministerio de la Defensa; asimismo, como docentes en las universidades, en el Ministerio de Planificación, como asesores en la Asamblea Nacional, en los Consejos Legislativos, en las alcaldías, en otros países,  entre muchas opciones laborales.

 

Al consolidarse esta propuesta --encontrándose ahora en fase de proyecto-- ofrecerá ilimitadas posibilidades para que dicten cátedras en esta casa de Estudios Universitarios:   juristas, historiadores, cartógrafos, internacionalistas, metodólogos, ingenieros, geógrafos, antropólogos, tecnólogos, urbanistas, sociólogos, militares de los distintos componentes de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, especialmente de la Marina.

 

La integralidad del estudio y desarrollo de nuestros espacios fronterizos - y los de otras naciones- debe considerarse de manera cabal; y – obviamente- despertar el interés nacional para que se fije, de una vez por todas, la preocupación de quienes estructuran y ejecutan Políticas Públicas, a nombre del Estado venezolano.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

 

 Propongo la creación de la Universidad Nacional de Asuntos Fronterizos

 Dr. Abraham Gómez R.

Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua

Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial

Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela

Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba

 

 

Aspectos de la realidad   impensables hace apenas dos decenios atrás, en la actualidad resultan completa y suficientemente cotidianos.

 Los seres humanos buscan por encima de lo que sea y a cualquier riesgo y precio abrirse horizontes; y admitamos que todavía esa perspectiva sigue abierta como el primer día.

Vivimos pensando-elucidando cualquier cantidad de alternativas existenciales.

A lo largo de la historia los seres humanos han tenido siempre la acuciosa disposición de procurarse cada vez más cosas. Ha sido una carrera desenfrenada, sin límites.

Se han discernido desde la Edad de Piedra hasta hoy las ideas más increíbles.

 

Sin lugar a dudas uno de los instrumentos expeditos para formalizar y sistematizar todo cuanto pensamos y deseamos ponerlo en práctica es la Educación; porque con este exquisito vehículo de enseñanza-aprendizaje hemos hecho maravillas; sí, pero también cometemos bastantes desaciertos.

Sin embargo, ocupamos suficientes horas teorizando cómo acceder y consolidar un proceso educativo exactamente para los tiempos que nos toca vivir y que trace una línea auspiciosa a futuro.

 

No hace mucho tiempo se mencionaba, en discursos reiterativos, que había que hay que mejorar la educación; en consecuencia, uno que otro remiendo se hizo. Luego, se insistió en señalar la urgencia de   darnos una educación de calidad; lo cual no fue más a allá de replantearse una planificación curricular con objetivos diseñados de manera rígida, cuya esencia apuntó casi que únicamente en términos economicistas; es decir, la consecución de profesionales universitarios que egresaran con la misión principal de producir.

 

A partir de lo anterior, la experiencia devenida entonces consistió en objetivar la calidad de la educación por lo tangible, lo medible.

 

La inmediata consecuencia del diagnóstico reseñado era que muchos aspectos que corresponden a las otras dimensiones de los seres humanos no eran incorporados en los currículos.

Así entonces, quedaban por fuera: vivencias, realidades de los espacios humanos, experiencias, miradas, emociones, intercambio de sensibilidades, anécdotas, subjetividades puras, querencias, singularidades. Muchos de estos enfoques resultaban ajenos a la Academia; porque casi no eran medibles.

Alguien diría -con abundantes razones, quizás- que, con ninguno de los últimos ítems asomados, en el párrafo anterior se va al mercado.

Una batalla que parece que la ganan (todavía) los propiciadores de la llamada, tradicionalmente, educación de calidad. Digámosles defensores    de la teoría economicista dura.

 

Si la propuesta (como la que aquí presento, sucintamente) de integralidad de la educación aspira a obtener fuerza y consistencia epistemológica, entonces, se obliga a estructurarse y sostenerse   en una teoría seria y  creíble. La tiene. Por lo tanto, todo cuanto se piense, aporte y comporte por un proceso de enseñanza-aprendizaje con tales características debe involucrar: conocimientos, actitudes, valores, la equidad en/para la vinculación social, la coherencia, involucramiento de lo humano, la eficiencia, la tecnología al servicio de los seres humanos y un larguísimo etcétera.

 

Más de (45) años de mi vida académica se los he dedicado a estudiar los muchísimos aspectos pertinentes a las fronteras y los límites interestatales; con lo cual, modestamente, he acaudalado una amplia experiencia puesta siempre y sin reparo al servicio y disposición de la patria.

 

En esta oportunidad, me permito proponer a las autoridades competentes, caso concreto al Consejo Nacional de Universidades, la creación académica-administrativa de una Universidad, cuyos componentes curriculares exclusivamente estriben en los Asuntos Fronterizos de nuestra nación y de otros países del mundo.

 

A través de estrategias metodológicas por seminarios se haría posible abarcar los análisis, discernimientos, conferencias magistrales, visitas a los sitios de estudios, exposiciones e indagaciones documentales de demarcaciones. Establecer la diferenciación conceptual-estructural entre límites y fronteras. Examinar convenios, pactos, acuerdos, tratados. Así, además, estudiar las reclamaciones vigentes entre Estados. Los medios violentos y pacíficos de solución de los conflictos.  El Estatuto, jurisdicción y competencia de la Corte Internacional de Justicia y sus más importantes jurisprudencias. El contenido y alcance del Derecho Internacional Público. En fin, habrá un abanico inmenso de elementos a incorporar en la malla y diseño curricular, siempre con sentido experimental.

Particular interés y énfasis, por supuesto, lo tendremos en nuestros espacios fronterizos, en todas sus consideraciones. Valga decir, la conformación y nuestra herencia histórica; pactos suscritos. Los elementos jurídicos que asisten a Venezuela. Nuestros estudios cartográficos. Las diversas reclamaciones y confrontaciones que hemos tenido. La dimensión étnica y demográfica en general que habitan esas áreas. Los procesos productivos agroindustriales factibles en esas franjas colindantes. Los despojos territoriales que nos han perpetrado. Nuestra proyección caribeña y atlántica. Los costados amazónico, andino y guayanés. Son bastantes aristas a estudiar en su justa medida.

 

Aspiraríamos que, cumplido con los respectivos planes, programas y sus contenidos,  egrese un profesional densamente formado, con un extraordinario perfil ocupacional en los Asuntos Fronterizos de Venezuela y del resto del mundo; con posibilidad de desempeñarse en la Cancillería, embajadas, entidades federales (sobre todo las fronterizas), en el Ministerio de la Defensa; asimismo, como docentes en las universidades, en el Ministerio de Planificación, como asesores en la Asamblea Nacional, en los Consejos Legislativos, en las alcaldías, en otros países y  entre muchas otras opciones laborales.

 

Al consolidarse esta propuesta --encontrándose ahora en fase de proyecto-- ofrecería ilimitadas posibilidades para que dicten cátedras en esta casa de Estudios Universitarios:   juristas, historiadores, cartógrafos, metodólogos, ingenieros, geógrafos, antropólogos, tecnólogos, urbanistas, sociólogos, militares de sus distintos componentes, especialmente de nuestra Armada.

 

La integralidad del estudio y desarrollo de nuestros espacios fronterizos debe considerarse de manera cabal; y – obviamente- despertar el interés nacional para que se fije, de una vez por todas, la preocupación de quienes estructuran y ejecutan Políticas Públicas, a nombre parte del Estado venezolano.