sábado, 24 de febrero de 2018




  En el vocablo mujer se encierra una intención de
 subestimación

Tal es el contenido principal del discurso que dará el Dr. Abraham Gómez, con el cual se incorpora, formalmente, este lunes próximo a la Academia Venezolana de la Lengua.

Nos relata el Dr. Gómez, que “a pesar de que la prehistoria no ha dejado escritura que explique los orígenes y actividades realizadas por las mujeres en las primeras comunidades humanas; hallazgos antropológicos, arqueológicos y etnológicos evidencian que los procesos de socialización, estaban a cargo de las mujeres.

Eran grupos humanos estructurados a partir de una concepción familiar matricentrada y matriarcal. La mujer influía y decidía todo: regía la estructura social y ejercía el poder político, económico y religioso”

Aprovechamos para preguntarle, ¿qué ha pasado, entonces, que pueda justificar su aseveración?

“fácilmente explicable, en este breve relato: que Cuando las sociedades se hicieron sedentarias y dependientes de sus cultivos, el varón se vio obligado a implicarse en la producción alimentaria, y comenzó así el proceso de transformación que desposeyó a la mujer de su ancestral poder y lo depositó en manos de los hombres”

“Sin embargo, -- continuó diciendo el Académico Gómez-- en bastantes partes del mundo se ha venido adelantando una especie de “excavación en la historia”, un asunto casi de “arqueología social “, con el fin de encontrar mujeres, de extraer sus palabras y sus obras. Para que ellas digan, en la contemporaneidad, lo que intentaron decir y no pudieron. Para que sus voces sean escuchadas”.

¿Exactamente, qué persigue con esta decidida defensa de los derechos de las mujeres?

“primero, denunciar que hay suficientes resabios todavía de una cultura antropocentrista que impone a la mujer los modos de ser, hacer y pensar; que terminan limitándola a una constreñida trama, sin mayores posibilidades; de la que no obstante se ha ido desanudando; luego, con suficiente fuerza decimos que no hacemos inclusión de lo femenino en la sociedad, ni reivindicamos a la mujer con sólo decir: muchachas y muchachos, ellas y ellos, todas y todos, portavoz y portavoza, entre otras muchas babosadas”.

“visto así, usted también lo sabe, al pretender enarbolar falsas querencias o artificiales inclusiones hacia las mujeres se termina por ofenderlas, ridiculizarlas o exponerlas al escarnio público”.

Al informarnos (e invitarnos) del evento del próximo lunes, el Dr. Gómez hace saber que la entrada es libre, y que ha terminado su discurso que titula “Orígenes socio- históricos tramposos en la construcción léxica-semántica del vocablo mujer”-

Contribuyamos, junto a ellas, a la absoluta erradicación de la tal falacia histórica e ideológica que pretende dar cuenta de la supuesta inferioridad de la mujer. Desmitifiquemos los tejidos discursivos que persiguen instalar en la mujer una especie de natural sometimiento.

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