Guayana
Esequiba: la sentencia (en estricto derecho) favorecerá a Venezuela
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de
la Lengua
Miembro del Instituto de Estudios
Fronterizos de Venezuela (IDEFV)
Asesor de la Comisión de Defensa del
Esequibo y la Soberanía Territorial
Asesor de la Fundación Venezuela
Esequiba
Aunque luzca
un poco temeraria la siguiente aseveración – por cierto, repetida con
insistencia en bastantes escenarios-- pareciera que condensa mucha verdad: “en el concierto de las relaciones
internacionales, los países no tienen amigos sino intereses”; revelado y manifestado
en el presente caso litigioso, del cual me he venido ocupando –
particularmente- desde hace casi cinco
décadas.
La Zona en
Reclamación siempre ha sido considerada de un extraordinario potencial
energético, tanto por las reservas probables y probadas de los recursos petroleros,
la calidad de los mismos; los incuantificables caudales de agua; las
factibilidades para desarrollar sendos planes sustentables de generación de
energía eléctrica, programas agroindustriales, minero, maderero, piscícolas
etc. Por otra parte, a la extraordinaria
ubicación geoestratégica, añádase su proyección atlántica e interconexión con
los países de Suramérica y con el resto del mundo.
Guyana está
esperando la decisión de la Corte Internacional de Justicia para
definir si solicitan su incorporación a la OPEP o quedarse como agente
independiente. La incertidumbre jurídica también arropa a las empresas que
esquilman nuestros recursos. Ellos que se atengan a las consecuencias.
Que quede
claro que Guyana no es un país petrolero. Esos recursos no le pertenecen.
Así, además,
poseemos suficientes elementos probatorios para exponer y alegar que la Guayana
Esequiba siempre ha sido nuestra jurídica, cartográfica e históricamente.
Ha habido una
ocupación abusiva de las transnacionales, a partir de concesiones fraudulentas
e ilegales que recibieron de los gobiernos guyaneses. Entregas impregnadas de
añagaza económica.
Son
muchísimas empresas, cuyos representantes saben,
por exploraciones científicas, lo que allí está en juego.
Esta
contención – la más prolongada en América y el asunto más importante de
Política Exterior de nuestro país--nos necesita unidos, con criterios sólidos.
Ha aflorado
muy buena expectativa y conciencia en toda Venezuela
Para este
jueves 17 de noviembre, nos corresponde comparecer por ante La Corte a nuestra
primera Audiencia Pública, para ratificar la petición de inadmisibilidad de la
demanda que nos hizo la contraparte guyanesa, el 29 de marzo del 2018.
La Corte ha resuelto
en una serie de sentencias, que han creado jurisprudencias, que un título
jurídico preexistente prevalece sobre una ocupación de un territorio en
controversia, por parte de otro Estado.
Porque, en el supuesto absurdo de que la Corte le confiera—en los próximos meses-- carácter estimatorio a la demanda; entonces damos por trabada la litis e iríamos a la fase probatoria, quizás en marzo del venidero año; precisamente, etapa para la cual estamos apertrechados con nuestro irrebatible acervo—los justos títulos arriba mencionados y otros elementos de probanza que no admite prueba en contrario.
Sin embargo,
responsablemente advierto que la comparecencia o no de nuestra delegación – a partir
de lo que decida la Corte de la señalada cuestión incidental-- es una
determinación del Jefe de Estado, quien rige la Política Exterior de Venezuela,
según lo contempla el artículo 236 de nuestra Constitución Nacional.
En esta
interesantísima controversia, no hay vuelta atrás. Tanto es así que las
empresas transnacionales que están operando --mediante las ilegales concesiones
otorgadas por Guyana-- se encuentran en un serio proceso de análisis de la
situación a futuro; calculando escenarios y probabilidades.
También debo
explicar que la Corte podría llegar a sentenciar en nuestra ausencia, conforme
al artículo 53 de su Estatuto; en caso de que avance el Proceso a sus etapas
sucesivas, luego del mencionado pronunciamiento previo a la Excepción Preliminar,
incoada por nosotros.
Por lo que pueda
venir --en todo caso-- debemos mantenernos unánimemente comprometidos con
nuestra
venezolanidad y en pro de la Guayana Esequiba y de los Esequibanos.
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