Guayana Esequiba: nexos identitarios con nuestros esequibanos
Dr.
Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos
de Venezuela (IDEFV)
Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba
Todas las actividades – de cualquier tipo-- que los
gobiernos de Guyana han desarrollado en la Zona en Reclamación (aunque ellos no
le dan esa denominación a este espacio geográfico) tienen una marcada determinación
coactiva.
Prestemos atención a lo que, estratégicamente, han
venido haciendo en las distintas gestiones ejecutivas, de cualquier signo ideológico,
(para tales hechos no mantienen diferencias ideológicas) desde Forbes Burnham
hasta el actual Irfaan Ali.
Trabajos de
reforzamiento de las infraestructuras en escuelas, hospitales; así, además, cooperación
crediticia para la construcción de hoteles, balnearios; instalación y puesta en
funcionamiento de medios de comunicación audiovisuales. Consolidación de vías
carreteras, pistas de aterrizajes. Apostamiento de
bases militares y la implementación de operativos conjuntos con otros países
etc.
Si antes, en condición de nación pobrísima, se
apoyaban en los aportes dadivosos suministrados por la Commonwealth; desde hace
cinco años para acá, con la Exxon a la cabeza de todo este enjambre esquilmador,
no tienen reparos o limitaciones en los gastos e inversiones oficiales; por
cuanto, están percibiendo inmensos caudales de recursos dinerarios producto de
la ilegal explotación petrolera, maderera, energética y minera, en el área en conflicto; en
contravención al Acuerdo de Ginebra del
17 de febrero de 1966, en cuyo artículo V, numeral (2) señala:
“Ningún acto o
actividad que se lleve a cabo mientras se halle en vigencia este Acuerdo constituirá
fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía
territorial en los Territorios de Venezuela o la Guayana Británica, ni para
crear derechos de soberanía en dichos territorios, excepto en cuanto tales
actos o actividades sean resultado de cualquier convenio logrado por la Comisión
Mixta y aceptado por escrito por el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de
Guyana. Ninguna nueva reclamación o ampliación de una reclamación existente a soberanía
territorial en dichos Territorios será hecha valer mientras este Acuerdo esté
en vigencia, ni se hará valer reclamación alguna sino en la Comisión Mixta
mientras tal Comisión exista”.
Con la descarada entrega de concesiones –inconsultas y
unilaterales-- a las empresas transnacionales pretenden –sibilinamente— “hacer valer o crear derechos de soberanía”.
Reviste igual gravedad, parte del contenido de la
Constitución de la República Cooperativa de Guyana de 1980. En esa Carta Magna detectamos
la auto asignación y la distribución político-territorial, por regiones, que
ellos han establecido, precisamente en la Guayana Esequiba.
Delimitaron toda la extensión – la que vilmente nos despojaron--
de la siguiente manera: Waini-Barima (región 1); Poomeron-Supenam (región 2);
Cuyuní-Mazaruni (región 7); Potaro-Siparuni (región 8); AltoTúkutu- Alto
Esequibo (región 9).
Hay importantes ciudades, pueblos y asientos demográficos
de varios tipos y clases sociales; cuyo registro censal, más reciente, arroja una
población que sobrepasa las 300.000 personas, entre ellas: indoguyaneses,
afroguyaneses, chinos, amerindios, portugueses, mixtos y demás europeos; incluyendo
en la cifra arriba mencionada a las etnias Waiwai, Makushi, Arawakos, Akawayos,
Saraos, Patamonas, Waraos, Caribes y Wapashi; quienes habitan, principalmente hacia el sur,
en las llanuras del Rupununi.
Cuando reivindiquemos en la Corte, con nuestros justos
títulos, la Guayana Esequiba, con todos esos grupos humanos estaremos obligados
a imbricarnos como compatriotas, y a darle fuerza y consistencia al enunciado
del artículo 15 de nuestra Norma Suprema:
“El Estado tiene la obligación de establecer una
política integral en los espacios fronterizos terrestres, insulares y marítimos, preservando la integridad territorial, la
soberanía, la seguridad, la defensa, la identidad nacional, la diversidad y el
ambiente, de acuerdo con el desarrollo cultural, económico, social y la
integración. Atendiendo a la naturaleza propia de cada región fronteriza, a
través de asignaciones económicas especiales, una ley orgánica de fronteras
determinará las obligaciones y objetivos de esta responsabilidad”
Un aspecto resaltante (que siempre ha sido nuestra
preocupación) lo conseguimos al analizar el currículo oculto – la
intencionalidad que subyace en todo proceso educativo-- en los planes y
programas de estudios de primaria y bachillerato, en esa excolonia británica.
En los textos escolares guyaneses revisados,
pesquisamos contenidos que persiguen exacerbar la
sensibilidad de niños y jóvenes en contra de Venezuela; al tiempo que les
imprimen a las tareas de enseñanza- aprendizaje --con carácter continuo-- recurrentes
elementos de ideologización, nacionalismo exagerado y de torcidos orígenes
históricos de su identidad.
Por nuestra
parte, debo decirlo que resulta triste tener que reconocer que mientras
reclamamos la Guayana Esequiba; a los compatriotas que proceden de esa zona son
ignorados y les negamos sus más mínimos derechos.
Por propia experiencia puedo mencionar que los
Esequibanos que viven aquí – entre nosotros-- todavía conservan algunas tradiciones
religiosas, curativas; igualmente, en cuanto al cultivo de la tierra y producción
piscícola, manufacturera; en lo relacionado con actividades gastronómicas.
Apreciamos como muy Interesante sus propias
metodologías educativas y técnicas en general.
Acaso no podemos nosotros aprovechar esos
conocimientos; al tiempo que, en tal dialógica de saberes, los compatriotas
Esequibanos recibirían los estímulos necesarios, que conlleven a la
transformación actitudinal que refuercen su carácter identitario de venezolanidad,
que, a su vez, puedan replicar hacia sus familiares, que aún viven en la
Guayana Esequiba, separadas por la frontera de facto.
Aprovecho para exponer, como acto de contrición, que
es obligante ofrecer un trato más igualitario y decoroso a los esequibanos que
viven en Tucupita, San Félix, Ciudad Bolívar, Tumeremo, El Callao etc.
Reiteramos una denuncia, por todos ya conocida,
consistente en la negación del Estado Venezolano a sistematizar un proceso de cedulación
de los Esequibanos; conforme se encuentra establecido en el Artículo 32 de nuestra Constitución Nacional:
“Son venezolanos y venezolanas por
nacimiento:
1.Toda persona nacida en el
territorio de la República. (Omissis)
Ha habido algunos asomos en tal sentido sin
concretarse nada.
Evitemos de cualquier manera seguir cayendo en lo que
luce como una seria contradicción.
Mientras reclamamos con esfuerzo acendrado la Guayana
Esequiba o quienes en los medios de comunicación y en las redes se dicen
defensores de esa extensión territorial; sin embargo, jamás hablan
de la considerable población que habita y convive ese territorio, que nos fue
arrebatado vilmente, hace ya más de cien años, y que en justo derecho
lograremos nos sea restituido, mediante sentencia favorable que obtendremos de la
Corte Internacional de Justicia.
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