G/D (Ej) Oswaldo Sujú Raffo
Defensor acendrado de nuestra patria
Dr. Abraham
Gómez R.
Miembro de la Academia Venezolana de
la Lengua
Asesor de la Comisión para la Defensa
del Esequibo y la Soberanía Territorial
Miembro del Instituto de Estudios
Fronterizos de Venezuela (IDEFV)
Asesor de la Fundación Venezuela
Esequiba
En cada conversación
con este insigne ciudadano, uno tenía la posibilidad de seguir aprendiendo;
fundamentalmente, en todo lo concerniente a estrategias militares, que fue su
campo disciplinar de dominio completo; y que en mi condición de civil tuve que
dedicarme a asimilar nuevos conceptos y categorías. Una elogiable experiencia.
Hoy, parte al
encuentro con Nuestro Señor un venezolano de extraordinaria excepción para la
defensa de nuestra Nación, integralmente.
Hace ya algunos años
se comunicó conmigo – telefónicamente—y me dice:
“¿Estoy
hablando con mi paisano Abraham Gómez? ¿Tú estás en Tucupita? Deseaba
conocerte, aunque haya sido por esta vía. Te habla Oswaldo Sujú Raffo. Sabes
que presido el Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela; y allí hemos
estado analizando toda tu trayectoria y estudios sobre la Guayana Esequiba, y
decidimos que pases a formar parte del nuestro Consejo Académico, al lado del
ilustre constitucionalista Dr. Cesáreo Espinal Vásquez, con el coronel Lucas
Vivas Morales, con el internacionalista Jorge Luis Fuguett, con el Dr. Hernández
Cartens, con el Dr. Pablo Cohen, entre otros. ¿Cómo te parece?”
Le respondí que para
mí significaba un gran honor, tal designación; por cuanto, me daba la ocasión
de compartir criterios y vivencias con brillantes profesionales, un equipo de conocedores y expertos en la materia. densamente formados;
con lo cual seguiré ensanchando mis conocimientos.
“Bueno – me dijo-- en la primera oportunidad, de aquí en adelante, que
vengas a Caracas, nos contactamos para proceder a tu juramentación e
incorporación formal; pero quedas autorizado, de todas maneras, para que, desde
ya, en todos tus escritos y conferencias puedes hacerlo en nombre del Instituto”
Así lo hicimos, y de
tal manera lo he venido cumpliendo.
Todas las semanas nos
comunicábamos dos y tres veces para escuchar las ideas, propuestas y conjeturas
sobre algún hecho de actualidad en el caso litigioso que nos ocupa.
Recuerdo que, en más
de una ocasión, cuando nuestras posiciones se volvían demasiado controversiales,
me señalaba:
“lo que pasa, Abraham, es que tú eres civil, y
los civiles siempre llevan los acontecimientos bajo mucha diplomacia y
discursos. Nosotros los militares tenemos otras maneras de resolver los
asuntos. Y si se trata de reclamos fronterizos y de límites, te podrás
imaginar”
Reconocemos la
absoluta autenticidad en sus palabras y hechos.
Mientras estuvo activo
comandó – entre muchos otras-- la División de Selva, para lo cual rigió con cabal
responsabilidad los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas. A lo largo del
mencionado desempeño conoció directamente las aspiraciones de desgajamiento
territorial, contra nuestra geografía, por parte de los países vecinos.
Con sus destacadas
intervenciones en las reuniones del (IDEFV), aunque se daban interesantes discusiones,
también había plena coincidencia, y se vertebraba el criterio de que la
contención por esa séptima parte que nos han venido usurpando debemos
percibirla, en nuestro país, por encima de parcialidades, sin diferenciaciones
y sin mezquindades.
El General Sujú Raffo,
sostuvo esta prédica constante:
“El Esequibo es tuyo, es mío, es de todos y,
como la patria, hay que defenderlo. El problema con Guyana es un problema de
Venezuela; eso nos obliga a verlo como un problema de Venezuela y no de
ideología ni de interés políticos o grupales. El caso del Esequibo es un caso
patente de cómo se irrespeta a un Estado, a una nación por el solo hecho de
estar desvalido, en comparación con otros países más poderosos. Si Venezuela
estuviera ahora en las mejores condiciones para un arbitraje o un juicio en la
Corte estaría bien, pero no lo estamos porque no tenemos una economía sólida,
tenemos una crisis económica y social, y seguimos, como hace un siglo, sin la
unidad nacional necesaria para poder enfrentar el problema; porque Guyana
apenas tiene 40.000 kilómetros cuadrados y están explotando en espacios que no
les corresponden, que reclaman Venezuela”
Permanentemente, el
General Sujú Raffo expresaba el orgullo de haber pertenecido y cumplido una intachable misión en
las Fuerzas Armadas; así como estar – hasta sus últimos días-- al frente
de nuestra organización civil
sin fines de lucro, fundada en el año
1989, por destacados y valiosos
venezolanos a quienes la Patria siempre estará agradecida; y cuya razón y causa existencial es el
estudio, investigación y divulgación de todo lo atinente a la defensa de la integridad territorial,
marítima y fluvial de Venezuela.
La constancia que sostuvo
en todo su emprendimiento venezolanista lo hizo acreedor de la admiración del
país en general; porque su lucha en favor de la Soberanía nacional estaba
basada en valiosa probanza histórica irrebatible, con suficiente documentación
jurídica.
En cada escenario
comunicacional que se le ofrecía, manifestaba la síntesis argumentativa de
nuestro instituto, que ya habíamos discutido y aprobado:
“Venezuela
tiene todo el derecho para defender lo que ha sido de ella, que han tratado de
arrebatarle con falsos argumentos y trampas, apoyados en un inicio por una
potencia extranjera del pasado”.
Siempre utilizó las
expresiones más acertadas y asertivas para hablar por su país.
Definió con toda
claridad que no es una reclamación, sino una historia jurídica del territorio
al oeste del rio Esequibo; afirmando con propiedad y conocimientos que todo lo
que hay que hacer, respecto a la restitución de lo nuestro, está contenido en
el Acuerdo de Ginebra, del 17 de febrero de 1966.
En nuestra última
conversación, me delegó la representación del Instituto en las deliberaciones
permanentes de la Comisión para la Defensa del Esequibo y la Soberanía
Territorial; cuyo gesto me agradó y llenó de orgullo; sobre todo por la
emotividad y sencillez como me lo dijo:
“Abraham, para que te encargues de llevar la opinión del IDEFV, en los
asuntos que se están discutiendo en la Comisión que preside el Dr. Hermann
Escarrá; él es un venezolano valioso y muy inteligente. Nos mantienes al tanto
de todo lo que allí vayan aprobando. Nosotros confiamos en lo que tú expongas…”
Mi eterno agradecimiento
por la deferencia y credibilidad entregada, General Sujú Raffo.
Dios le conceda el
merecido descanso a su alma.
Nos corresponde, en su
honor y memoria, seguir llevando – junto a su elogiable equipo-- las banderas
de la lucha de reivindicación por la Guayana Esequiba.
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