¿Qué nos espera, este año, en la ONU?
“No hubo forma ni
manera de que las delegaciones de las cancillerías de Venezuela y Guyana
lograran hacer avances significativos, este año que culminó, en la reclamación
que hemos venido intentando, en base al Acuerdo de Ginebra, del despojo vil del
cual fuimos objeto del área de 159.500 kilómetros cuadrados, en el Esequibo”
Nos lo expuso el Dr.
Abraham Gómez, formado académicamente en este tema, quien ha analizado la
solución que maneja la parte guyanesa, al hacernos aparecer ante la comunidad
internacional, como una nación grande que atropella a un país pequeño.
Le preguntamos, ¿qué
podemos o debemos hacer, al respecto?
“Debemos ser enfáticos
–dice Gómez – en pronunciar con insistencia ante el mundo que no le estamos
quitando las dos terceras partes del territorio de Guyana, como ellos arguyen.
Nosotros debemos demostrar que fue el Imperio Británico que nos invadió y
despojó, mediante el írrito Laudo Arbitral de París de 1899, de una séptima
proporción de la geografía venezolana, que luego la cede para que se forme la
República Cooperativa de Guyana, el 26 de mayo de 1966”
“Este año que comienza
con seguridad, la representación de expertos nuestros en Derecho Internacional,
que los tenemos, tendrán que dirimir este histórico asunto en el Tribunal
Internacional de Justicia, ente administrativo adscrito a la Organización de
las Naciones Unidas”.
“Mucha gente se hace esta pregunta ¿Por qué
estamos obligados a debatir por ante la Corte Internacional de Justicia?,
porque exactamente, ha sido esa la estrategia jurídica que ha jugado Guyana.
Ellos nunca han querido la figura del Buen oficiante para que resuelva
este caso, con su mediación. Es más, ya el gobierno de David Granger ha
recibido una considerable suma de dinero de la transnacional Exxon para
cancelar los honorarios y demás gastos que ocasione elevar, definitivamente, la
controversia a instancias del citado Juzgado internacional”
“Permítame añadir a su interesante comentario que
una sentencia del TIJ es inapelable y su mandato absolutamente vinculante. Eso
no nos debe impactar ni espantar, por cuanto tenemos excelentes profesionales
del Derecho, que estarán allí defendiendo nuestra causa”
“Sin embargo, prestemos
atención a lo siguiente: la Corte internacional pueda decidir el asunto del
Esequibo, y conferirle el carácter de
cosa juzgada. Además de obligatoria, tal sentencia, en principio sería definitiva, según lo establece el artículo
60 del Estatuto. Qué nos quedaría, posteriormente: solicitar, como Estado
soberano, que esa decisión jurídica sea interpretada o revisada”.
“digo más –continuó exponiendo Gómez—le
habíamos venido sacando el cuerpo a la alternativa de arreglo jurídico, que
contempla el Acuerdo de Ginebra y la Carta de las Naciones Unidas, para dirimir
esta controversia, de modo pacífico. Y no sabemos por qué razón; si todos los
elementos probatorios: socio-históricos, políticos y jurídicos nos asisten
satisfactoriamente, y conforman un legajo de documentos importantes para exponerlos
en una mesa de discusión con los pares guyaneses; eso sí, con imparciales
árbitros internacionales” .Concluyó
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