ESA EXQUISITA PERVERSIÓN DEL CAPITALISMO.-
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com
Quienes se autocalifican como
redentores en nuestro país, y dicen tener la mejor opción histórica para salvar
a la nación de una ficticia “guerra económica” que ellos mismos se han montado,
por ineptos, y la están perdiendo, se han topado con una inevadible realidad.
Los alabarderos del gobierno se han encontrado
un inmenso dilema: las cosas no se transforman con retóricas vacías. Los
estómagos no se llenan con artificios y palabrerías carentes de contenidos.
Los capitostes del régimen
pretenden hacer entender, a fuerza de engañifas, que ellos son “una maravilla”
en el manejo y control de las variables económicas.
Acaben de montar “un circo”
denominado pomposamente “Venezuela Potencia”, cuando la realidad los pone al
descubierto: hambre, miseria, desesperación, desacierto en todo cuanto intentan
hacer.
Únicamente salieron ganando en esa “Venezuela
Potencia” una hatajo (con h) de capitalistas rancios, que obtuvieron sus jugosas
tajadas, por prestarse para esa compara
y servir de utilería a tal estrategia de deleznable distraccionismo del
régimen.
Podemos exponer en una síntesis
que el Capitalismo no ha tenido
nunca intenciones de ocultar sus propósitos. Que no esconde sus intereses para
controlar algunas específicas esferas de la vida. Que el Capitalismo está en todas partes.
Póngale la etiqueta que desee, el
capitalismo siempre aflora. Revienta costuras y deja en pena a los
maquilladores políticos.
El capitalismo es lo que es: un
modelo y modo de producción que los sistemas políticos están en la libre
decisión de asumirlo o dejarlo a un costado.
Lo que no permite el Capitalismo es que se
juegue con tratativas raras: que se diga que el país se sostiene bajo un
esquema socio-político-económico Socialista y en la realidad es Capitalismo lo
que usted encuentra en todas partes, principalmente, el más odioso tal vez: El
Capitalismo de Estado.-
Los negociadores oficialistas cuando viajan
por el mundo, asistiendo a conferencias internacionales para intentar, la
compra-venta de nuestro petróleo,
manejan las fórmulas del Capitalismo puro y duro.
Los defensores de esta caricatura
de socialismo establecen sus negociados particulares dentro y fuera de Venezuela a través de las “leyes
naturales” que impone el Capitalismo, y ellos las aceptan felicísimos.
.
Aceptemos que el capitalismo y todas sus
derivaciones y efectos: el plustrabajo,
la competitividad, la rentabilidad o ganancia al máximo sin contemplaciones, la
acumulación no son invenciones nuevas. Que es difícil eludir al capitalismo en
este tramo epocal contemporáneo.
Los escasos países que se hacen denominar
socialistas en el mundo por debajo de cuerda establecen pactos comerciales y
arreglos basados en las categorías tradicionales del capitalismo.
Ciertos regímenes políticos le han querido
aplicar algo de cosmética para hacerlo más digerible. Pero, es Capitalismo por
donde se le quiera mirar.
La macroeconomía de un país o la
microeconomía que hacemos cada día para subsistir por ejemplo, resultan que están
cargadas de complejidades capitalistas:
valor de cambio.
La realidad, en el ámbito que se nos antoje, es escurridiza, múltiple y mutable. No
podemos, entonces, encerrar caprichosamente
la existencia humana en un único e invariable pensamiento. Decir, que la producción
económica será mediante un modelo socialista es falsear la realidad.
Inteligente es buscar
soluciones a partir de la síntesis de bastantes ideas ajenas y propias.-
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