Consulta Popular: vinculante con la
Democracia.
Dr. Abraham Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua
abrahamgom@gmail.com
Estamos seguros que una vez que este tormento orgiástico sea derrotado (o
derrocado) los militares, particularmente, y quienes con ellos formaron comparsas
de corruptelas y violación de los Derechos Humanos, tendrán que responder ante
la justicia por las múltiples tropelías cometidas, masacres desatadas a
mansalva (sobre todo a nuestra juventud universitaria) y los silencios
cómplices.
Lo menos indicado, para la construcción de un “hombre nuevo” es la
destrucción y el aniquilamiento de quienes piensan contrariamente. Hay que
respetar y tolerar los disensos y la pluralidad, esencia de los sistemas
democráticos.
Ya es bastante conocido que desde los cuarteles venezolanos, dirigidos
coactivamente por agentes cubanos, han
decretado para la ciudadanía venezolana un pensamiento único, adocenado,
acrítico e inflexible. Esa detestable filosofía la aspiran constitucionalizar
si se les da, la írrita propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente. Por
eso les impacta y espanta el rechazo que tiene ese esperpento llamado ANC por
el orden del 90 por ciento. Las instrucciones entonces que han dado son las
siguientes: alguna voz en vía contraria debe acallarse y destruirse; los votos
hay que perseguirlos con las nóminas de la administración pública.
La historia nos ha enseñado que los seres humanos resisten las
tentaciones y padecimientos de los regímenes totalitarios, militaristas. Hoy en
Venezuela los sufrimientos sociales, políticos y económicos van llegando a su
final.
Es característica innata del ser
humano soportar con estoicismo las pretensiones de militarotes que pretenden
constreñir el desarrollo de la personalidad individual, vulnerar las libertades de las sociedades.
Los militarotes siempre han temido a las explosivas manifestaciones de
los pueblos enardecidos.-
Para este domingo se realizará una Consulta Popular, con suficiente
asidero constitucional y legal, lo cual le confiere un piso estable para que la
Asamblea Nacional, ente del Estado venezolano que ha tomado la iniciativa de
promover y organizar esta Consulta Popular (que no es un plebiscito,
ciertamente porque no lo contempla la Carta Magna vigente), reciba el mandato
del pueblo soberano y democrático de
Venezuela, y proceda a desplegar todo lo concerniente, según el artículo 333 de
nuestra Norma Suprema, para estructurar un gobierno de unión nacional.
La Consulta Popular en Venezuela tiene pleno y absoluto carácter
vinculante, en esencia, con la moral de un pueblo, que no merece estar
subyugado al oprobio de funcionarios ineptos.
La Consulta Popular está afianzada en el tejido discursivo constitucional
que se imbrica desde el preámbulo de la Constitución y se vertebra con sus artículos 5,63, 70, 71, 187,
333,347 y 350, a través de los cuales se consolida la condición indelegable e
intransferible de la Soberanía del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario